Contarhuacho (o Contarguacho). Tocash (Perú), c. 1500 – ?, 1536 post. Cacica.
Curaca o cacica de gran importancia y esposa secundaria de Huayna Capac, Contarhuacho (o Contarguacho) nació en Tocash en la provincia de Huaylas, Perú, en el año 1500 aproximadamente. Datos de su madre no se conocen, pero su padre, Pomapacha, era el curaca de Hanan Huaylas. Los documentos de la época también mencionan otro pariente de Contarhuacho: su sobrino, que más tarde fue bautizado y llamado Antonio Poma.
Pachakutik había conquistado Huaylas en torno al año 1460. Desde entonces, formaba parte del imperio, pero Pomapacha había mantenido su papel. El quechua era el primer idioma de los huailinos, quienes también tenían sus propias tradiciones locales. Por ejemplo, adoraban a sus propias huacas (objetos, personas o lugares sagrados), tales como Tanta Carhua, hija del curaca Caque Poma, quien, a la edad de 10 años, fue sacrificada para convertirse en huaca a través de un ritual en el que fue enterrada viva en una colina de la localidad.
El nieto de Pachakutik, Huayna Capac, se convirtió en emperador en torno a 1493. Alrededor de 1513, visitó Huaylas y, para reforzar su poder en la región, se casó con la adolescente Contarhuacho y también con Añas Collque, hija del curaca de Hurin Huaylas.
Huayna les otorgó las posiciones de curaca de Hanan Huaylas hacia el norte y curaca de Hurin Huaylas hacia el sur a Contarhuacho y Añas Collque, respectivamente. Cada parte del imperio tenía la división de “hanan” y “hurin”. El primero comprendía una extensión más amplia que el segundo, por lo que Contarhuacho gobernó un área un poco más grande que su contraparte, tuvo mayor prestigio y Añas Collque estaba subordinada a ella. El papel de curaca consistía en aprobar cualquier matrimonio en su área, así como asegurarse de que la gente pagara los impuestos y que las personas sanas trabajaran. Por encima de los curacas en la jerarquía incaica estaban los gobernadores provinciales y por debajo, los camayoc, que eran líderes de nivel inferior.
Después del matrimonio, Huayna Capac le entregó a Contarhuacho muchísimos sirvientes indígenas, entre ellos 300 mujeres y puso 6.000 hogares bajo su jurisdicción. Los indígenas locales admiraban a la cacica no sólo por ser una de las esposas secundarias del emperador, sino también porque ejerció como embajadora de su zona cuando se fue a vivir a Cusco. Esa era otra forma en la que ella ejercía cierto grado de poder político y económico.
En cuanto a su vida doméstica, Contarhuacho tuvo dos hijos con su marido. El primero fue un niño que falleció durante su infancia, y el segundo una niña nacida alrededor de 1516 a la que llamaron Quispe Sisa. Nacida en Cusco, Quispe Sisa fue bautizada más tarde con el nombre de Inés Huaylas Yupanqui y se casó dos veces, ambas con conquistadores, y dio a luz a cinco hijos en total. Mientras tanto, Añas Collque tuvo un hijo con Huayna Capac llamado Paullu Inca en torno al año 1520, nacido en Tiwanaku (en la actual Bolivia) y que posteriormente se convirtió en el tercer emperador títere inca. Alrededor de un año después, dio a luz a una hija que más tarde fue llamada Beatriz Huaylas (y cuyo nombre incaico era posiblemente Quispi Quipe).
Aproximadamente en 1528, el esposo de Contarhuacho, el emperador inca Huayna Capac, se contagió de viruela y murió. La enfermedad había sido introducida en el territorio por los españoles, que estaban reconociendo la zona para planear su posterior conquista en el año 1532. A consecuencia de quedarse viuda, la curaca Contarhuacho decidió abandonar el Cusco y regresar a su tierra natal con su hija.
Entre la muerte de su esposo y el año 1536, no hay registros de su vida. Solo se sabe que Quispe Sisa era la hermana favorita de Atahualpa, por lo que durante la guerra civil entre Atahualpa y Huascar, Contarhuacho favorecía al primero.
