Camino Sánchez, Francisco. Paco Camino. Camas (Sevilla), 14.XII.1940. Torero.
Hijo del novillero y banderillero Rafaelillo de Camas, hermano del novillero y banderillero Joaquín (muerto el 5 de junio de 1973 a consecuencia de la cornada que dos días antes le había inferido en la plaza Monumental de Barcelona el toro Curioso, de Atanasio Fernández), padre del matador de toros Rafael Camino Sanz y del novillero Francisco, y tío del matador, banderillero, empresario y apoderado Rafael Camino Barbero.
Carlos Abella facilitó la fecha exacta de su nacimiento: el 14 de diciembre de 1940 (confirmada por el propio torero), quedando, por tanto, corregidas las publicadas por José María de Cossío (15 de diciembre de 1940) y por Don Ventura (21 de septiembre de 1941).
Tras un primer y efímero trabajo de aprendiz de panadero en la tahona de la familia Sousa, de Camas, Paco Camino comenzó una trayectoria como torero que muy pronto le hizo convertirse en una de las más relevantes figuras de la segunda mitad del siglo XX.
Con nueve años estoqueó una becerra en el matadero de su pueblo, destacando desde ese momento por una inteligencia que, con el tiempo, fue una de las características más sobresalientes de su tauromaquia. Visitante asiduo de tentaderos y capeas, en 1954 toreó, vestido de calle y con pantalón corto, en Fuente de Cantos (Badajoz). A partir de 1957, la trayectoria de Paco Camino se hace imparable. Según Abella, ese año toreó, entre otras novilladas, en Cumbres Mayores (Huelva), junto a Diego Puerta, otro chaval sevillano que, con el tiempo, también habría de convertirse en figura del toreo. Corriendo los años, en la década de 1960, Puerta, Camino y el salmantino Santiago Martín El Viti conformaron uno de los carteles más emblemáticos del toreo de esa época. Apoderado por Vicente Vega, sobrino de Gitanillo de Triana, por mediación de este diestro toreó, el 5 de junio de 1958, todavía con diecisiete años, una novillada sin picadores en el coso de Zaragoza. En la plaza de la Misericordia y en Aragón comenzó a hacerse torero el diestro de Camas. Camino logró el 5 de junio un triunfo sensacional, que le valió para repetir en cuatro novilladas económicas más en Zaragoza. Y también para debutar con picadores, el 7 de septiembre, en esa misma plaza, alternando con el rejoneador José Brilha Matos y con los novilleros José Julio y Chiquito de Aragón. Esa tarde, lo mismo que en las anteriores, el torero sevillano alcanzó un gran triunfo. El 11 de septiembre cortó dos orejas, rabo y pata en Alcañiz, y regresó a Zaragoza el día 13, logrando las dos orejas del segundo novillo de su lote. Al día siguiente toreó y triunfó en Cariñena. En realidad, prácticamente todas las novilladas que Camino toreó en aquellos momentos, y fueron muchas, se saldaron con éxito para el camero.
Al año siguiente, 1959, el sevillano se convirtió en figura de los novilleros, sumando al final de la temporada cuarenta y cinco festejos. El 22 de febrero, con dieciocho años recién cumplidos, debutó en el coso de Las Arenas, en Barcelona; el 8 de marzo toreó por primera vez en la plaza Monumental de esa misma localidad catalana (en total, en Barcelona toreó como novillero diecisiete festejos); el 26 de abril hizo su presentación en la Maestranza de Sevilla, alternando Antonio González y Juanito Vázquez, y utreros de Hidalgo Rincón. González cortó una oreja, y Vázquez y Camino una a cada uno. Ese día, Vázquez resultó herido en la axila y Camino lesionado en el brazo derecho, extremidad que más adelante debió ser escayolada.
