Cruz, Juan Manuel de la. Madrid, 8.III.1771 – Isla La Española, X.1814. Teniente coronel del Real Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
Ingresó en el Ejército español como cadete del Regimiento de Infantería de Sevilla el 22 de mayo de 1789. Participó en el sitio de la ciudad de Ceuta y estudió en la Academia de Matemáticas de Cádiz, fundada el 15 de febrero de 1790 y dirigida por el teniente coronel de Ingenieros José del Pozo. Dicho centro de enseñanza era filial de la Academia de Matemáticas de Barcelona, cuyo plan de estudios debía seguir.
Fue admitido en el Cuerpo de Ingenieros como subteniente e ingeniero ayudante el 29 de noviembre de 1793. Destinado en Madrid, un año después (el 12 de septiembre de 1794) era enviado a Pancorbo (Burgos), donde permaneció trabajando en sus fortificaciones hasta que, por R.O. del 29 de agosto de 1796, marchaba a Extremadura.
Juan Manuel de la Cruz se encontraba en la isla de Puerto Rico en el mes de diciembre de 1798, desconociéndose la fecha exacta de su llegada, siendo ascendido a ingeniero extraordinario en abril de 1799.
Trabajó en la ciudad de San Juan de Puerto Rico junto al maestro mayor de las obras reales de fortificación de la plaza, Luis Huertas. Durante su estancia en la isla estuvo bajo las órdenes del ingeniero jefe y director de las reales obras de fortificación, Felipe Ramírez, y los ingenieros militares Ignacio Mascaró, Juan Pardiñas y Tomás Sedeño, que se encontraban en ese momento trabajando en la mejora del sistema defensivo de la ciudad. Cruz se encargó de construir el primer cuerpo y la fachada de la catedral de San Juan durante los primeros años del siglo XIX, dirigió las obras de la casa consistorial, la secretaría de la Capitanía General, la fuente de Miraflores, la cárcel pública y la carnicería, proyectando el desagüe y terraplenado del manglar de la Puntilla, cuyas obras fueron fundamentales para el desarrollo urbano de la ciudad.
Su presencia en la ciudad de San Juan se prolongó hasta julio de 1814, en que se le trasladaba a servir a Santo Domingo, donde falleció el 31 de octubre de 1815, tras otorgar testamento unos días antes, dejando constancia de su intención de ser amortajado con el hábito de San Francisco.
Respecto a la fortificación, Juan Manuel de la Cruz trazó la planta y alzado del fuerte Castro, hoy desaparecido, que el coronel e historiador Héctor Andrés Negroni considera que pudo ser construido en el río Toa, actual río de la Plata, a unos setenta y cinco pies sobre el nivel del mar. El fuerte debió de estar defendido por un foso seco y seis cañones. También proyectó la construcción de una batería construida en una lengua de tierra, con el lado más cercano al mar de forma semicircular. La cortina izquierda estaba reforzada mediante la construcción de dos cañoneras, pensadas para batir posibles lanchas enemigas que intentaran acercarse al río Toa, que según indica otro plano datado en 1660 y conservado en el Archivo General de Indias, tenía poca profundidad y era sólo navegable con lanchas y pequeñas embarcaciones. En este mismo archivo consta un documento que debió de acompañar al plano mencionado, en el que se recomendaba construir alguna obra defensiva en la boca del río Toa, por considerarlo un punto fundamental para la defensa de la ciudad de San Juan. En el documento citado se muestran varios puntos indefensos de la isla, por lo que el autor de esta memoria consideraba que si el enemigo tomaba los islotes de Toa, sus hombres podrían desembarcar en las inmediaciones del río del mismo nombre, puesto que no contaba con defensas ni artillería para evitar dicho ataque, y desde aquí se podría asediar la plaza de San Juan, como consecuencia del estado ruinoso en el que se encontraba el puente de los Soldados (posteriormente conocido como puente de San Antonio) y la falta de una guarnición adecuada en las inmediaciones del río Bayamón. La batería proyectada por Juan Manuel de la Cruz muestra una plaza de armas dotada de un cuerpo de guardia, un repuesto de pólvora y un aljibe y en lado exterior de la fortificación, proyectó la construcción de una cocina y el “común” o letrina.
