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El Partal de Narila

Biografía

Partal de Narila, El. Esteban Partal. Narila (Granada), p. m. s. XVI – Argel (Argelia), f. s. XVI. General morisco.

Noble y rico morisco de la villa de Narila, era uno de los cinco hermanos que con este mismo nombre vivían en esa villa alpujarreña. Hostigado por los cristianos viejos, “había estado preso en el Santo Oficio de la Inquisición, donde se le había mandado que no saliese de Granada; el cual, so color de que padecía necesidad, había pedido licencia a los inquisidores para ir a vender su hacienda a la Alpujarra, y con esta ocasión se había pasado a Berbería, y después volvió a estas partes a dar calor a la rebelión, ofreciéndose de traer grandes socorros de África, exagerando el poder de aquellos infieles”. Gracias a su partida de monfíes, fue líder de la resistencia morisca en La Alpujarra a finales de la década de 1560, entrando pronto a participar activamente en las reuniones secretas que se desarrollaron en el Albaicín para tratar de la rebelión morisca. En 1567 fue nombrado —junto a Gonzalo El Seniz— diputado permanente por esta comarca en la comisión de conjurados, aunque siempre mantuvo una posición contraria a designar como cabeza al cabecilla albaicinero.

El 27 de septiembre apoyó a El Zaguer para proclamar rey a su sobrino, Hernando de Córdoba y Válor pero fue elegido Farax abén Farax, momento en el que el Partal se distanció de las tesis albaicineras y comenzó a conspirar a su espaldas.

Durante el último trimestre de 1568 planeó con don Hernando de Córdoba El Zaguer la rebelión alpujarreña en fechas anteriores a las previstas por los sediciosos, con la intención de presionar y conseguir que se proclamase a Abén Humeya. A partir del día 20 de diciembre de 1568, y aparentemente siguiendo las órdenes de Farax ben Farax, sus monfíes iniciaron la desestabilización de las tahas de Poqueira, Ferreira y Órgiva. Sin embargo, y en connivencia con El Zaguer, a partir del día 22 sus hombres siguieron a los escribanos de Ugíjar hasta darles muerte pocos días después en Poqueira, fecha que se establece como el inicio del alzamiento de la tierra. Poco después, en la noche de Navidad dirigió, junto a El Nacoz, el ejército de alpujarreños que se trasladó a la ciudad de Granada para tomarla, pero sólo logró llegar al Albaicín, que inesperadamente no se alzó, según estaba convenido. A partir de esta fecha, El Partal de Narila se convirtió en una pieza clave para alzar el territorio, contándole el Rey morisco entre sus asesores, especialmente por la eficacia de sus cuadrillas de monfíes y por sus contactos con Argel. A finales de diciembre dirigió la retaguardia del ejército morisco que dirigía Abén Zaba para la defensa de Órgiva en las primeras acometidas de las tropas granadinas dirigidas por Antonio de Luna.

Tras frenar el primer ataque granadino, durante el mes de enero de 1569 participó en la organización de la defensa del sector occidental alpujarreño, aunque no pudo evitar el avance del marqués de Mondéjar.

Alineado con las tesis de El Zaguer de tratar la paz con el capitán general, el 19 de enero estuvo presente con éste en la reunión que hubo con el beneficiado Torrijos y Abén Zaba para tratar de la reducción. Finalmente no le convencieron los argumentos y, al igual que hiciera Hernando de Córdoba, se retiró de las conversaciones de reducción, dirigiéndose a Ugíjar, donde se encontraba Abén Humeya. En la capital de Las Alpujarras nuevamente asistió al consejo que el rey morisco convocó, a instancias de su suegro, Miguel de Rojas, para tratar de alcanzar un pacto con el Ejército real. Sin embargo, fue de los principales generales que se opuso, siendo el principal instigador —junto a El Seniz y El Gorri— para que el reyezuelo asesinase a Rojas. Tras la matanza de Ugíjar, y por consiguiente la depuración del estado morisco, El Partal fue uno de los hombres fuertes del nuevo gobierno, manteniéndose en un discreto puesto al lado de Abén Humeya.

Tras el asesinato del reyezuelo y la entronización de Abén Abóo, en octubre, fue apartado del poder y destinado con su cuadrilla de monfíes al presidio de Güéjar como sargento mayor del general El Xoaybi.

Desde aquel punto fuerte participó en las correrías que, soliviantaron sobremanera, las cercanías de la ciudad de Granada, obligando a Juan de Austria a atacar este lugar el 23 de diciembre. Su aguerrida actuación le valió, tras su vuelta a La Alpujarra, un voto de confianza, designándole el reyezuelo para que marchase a Argel y buscase —gracias a sus contactos en aquella plaza— ayudas para la causa. En fechas imprecisas pasó a Berbería con dos de sus hermanos y una importante hacienda, no volviendo más a tierras españolas.

 

Bibl.: L. del Mármol Carvajal, Historia del rebelión y castigo de los moriscos del Reino de Granada, Málaga, Imprenta Juan René, 1600 (reimp. de la ed. de la Biblioteca de Autores Españoles, Madrid, 1945; ed. con est. prelim., Á. Galán Sánchez, Málaga, Arguval, 1990); D. Hurtado de Mendoza, De la guerra de Granada, ed. crit. de M. Gómez-Moreno, Madrid, Real Academia de la Historia, 1945 (col. Memorial Histórico Español, vol. XLIX); R. Ruiz Pérez, “El levantamiento morisco en tierras de señorío. El caso del Marquesado del Cenete”, en Chrónica Nova, 19 (1991), págs. 291-336; V. Sánchez Ramos, “La guerra dentro de la guerra: los bandos moriscos en el alzamiento de Las Alpujarras”, en VV. AA., Actas del VII Simposio Internacional de Mudejarismo, Teruel, Centro de Estudios Mudéjares, 1999, págs. 507-522; V. Sánchez Ramos, “La rebelión de los moriscos de Serón (1568-1570)”, en Al-Cantillo, 9 (1999), págs. 34-45; V. Sánchez Ramos, “La fortaleza de Oria y la guerra de los moriscos”, en Revista Velezana, 18 (1999), págs. 7-26; V. Sánchez Ramos, “Huéscar y el alzamiento de los moriscos (1568-1571)”, en Uskar, 3 (1999), págs. 49-82; V. Sánchez Ramos, “Baza y su tierra en la rebelión de los moriscos”, en Péndulo, 2 (2001), págs. 18-37.

 

Valeriano Sánchez Ramos

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