Regresó a Sevilla el 18 de julio, en una tarde que se saldó nada menos que con el corte de cuatro orejas de sus novillos de Pérez de la Concha (ese día alternó con Rafael de Paula). Sobre este festejo, Don Celes escribió en la revista El Ruedo: “Paquito Camino fue el triunfador que salió por la Puerta del Príncipe a hombros de la afición. En verdad, prematuramente, se muestra en sazón perfecta. Ya no es el novillero valiente y de buen estilo que promete. Ya es maestro, y a sus virtudes primeras une maestría, y si nos apuran, habilidad, teniendo mucho sentido del público, al que sabe embriagar con sus desplantes, tras practicar un toreo fundamental de altas calidades”.
En un clima de máxima categoría y expectación, y apoderado ya por la familia Chopera, tomó la alternativa en Valencia el 17 de abril de 1960. Jaime Ostos le cedió, en presencia de Mondeño, la lidia y muerte del toro Mandarín, de Antonio Urquijo. Camino y Ostos salieron en hombros de la plaza de la calle de Játiva.
Instalado inmediatamente en la primera fila del toreo, el diestro de Camas sumó esa temporada setenta corridas, quedando, junto a Diego Puerta, en primera posición del escalafón de matadores. Pero a Camino, que había sumado éxitos importantísimos en las principales plazas, aún le faltaba presentarse en Madrid, ya que como novillero no lo había hecho. La confirmación de alternativa en Las Ventas tuvo lugar el 12 de mayo de 1961, con Julio Aparicio y José María Clavel como padrino y testigo, respectivamente, de la ceremonia. El toro del doctorado se llamó Espejito, y pertenecía a la ganadería de Antonio Pérez. No fue ésta una tarde afortunada, como tampoco lo fueron las siguientes que toreó en Madrid, precisamente la plaza en la que, muy pocos años después, firmó algunos de los hitos principales de su trayectoria.
Situado hasta su retirada definitiva como figura indiscutible del toreo, entre otros acontecimientos fundamentales de su carrera hay que señalar, siguiendo la excelente biografía de Carlos Abella, los siguientes: Camino tiene el récord de orejas cortadas en la madrileña feria de San Isidro (participó en dieciséis abonos, toreó cuarenta y siete corridas, cortó cuarenta orejas y salió once veces por la puerta grande); fuera de San Isidro toreó cinco corridas más y obtuvo otras ocho orejas, todas ellas en una misma corrida, la de Beneficencia de 1970, que toreó en solitario; en 1962 consiguió sus primeros éxitos como matador en Sevilla y Madrid, realizando en esta plaza la que durante mucho tiempo se denominó “la faena al toro de Arellano”; el 16 de diciembre de 1962 confirmó su alternativa en la Plaza México, convirtiéndose desde ese momento en un torero “consentido” (categoría honorífica pero de gran importancia simbólica y real) de la afición mexicana; el 18 de julio de 1963 cuajó en Las Ventas de manera magistral a un toro de Galache, en la corrida que supuso su consagración en Madrid; el 9 de julio de 1965 le realizó en Pamplona al toro Jazminito, de Fermín Bohórquez, una de las mejores faenas de su vida; tras haber participado en la película El espontáneo (1964), en enero de 1966 rodó la película Fray Torero, dirigida por José Luis Sáenz de Heredia; el 19 de abril de 1966 cortó dos orejas en Sevilla, tras torear de manera magistral a un toro de Celestino Cuadri; el 26 de mayo de 1967 obtuvo un gran éxito en Madrid, convirtiéndose en el triunfador de San Isidro; en 1968 y 1969 suma nuevos éxitos en Las Ventas; el 4 de junio de 1970 toreó en solitario, y de manera desinteresada, la corrida de Beneficencia de Madrid, en la que obtuvo un triunfo histórico al cortar ocho orejas de los siete toros que lidió; el 22 de agosto de 1970 toreó en Bilbao una corrida de Miura, cortando una oreja a Campanito, que pesó 701 kilos; el 29 de mayo de 1971 realizó en Madrid una soberbia faena al toro Serranito, de Pablo Romero, al que cortó dos orejas; el 23 de mayo de 1972, al día siguiente de que Palomo Linares cortase dos orejas y rabo en Las Ventas, a Paco Camino le pidieron idénticos trofeos, tras una gran faena al toro Español, de Manuel Arranz; el 5 de junio de 1973 murió en Barcelona su hermano Joaquín, y Camino se aparta temporalmente de los ruedos; regresó al año siguiente, triunfando en la corrida de Beneficencia de Madrid; el 22 de mayo de 1975 realizó en Las Ventas una faena extraordinaria, premiada con dos orejas, a un ejemplar de El Jaral de la Mira; el 24 de mayo de 1976 obtuvo en Madrid dos trofeos del toro Potrico, de Baltasar Ibán; en 1978 se retiró y reapareció en 1980; el 23 de septiembre de 1982 toreó en Valladolid su última corrida en España; por último, el 26 de septiembre de 1987 reapareció por un día, y por un toro, para dar la alternativa en Nimes (Francia) a su hijo Rafael, alternando con Litri padre y Litri hijo, que recibió el doctorado de manos de su progenitor.