La defensa de este fuerte quedó reforzada con la construcción de un foso sobre el cual se proyectó la construcción del puente de acceso, desconociéndose si fijo o levadizo, ya que dicha información no figura en el plano. El segundo plano, conservado en el Archivo General Militar de Madrid, muestra una obra defensiva denominada Trinchera de la Candelaria, formada por un frente abaluartado defendido por un foso, siguiendo las características de la arquitectura militar abaluartada del momento. Su objetivo sería evitar la llegada de posibles lanchas enemigas al río Toa.
De ambas construcciones se desconoce su lugar exacto de emplazamiento, aunque se sitúan en las inmediaciones del repetidamente citado río Toa, si tenemos en cuenta que a ambos lados de ese río se fundaron los pueblos de Toa Alta (1751) y Toa Baja (1745). Este último municipio estaba situado a poca distancia de la ciudad de San Juan, contaba con una extensión de 24,5 millas cuadradas y estuvo formado por el barrio de la Candelaria, Media Luna, Palo Seco y Sabana Grande.
Además de lo anterior, respecto a la aportación de Cruz al sistema defensivo de la ciudad de San Juan, se ha podido localizar un plano inédito datado en 1801, conservado en el Archivo General Militar de Madrid, en el que figuran las obras provisionales (“de campaña”) realizadas tras el ataque británico de 1797, apareciendo representadas varias obras defensivas exteriores, construidas en el frente de tierra: trincheras, baterías españolas y enemigas e incluso diversas obras construidas en las inmediaciones de la ciudad de San Juan. Se trata pues, de un documento gráfico de gran importancia, ya que permite conocer el estado en el que se encontraba el sistema defensivo de la isla en 1797, cuando fue atacada por las tropas británicas al mando del general Ralph Abercromby.
Cruz también intervino en la construcción de carreteras. El Camino Real de Maguayo viene descrito en la Memoria sobre el sistema de caminos de esta Isla y presupuesto de la habilitación del paso de la Media Luna en el Camino Rl. de Maguayo, del teniente coronel de Ingenieros José Navarro el 13 de febrero de 1817. Decía esta memoria que las carreteras en aquellos días eran muy defectuosas, pues “las continuas avenidas cortan toda comunicación durante 15 o 20 días por no haber un solo puente que facilite el paso de los ríos, que expone a los viajeros a mil accidentes funestos” porque “puede deducirse en verdad, que no existen tales caminos, más, que el de Caguas mandado executar por el actual Gobernr y Capitán General Dn Salvador Meléndez en el año 1812 vaxo la dirección del Teniente Coronel del Cuerpo D. Juan Manuel de la Cruz, es el único de su especie y está en el caso de los demás”. Achacaba los males a los arrastres de materiales que destrozaban los pavimentos y el “no dar cumplimiento a las órdenes que anualmente se expiden para su reparación”.
En su hoja de servicios consta que fue ascendido a capitán 1.º de Ingenieros el 24 de junio de 1802, durante su estancia en la isla, y mediante dicho ascenso obtuvo un sueldo de sesenta y cinco escudos de vellón al mes, además de dos raciones de pan y cebada al día en caso de guerra. En 1804 solicitó permiso al monarca para contraer matrimonio con Juana Micaela Roig Lluis, hija de Pedro Roig de Lluis (teniente coronel del Real Cuerpo de Ingenieros encargado del detalle de las obras de fortificación de la plaza de San Juan) y Juana Sabiñón. El 23 de septiembre de 1810 fue de nuevo ascendido a sargento mayor de brigada del Real Cuerpo de Ingenieros y, tres años después, el 4 de mayo de 1813, ascendió a teniente coronel de Ingenieros. Una real orden fechada el 7 de febrero de 1813 trasladó a este ingeniero al reino de Nueva Granada, pero antes de ser enviado a su nuevo destino, recibió una nueva real orden fechada el 14 de julio de 1814 que le obligó a viajar a la isla Santo Domingo con el fin de sustituir al comandante de Ingenieros Manuel de Hita, por carecer de buen estado de salud, para encargarse de la comandancia del Cuerpo en la isla.
Juan Manuel de la Cruz falleció en la isla de Santo Domingo en el mes de octubre de 1814 y en marzo de 1815 se concedió a su esposa la pensión de viudedad correspondiente al Montepío Militar.
Bibl.: Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1796-1815; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; N. Hinarejos Martín, “El ingeniero Juan Manuel de la Cruz y su aportación a la Arquitectura Militar en el sistema de defensas de Puerto Rico”, en Revista de Historia Militar, 128 (2020).
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño