Martínez del Castillo, Rafael. La Almunia de doña Godina (Zaragoza), 1895 – Madrid, 1.XI.1953. Músico.
Fue el sexto de una familia de seis hermanos, uno de los cuales, Antonio, fue un destacado director cinematográfico con el seudónimo de Florián Rey. De gran precocidad, mostró desde niño una inusitada pasión musical, concretada en tocar el violín, lo que ya hacía a los cinco años. A la vista de aquellas aptitudes nada comunes, la Diputación de Zaragoza le proporcionó una pensión para estudiar en Madrid.
Sus viaje a la capital de España lo realizó en compañía de su hermano Antonio. Llevaban un duro cada uno como único capital, que era lo que les costaría ocupar una pensión. El futuro Florián Rey contaría las vicisitudes de aquel tiempo, cuando los dos hermanos se privaban de cuanto no consideraban estrictamente necesario para vivir. Y así, no disponiendo nada más que un par de zapatos, uno los utilizaba por el día para salir a la calle y el otro, Rafael, por la noche, cuando acudía al café de San Sebastián, en el centro de Madrid, donde se colocó algún tiempo como violinista.
Ganó un primer premio en el Conservatorio, el año 1917. Obtuvo por oposición el puesto de profesor de la Orquesta Sinfónica y por aclamación, el de concertino en la Filarmónica, de la que llegó a ser director suplente. Fundó el Cuarteto Rafael. Dio muchos conciertos de violín por toda España y las principales capitales europeas. Fue condecorado por el Gobierno francés con las Palmas académicas.
Colaboró con su hermano (Florián Rey) en sus primeras películas de cine mudo. Adaptó para orquesta y piano las partituras de La Revoltosa, Maruxa, La aldea maldita, Sierra de Ronda, El novio de mamá y La hermana San Sulpicio, en la década de 1920.
En esa versión muda de La hermana San Sulpicio, Rafael se colocaba detrás de los decorados, tocando el violín para ayudar a Imperio Argentina, que era la protagonista, en lo que en el argot se llama “entrar en situación”.
Luego, con la llegada del sonoro, su participación en las bandas musicales de las películas de su hermano fue tan brillante como eficaz. En películas de gran éxito popular como La hermana San Sulpicio, en la segunda versión, Nobleza baturra (cuya canción “Bien se ve” fue de su creación), Morena Clara, Polizón a bordo, Ana María, Orosia, La nao capitana y La cigarra.
Tocó el “stradivarius” en la película Romanza rusa, en la que Florián adaptó al español la letra de “Occi, ciornia”, que Rafael interpretó con su violín. Su aparición en dicho filme como actor fue en calidad de músico, por lo que su papel no le supuso otra cosa que interpretar lo que hacía en sus habituales conciertos.
Apareció también en papeles episódicos en otras cintas de su hermano. Y colaboró con otros directores en las bandas sonoras de las películas El genio alegre y La gitanilla (de Fernando Delgado), Nuestra Natacha (de Benito Perojo) y Angustia (de José Antonio Nieves Conde).
También dirigió un cortometraje, No te mires en el río, sobre la canción interpretada por la estrella de la copla Conchita Piquer, de León y Quiroga.
Dirigió la orquesta durante la gira que su cuñada, Imperio Argentina (ya separada de Florián Rey) realizó por Hispanoamérica en 1953.
Muy enfermo, tuvo que interrumpir aquella gira y voló desde Buenos Aires a Madrid, tres semanas antes de su fallecimiento, víctima de un cáncer.
Obras de ~: Bien se ve. Bandas sonoras de las películas: La hermana San Sulpicio (1934); Nobleza baturra (1935); Morena Clara (1936); Polizón a bordo (1941); Ana María (1943); Orosia (1943); La nao capitana (1947); La cigarra (1948).
Bibl.: F. Méndez-Leite, Historia del cine español, Madrid, Rialp, 1965, pág. 401; A. Sánchez Vidal, El cine de Florián Rey, Zaragoza, Caja de Ahorros de Zaragoza, 1991, pág. 11; Imperio Argentina y P. M. Víllora, Malena, Madrid, Temas de Hoy, 2001, págs. 85, 88, 209 y 221-222.
Manuel Román Fernández