Después de la conquista española, Contarhuacho seguía en su papel de curaca, por lo que los españoles iban ganando poder poco a poco, además de que al principio permitieron que las mujeres indígenas continuaran en sus posiciones. También se sabe que por su hija Quispe Sisa fue abuela por primera vez en diciembre de 1534 con el nacimiento de Francisca Pizarro Yupanqui y por segunda vez en 1535 con la llegada de Gonzalo Pizarro Yupanqui (que murió en 1544), ambos fruto de la relación que tuvo Quispe Sisa con el conquistador Francisco Pizarro. A pesar de no participar en una boda católica, Quispe Sisa se consideraba casada, por lo que antes de su muerte, Atahualpa la había ofrecido a Francisco Pizarro como esposa y, según la tradición incaica, esto bastaba para que una pareja se considerara casada. Igualmente, Pizarro le presentó a Quispe a sus compañeros como su esposa. Quispe Sisa dio a luz a su hija en Jauja y a su hijo en Lima, así que probablemente no lo hizo en presencia de su madre, que tenía que cumplir sus funciones en Huaylas.
Mientras tanto, el segundo emperador títere que los españoles instalaron en Cusco, Manco Inca, se encontró en un estado de humillación por parte de los conquistadores, quienes le exigieron enormes cantidades de oro y violaron a sus mujeres, entre otros insultos. Por todo ello, en 1536 Manco Inca escapó de la ciudad con su esposa principal, Curi Ocllo (o Cura Ocllo), formó un ejército y juntos sitiaron Cusco. La rebelión se extendió a Lima en agosto de ese año, donde fue liderada por Quizu Yupanqui.
El asedio de Lima influyó directamente en la vida de Contarhuacho. La cacica advirtió a Francisco Pizarro sobre el asedio y luego envió 10.000 hombres de su curacazgo para ayudar a los españoles. Pizarro era el enemigo y secuestrador de su aliado anterior Atahualpa. Sin embargo, a través de Quispe Sisa, Pizarro era su pariente. Contarhuacho eligió defender a su hija y a sus nietos (que eran entonces niños pequeños) y apoyar a su yerno Pizarro, mientras que ella no sentía ninguna lealtad hacia Manco Inca, que en la guerra civil formaba parte de la facción pro-Huascar. Otra razón para enviar ayuda era que esperaba que cuando ella necesitara ayuda para luchar contra sus enemigos en el futuro, Pizarro se la ofreciera a cambio. Estaba forjando una alianza con el hombre más poderoso del continente en ese momento.
Además, los españoles prometieron a los Huaylas que establecerían un gobierno justo, mejor que el del Incanato, un imperio que el pueblo hualino resentía. No obstante, cualquier promesa que los españoles pudieran haberle hecho era totalmente inventada.
Tristemente, el asedio de Lima es el último dato que se tiene de esta poderosa mujer. Puede que muriese poco después, aproximadamente a la edad de 36 años, o simplemente que volviera a Huaylas, gobernase y nunca más tuviera contacto con los cronistas.
Si sobrevivió, en la distancia habría escuchado los acontecimientos de la vida de su hija, Quispe Sisa, a quien Francisco Pizarro acusó de querer escapar con Manco Inca y los otros rebeldes, por lo que terminó su relación con ella y la entregó en matrimonio a su paje Francisco de Ampuero. Sea verdadera o no su acusación, el motivo principal que tuvo Pizarro al deshacerse de Quispe Sisa fue poder comenzar una relación con Cuxirimay, prima de Quispe Sisa y previamente comprometida con Atahualpa, con la intención de que fuese su esposa principal.
Quispe Sisa tuvo tres hijos con Francisco de Ampuero: Martin de Ampuero Yupanqui (nacido en 1538), María Ana Josefa Isabel de Ampuero Yupanqui (nacido en 1540) y Francisco de Ampuero Yupanqui (nacido en 1541).
Hay varias figuras destacadas en España y Latinoamérica que son descendientes directos de Contarhuacho a través de tres de los cuatro nietos que llegaron a la adultez: Francisca Pizarro Yupanqui y Martín y María de Ampuero Yupanqui. Por ejemplo, una descendiente de Martín, Josefa Francisca de Valverde Ampuero y Costilla, participó en los movimientos políticos que dieron lugar a que Perú obtuviera su independencia de España.
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Helen Pugh