Ricart, José. ?, s. m. s. XVIII – Barcelona, 1837. Relojero, inventor-artesano, pedagogo, pionero en España en la enseñanza de los ciegos, miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona en 1825.
A mediados de 1819, José Ricart, de oficio relojero, influido por las noticias que existían respecto a la escuela de ciegos de París, donde se estaba impartiendo el antiguo método de Valentín Haüy, y cuando todavía faltaban cinco años para que Luis Braille diera a conocer en París su nuevo sistema, que tardaría muchos años en hacerse popular, discurrió las posibles maneras de poder dar una educación eficaz a las personas invidentes, abriendo por las noches en el local de su negocio, a título de prueba y de forma totalmente altruista, la primera escuela de ciegos de España, empleando para ello, tanto en la lectura, en la aritmética así como en la música, unas planchas de latón ideadas por él mismo en las que trazaba, de modo perceptible al tacto, caracteres de diferentes clases y modelos.
El positivo resultado de la experiencia le decidió a presentar una memoria, primero, a la Junta de Comercio de Barcelona, en noviembre de 1819, y después al Ayuntamiento de la ciudad en mayo de 1820, planteando en ella la urgente necesidad de crear en Barcelona una escuela municipal para ciegos de carácter universal y gratuito, solicitando para ello un local capaz. Propuesta que por motivos económicos no le fue aceptada por el Ayuntamiento, hecho que no coartó a Ricart puesto que continuó impartiendo en su casa sus clases gratuitas.
En 1821, Ricart entró en conflicto con al sacerdote Joaquín Catalá, director de la Academia Cívica y Gratuita, donde se impartían, entre otras materias docentes, clases para ciegos. Escuelas ambas dependientes en aquel momento del Ayuntamiento, que ante el conflicto decidió salomónicamente que ambos continuaran impartiendo la misma enseñanza en sus respectivos locales. En aquel momento, la escuela de Ricart tenía nueve alumnos, cuatro hombres y cinco mujeres, y con él colaboraban, de forma totalmente altruista, tres profesores de Música y un ayudante de Ricart para el grado elemental, asistiendo al final de aquel mismo año a su escuela un total de vinte alumnos.
Fallecido Catalá a causa de la fiebre amarilla en los finales de 1821, Ricart tuvo que hacerse cargo de los alumnos de ambas escuelas hasta el año 1823, momento en que se cerró su escuela, así como la de sordos, por causas políticas, al producirse en España la vuelta al absolutismo. Pero tanto Ricart, como su ayudante y un profesor de Música, continuaron algunos años en la reducida casa de Ricart, impartiendo instrucción gratuita a los ciegos barceloneses.
En julio de 1826, Ricart envió un escrito al rey Fernando VII ofreciéndose para abrir una escuela para ciegos en Madrid, gestión que no fructificó al aducir el Ayuntamiento madrileño falta de fondos económicos.
Tras este fracaso, a principios de 1827, fue el propio Rey el encargado de recomendar a Ricart al Ayuntamiento barcelonés, proponiendo que se estudiara la posibilidad de cederle un local en la Real Casa de Caridad de la ciudad, gestión que también fracasó. Unos meses más tarde, Ricart sufrió una parálisis que le dejó totalmente imposibilitado hasta su muerte, acaecida en 1837. A su desaparición, Ricart fue sustituido en la dirección de su escuela por su antiguo ayudante Antonio Marés, que vio cumplido el viejo sueño de Ricart al reabrir el Ayuntamiento en 1839 la antigua Escuela de Ciegos.
Bibl.: A. Gascón y J. G. Storch de Gracia, Historia de la educación de los sordos en España y su influencia en Europa y América, Madrid, Ed. Universitaria Ramón Areces, Madrid, 2004 (col. Por más señas), págs. 355-376; Historia de la educación de los ciegos en España, Madrid, Ed. Universitaria Ramón Areces (en prensa).
Antonio Gascón Ricao y José Gabriel Storch de Gracia y Asensio