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Manuel Golmayo de la Torriente

Biografía

Golmayo de la Torriente, Manuel. La Habana (Cuba), 12.VI.1882 – Madrid, 7.III.1973. Militar, coronel, ajedrecista y ensayista.

Hijo menor de Celestina de la Torriente Ceballos y de Celso Golmayo y Zúpide, letrado, natural de Logroño, alto cargo del Gobierno español destinado en Cuba y, además, jugador de ajedrez de gran categoría que se había medido con los mejores de su época con honrosos resultados.

Contaba trece años, recién graduado de bachiller, cuando obtuvo la autorización paterna para asociarse al Club de Ajedrez de La Habana. Tan sólo dos años después, en 1897, jugó el Campeonato Nacional y consiguió el quinto puesto, resultando vencedor su hermano, Celso. El adolescente Manuel acababa de iniciar su carrera en una actividad que valoró toda su vida, ante todo, como disciplina deportiva, para la que encontró condiciones naturales y un excelente “caldo de cultivo”: La Habana, que veía surgir a Capablanca —al que de niño presenció su forma de jugar—, a Steinitz y Chigorin, disputándose el título mundial en 1889 y 1892 y donde acompañó a su padre en tantas lides ajedrecísticas.

Un año después de estrenarse en el ambiente ajedrecístico, en 1898 España perdió sus derechos sobre Cuba tras la intervención norteamericana. Ese mismo año, además, murió su padre, por lo que Manuel Golmayo preparó su viaje a España. Con fecha de 1 de octubre de 1898, tuvo su entrada en Valladolid en la Academia del Arma de Caballería en clase de alumno. Cursó los estudios, hasta que por Real Orden de 15 de enero de 1902 alcanzó el empleo de segundo teniente de Caballería por promoción, pasando a servir en el Regimiento de Lanceros de la Reina 2.º de Caballería. Por aquel entonces, superó a los discretos jugadores de la capital y el mismo año de 1902 se consagró en el que fue el primer campeonato de rango nacional organizado con ocasión de la coronación de Alfonso XIII. Venció rotundamente y se proclamó campeón de España.

Pero, continuó su carrera militar. De guarnición en Logroño hasta que por Real Orden de fecha 15 de enero de 1905, ascendió a primer teniente de Caballería por antigüedad y por Real Orden Circular de 29 de septiembre de 1905 fue destinado a Madrid como alumno a la Escuela de Equitación. Por Real Orden de 14 de agosto de 1906 y por haber obtenido en los exámenes nota media superior a los diez puntos le fue concedida la Cruz de María Cristina de 1.ª Clase con distintivo blanco. Por Real Orden de 14 de septiembre de 1906 fue destinado al Regimiento de Lanceros de la Reina incorporándose en Alcalá de Henares donde permaneció en guarnición, hasta que por Real Orden Circular de 10 de agosto de 1909 fue nombrado alumno de la Escuela Superior de Guerra, donde permaneció como alumno hasta fin de julio de 1912, pasando a depender del Estado Mayor Central del Ejército para efectuar las prácticas reglamentarias.

Siendo alumno de la Escuela Oficial de Guerra, en noviembre de 1911 se alzó con un premio literarioperiodístico organizado a nivel nacional por el diario ABC. El ABC preguntaba: “¿A que edad gustan más las mujeres?”. Se seleccionaron 53 respuestas, recibiendo el mencionado diario 15.784 boletines a favor de alguna de las 53 respuestas seleccionadas, figurando en primer lugar de la votación, por haber alcanzado 3.725 votos, muchas más que las restantes respuestas, la publicada con el número 155, que dice: “Cuando se las ama; la mujer amada no tiene edad”. El autor de este pensamiento, que firma con el seudónimo Jaque Mate, resultó ser Manuel Golmayo.

Por Real Orden de 25 de marzo de 1913 se incorporó a la Comisión del Mapa Militar de Granada trabajando en el mismo hasta fin de agosto. Por Real Orden Circular de 12 de septiembre de 1914 se le declaró con aptitud acreditada en dicha Escuela y por Real Orden Circular de 25 de septiembre se le confirió el ingreso en el Cuerpo de Estado Mayor del Ejército con el empleo de capitán, pasando a prestar servicio peculiar del Cuerpo sucesivamente en la Capitanía General de la IV Región y en la Capitanía General de la I Región hasta que por Real Orden de 12 de diciembre de 1916 fue destinado a la Comisión de Marruecos (sección de Ceuta), realizando trabajos propios de la misma en el territorio de Ceuta y Tetuán. Con fecha 24 de enero de 1919 cesó en su destino por haber sido ascendido a comandante de Estado Mayor, por antigüedad. Se le concedió el uso de la Medalla Conmemorativa de Campaña con el pasador “Marruecos”. Estuvo destinado en el Estado Mayor Central del Ejército hasta que por Real Decreto pasó a depender del Ministerio de la Guerra, en la Dirección General de Preparación de Campaña. Asistió destacadamente en las operaciones de desembarco de las tropas en Alhucemas en la playa de Cebadilla, el día 8 de septiembre de 1925, y combatió los dos siguientes días en el cañonero Laya. El 10 de septiembre tomó el mando de la comisión desembarcando e incorporándose al cuartel general del general Saro. Por Real Orden de 31 de julio de 1926 se le concedió la Cruz del Mérito Naval de 2.ª Clase con distintivo rojo, en recompensa a las operaciones llevadas a cabo en Marruecos, especialmente por las efectuadas en Alhucemas. Prestando servicios de su clase en la Dirección General de Preparación de Campaña (Ministerio de la Guerra), según Real Orden de 10 de enero de 1931 y en propuesta extraordinaria de ascensos se le confirió el empleo de teniente coronel de Estado Mayor, con antigüedad de 25 de abril de 1930. Destinado a la 6.ª División y siendo secretario del Gobierno Militar de Alicante, por Orden Circular de 3 de junio de 1931 se le destinó como jefe de Estado Mayor de la División de Caballería, incorporándose en Madrid.