Paco Camino fue un torero muy castigado por los toros. Entre otras cornadas graves, dos destacan sobre las demás: la que recibió el 22 de agosto de 1961 en Bilbao (ese año resultó herido en cuatro ocasiones) y la que padeció el 30 de mayo de 1980 en Aranjuez.
En el total de su trayectoria, en Europa y América toreó 1.456 corridas de toros, en las que cortó un total de 1.795 orejas, 141 rabos y 19 patas. Junto a Diego Puerta hizo 260 paseíllos, 184 con El Viti, 139 con El Cordobés, 128 con Antonio Ordóñez y 103 con Paquirri. Las cuatro plazas en que más actuó como matador de toros fueron Barcelona (82 corridas), Madrid (52), Valencia (49) y Bilbao (42), mientras que en Sevilla, su ciudad natal, sólo hizo 34 paseíllos, sin duda porque nunca fue un torero que “entró de lleno en el gusto” de la afición sevillana.
Del torero de Camas, Carlos Abella ha escrito: “La inteligencia, Camino la ha demostrado en el ruedo, en el sentido de la lidia, en la razón de su enfrentamiento progresivo con el toro, al que desde que sale hay que enseñar a embestir. En sus respuestas a aspectos de la lidia, Camino ha dado siempre una explicación teórica y técnica de la lidia. [...] Por eso, Camino ha sido un lidiador que ha toreado bien muchos toros buenos, muy bien algunos muy buenos y bien cientos de los toros que otros toreros no hubieran podido.
No hay en su trayectoria grandes desigualdades de comportamiento, ni grandes baches [...]. Éste es el Camino técnico, lidiador, científico, en la línea de rigor de los grandes toreros de ese perfil, como Joselito, como Domingo Ortega, Pepe Luis Vázquez, Luis Miguel Dominguín. Y esa sabiduría ha sido su principal virtud, sobre la que ha construido su superioridad con el toro y sobre sus compañeros y rivales de profesión”.
Por ese motivo, el crítico Gonzalo Carvajal le bautizó como el niño sabio de Camas; sin embargo, Camino no ha sido un torero exclusivamente de oficio e inteligencia, sino que, muy al contrario, fue un diestro de una clase y una estética soberbias, de mucho sentimiento, profundidad y personalidad. Y, desde luego, “fundamentalmente clásico”, como dice Abella.
Es decir, un auténtico maestro del toreo. Y también uno de los mejores estoqueadores de su época, y, probablemente, de todas las épocas de la historia de la tauromaquia. Está en posesión de la Medalla de Oro a las Bellas Artes, impuesta por el rey Juan Carlos. Tras su retirada de los ruedos se convirtió en ganadero de bravo con la vacada denominada Los Camino.
Falleció la noche del 29 de julio de 2024, a los 83 años, en el Centro Hospitalario de Navalmoral de la Mata (Cáceres)
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José Luis Ramón Carrión