Durante estos años, una extensa nómina de premios le fueron acreditando como el mejor jugador español de todos los tiempos, y de indudable talla internacional. Venció en Zaragoza (1919), en Madrid (1921), en un match sobre el norteamericano Howel, quedó finalista en el Torneo Olímpico de París (1924), ganó en Barcelona (1926), en Murcia (1927), recibió el tercer premio —resultando invicto— en el Torneo Olímpico Individual de La Haya (1928). Especialmente meritorio fue su juego actuando como capitán del equipo español en las Olimpiadas de Londres (1927), Hamburgo (1930) y Praga (1933) donde tuvo que enfrentarse a los otros primeros tableros, jugadores de la categoría de Alekhine, Rubinstein, Sultan Khan, Stahlberg, Grünfeld, Mikenas y Anderson, entre otros, que no consiguieron derrotarle. Quien sí lo hizo fue Rey Ardid, arrebatándole el título de campeón de España en 1930, en el encuentro a siete partidas que se celebró en Barcelona. No decayó el espíritu combativo del veterano Golmayo y obtuvo muy buenas clasificaciones en los torneos de Madrid y Sitges de 1934.

En su empleo de teniente coronel de Estado Mayor y jefe de Estado Mayor de la División de Caballería, por disposición publicada en el Diario Oficial de Guerra en mayo de 1936 se le destinó como agregado militar de España en Lisboa, encomendándosele la puesta en marcha de un servicio de información. Con fecha 10 de julio de 1936 dirigió desde Lisboa una carta reservada a Aureliano Álvarez Coque, coronel jefe de la Sección de Información de Estado Mayor, dando cuenta de los trabajos para poner en rendimiento normal el servicio de información y estudio del estado de los trabajos que desarrollaba en la Comisión de Límites. Al estallar el levantamiento en Marruecos, con fecha del mismo 17 de julio solicitó autorización para dirigirse a Madrid para recoger a sus hijos. En esta fecha su hoja de servicios, custodiada en el Archivo General Militar de Segovia, queda en blanco hasta el 24 de junio de 1941, fecha en que es encausado por la Auditoría de Guerra de Bilbao, siendo retirado del empleo militar por condena el 28 de septiembre de 1943. Según testimoniaba su hijo Enrique, vicealmirante de la Armada, su padre mantuvo los dos primeros meses de guerra, desde Lisboa, una actitud prudente, intentando salvar a su esposa, María de los Dolores Beatriz Cifuentes y Niguez, y a su hijo menor Santiago, a punto de ser encarcelados por los milicianos en Madrid, donde residían. Logró evacuarlos embarcando en Alicante en el destructor Alfonso de Alburquerque que navegó hacia Gibraltar, hasta que definitivamente fondeó en septiembre en Lisboa. Salvados su esposa y su hijo menor Santiago —que tras la guerra siguió la carrera de Leyes—, dimitió de su cargo de agregado militar al servicio del Gobierno de la República y se adhirió a la causa "nacional", pidiendo expresamente un puesto en primera línea de combate. Sus otros dos hijos, Manuel y Enrique Golmayo Cifuentes, eran ya marinos de guerra con el ejército "nacional" desde el inicio del levantamiento y, al final de su carrera militar, alcanzaron los grados de capitán de navío y vicealmirante, respectivamente. Su hijo Manuel haría toda la guerra en el crucero Canarias y su hijo Enrique, en el acorazado España, hasta que naufragó el 30 de abril de 1937, pasando a servir en un cuartel de Marina del Ferrol, hasta que pudo embarcar también en el crucero Canarias, donde permaneció hasta el fin de la guerra.

Manuel Golmayo no sólo no vio cumplida su petición de combatir en primera línea, sino que, además, recibió algunas amenazas de enjuiciamiento sumarísimo si se decidía a pisar suelo español, achacándole el no haber tomado partido inmediato por la causa "nacional", sin tomar en consideración su situación familiar. Acometió entonces la decisión de marchar a París, donde ya tenía ganada fama como ajedrecista, y donde también se encontraba un buen amigo suyo, el campeón Capablanca. En Francia obtuvo el tercer premio en el Torneo Internacional de París de 1938. Su mujer y su hijo menor Santiago habían retornado a la España "nacional" en 1937 y Manuel Golmayo sólo regresó al finalizar la guerra. Fue sometido a un juicio, en el que Nicolás Franco, a la sazón embajador de España en Portugal, declaró contra él, aunque con posterioridad el propio Nicolás Franco envió una rectificación que nunca llegó al tribunal que juzgaba el caso, resultando Golmayo condenado. Al no tener delitos de sangre, ni ningún otro imputable, simplemente le retiraron de la carrera militar, que no de su vida deportiva, por lo que Manuel Golmayo retuvo su título de Campeón de España.

Dedicado plenamente al ajedrez, la década de los cuarenta le deparó nuevos éxitos, pues acudió a disputar los torneos nacionales de Zaragoza en 1947, el de Málaga en 1948, donde ganó todas las partidas, el de Madrid en 1949 y el de Linares (Jaén) en 1951. Ese mismo año recibió el título de árbitro internacional de la Federation International des Êchecs (FIDE).

Tan destacada carrera como jugador de ajedrez, durante casi treinta años, aún ha de apreciarse más en su mera condición de amateur, que se caracterizó por su juego intuitivo y su capacidad para valorar rápidamente una posición. Estas cualidades no implican el desconocimiento técnico. En su labor como escritor, Golmayo se reveló bien informado de las novedades teóricas y sutil analista. Durante varios años mantuvo una sección de ajedrez en el diario ABC; artículos muy apreciados que reunió en dos libros: Temas de ajedrez y Temas clásicos de ajedrez. Mantuvo también una sección de ajedrez y otra valorada sección de bridge en la revista madrileña Blanco y Negro.

 

Obras de ~: Bridge contratado (Normal y con nulos). Curso rápido, al alcance de todos, ilustrado con numerosos ejemplos, Madrid, Plus Ultra, 1946; Temas de ajedrez, Madrid, Editorial Dossat, 1947; Temas clásicos de ajedrez, Madrid, Ricardo Aguilera Editor, 1966 (2.ª ed., 1969).

 

Fuentes y bibl.: Testimonio Enrique Golmayo Cifuentes, vicealmirante de la Armada, octubre de 2008.

Redacción, “¿A qué edad gustan más las mujeres?”, en ABC (Madrid), 18 de noviembre de 1911, pág. 8; “El Rey en el Casino de Madrid”, en ABC (Madrid), 19 de mayo de 1921, pág. 13; “La Federación ajedrecística”, en ABC (Madrid), 9 de junio de 1921, pág. 12; “La primera partida jugada durante el Campeonato de España, entre el campeón actual D. Manuel Golmayo (izquierda) y D. Ramón Rey, aspirante al título”, en ABC (Madrid), 6 de diciembre de 1930, pág. 4; C. de la Lama, “Manuel Golmayo, veintisiete años campeón español de ajedrez”, en ABC (Madrid), 21 de mayo de 1967, págs. 6 y 7; P. Morán, Campeones y Campeonatos de España de ajedrez, Madrid, Editorial Ricardo Aguilera, 1974, págs.11-17; J. M. Brocos Fernández, “Apuntes para la Historia del ajedrez español (I). Realmente la partida quedó en tablas”, en Jaque, diciembre de 2008; “Apuntes para la Historia del ajedrez español (II). Golmayo militar. Trabaja en el levantamiento del plano de España. Juega con S.M. Después de veintisiete años manteniendo el cetro, Rey Ardid destrona a Golmayo. Estancia en París donde se encuentra con su gran amigo Capablanca, a quien ya había derrotado en dos ocasiones. Teórico y jugador de Bridge”, en Jaque, febrero de 2009; “Apuntes para la Historia del ajedrez español (III). Estudio de la partida de Manuel Golmayo frente a José Juncosa en el Gran Torneo Nacional de 1921. Juega con Alekhine en partida oficial (Torneo de Naciones. Praga, 1931) y deja escapar la victoria. Análisis de la controversia de la notación ajedrecística según Golmayo”, en Jaque, abril de 2009; “Apuntes para la Historia del ajedrez español (IV). Manuel Golmayo, como campeón de España, no ha existido otro campeonato nacional más largo en el mundo. Más aportaciones sobre la histórica partida de Golmayo con Alfonso XIII. Análisis de la partida: Blancas, Anderson (Estados Unidos), Negras, Golmayo (España), en el marco del Torneo de equipos de Hamburgo (1930). Filosofía y espiritualidad del ajedrez según Golmayo”, en Jaque, junio de 2009.

 

Pablo Aguilera Ramírez y José Martín Brocos Fernández