Tubía Rosales, José María. Haro (La Rioja), 8.XII.1914 – 17.X.2006. Pintor.
Tubía Rosales es un referente en el paisajismo riojano de la posguerra. Fue un pintor fundamentalmente autodidacta, que al considerar que su formación era incompleta, estuvo abierto a la experimentación. Enamorado de los paisajes de la Rioja Alta, cuyos rincones plasmó de forma incansable, en sus cuadros, las vistas, las calles de su ciudad natal o de los pueblos próximos, no se reflejan de forma fotográfica, sino que los reinterpreta y en ellos se refleja el sentimiento que en Tubía producían, siguiendo en cierta manera la línea de la Escuela de Vallecas y de Madrid que identificaban el paisaje con los estados de ánimo de los artistas.
Su afición a la pintura aumentó tras comenzar a trabajar en las artes gráficas a partir de los trece años, ya que el trabajo con las planchas y las gamas de colores, le mostró una nueva perspectiva artística. Poco después de acabar la Guerra Civil, comenzó sus estudios de dibujo y modelado en la Asociación Cultural Harense, donde recibió clases de Manuel Anzuela, escultor jarrero que había trabajado en el taller de Mariano Benlliure -relacionado con Haro por su matrimonio con Lucrecia Arana-, con el que aprendió a dibujar y a enfrentarse a la figura. De esta primera época son los retratos del Gasolina (1949) y de su esposa, Carmen, mi mujer (1950). Continuó su formación en la Asociación Cultural Artística, donde impartía clases el pintor logroñés Gerardo Sacristán, que era el director del Instituto de Segunda Enseñanza de Haro. Con él aprendió la teoría del color impresionista, de pinceladas rápidas, empastadas y con preferencia por los perfiles negros, que será el punto de partida de su trayectoria paisajista.
En 1957 fue seleccionado para realizar el curso “Pintura y Arte”, organizado por Educación y Descanso, en Madrid, en el que impartió algunas conferencias el crítico de arte Gutiérrez Navas y visitó los estudios de Vázquez Díaz y Benjamín Palencia, entre otros. De éste último aprendió el tratamiento del paisaje a través grandes manchas de color que parecen ondular en el cuadro, aunque Tubía Rosales atenuaba el movimiento creándolo a través del juego de luces. Con estas influencias, en la década de los 60 se asentó su estilo y alcanzó su madurez artística, produciendo obras como Paisaje Riojano (Castillo de Briñas) (1968), en las que empleaba tonos ocres fuertes, con muchos contrastes y una pincelada suelta pero muy empastada que delimitaba en negro, como un recuerdo de dibujo. Estos tonos terrosos se enriquecieron en los 70 con los azules, por la influencia del paisaje de montaña. A esta década pertenece Casa y Toloño.
En 1981, Tubía viajó a Levante, donde se vio influido por la luz del Mediterráneo, que aclaró su paleta e iluminó sus cuadros al modo de Sorolla. Esta incorporación a su pintura se verá claramente en su obra Altea (1981).
La lista de exposiciones, tanto colectivas como individuales, en las que participó es larga, ya que comenzó en los años 40, debiendo de señalar su clara predilección por las colectivas en las que se relacionaba con otros artistas del momento. De entre todas éstas se podría mencionar la VII Exposición Nacional de Arte (Círculo de Bellas Artes de Madrid, 1947); Exposición Nacional de Educación y Descanso, en la que representó a Logroño junto a Blanco Lac, entre otros (1953); Bienal Premio Zaragoza (1962); Bienal Plástica de Pintura (Vitoria, 1976); Exposición de Arte Riojano (Gante -Bélgica-, 1987); además de las individuales celebradas en su localidad natal, en Logroño, Pamplona, Vitoria…
En su extensa carrera recibió numerosos premios, de los que cabe destacar: segundo premio por Calle de Toloño en la Exposición Provincial de Arte, organizada en 1951 por Educación y Descanso; primer premio en la Exposición Provincial de Logroño de 1952; primer premio de pintura en el Certamen Nacional de Educación y Descanso, celebrado en Almería en 1961; medalla de plata a su composición Molino y Reflejo en la Exposición Ambas Castillas (Logroño, 1965); medalla de oro por la obra Briñas en el Primer Certamen de Exaltación de Valores Riojanos (Logroño, 1967); medalla de oro por Tierras Riojanas en el Certamen Nacional de la Uva y el Vino, celebrado en Medina del Campo (Valladolid) en 1971; y el Galardón a las Bellas Artes Riojanas, otorgado en 1999 por el Gobierno de La Rioja como premio a toda una vida dedicada a las Bellas Artes.
Su obra se encuentra dispersa en colecciones particulares, tanto nacionales como extranjeras (Francia, Alemania, Bélgica, China, etc.) y parte en organismos oficiales (
Obras de ~: Gasolina, 1949; Carmen, mi mujer, 1950; Calle de Toloño, 1951; Molino y Reflejo, 1965; Briñas, 1967; Paisaje Riojano (Castillo de Briñas), 1968; Casa y Toloño, década de los 70; Tierras Riojanas, 1971; Pancorbo, 1977; Altea, 1981; Haro, ábside de la parroquia, 1984; Plaza de Pancorbo, 1991; Hacia San Vicente, 1993.
Bibl.: M. Pérez Sáenz, 25 artistas riojanos, Logroño, Consejería de Educación, Cultura y Deportes, 1987, págs. 27-31; M.ª J. Escuín Guinea y MªJ. Martínez Ocio, Tubía Rosales. Exposición Antológica, Logroño, Consejería de Educación, Cultura y Deportes, 1988; J. L. Labandibar García, 1950-1990. Cuarenta años de artes plásticas en La Rioja a través de sus individualidades históricas, Logroño, Consejería de Educación, Cultura y Deportes, 1990, págs. 121-127; I. Gil-Díez Usandizaga, Las artes plásticas en La Rioja (1939-1980), Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1990, págs. 65-72; J. L. Labandibar García, Arte en La Rioja. Años 1950-1985, Logroño, Consejería de Educación, Cultura y Deportes, 1994, págs. 413-419; VV. AA., Arte Riojano para el 2000. La Rioja como paisaje, Logroño, Cultural Rioja, 1998, págs. 27-32; VV. AA., Tubía Rosales. Galardón a las Bellas Artes Riojanas 1999, Logroño, Consejería de Educación, Cultura, Juventud y Deportes, 1999.
María Jesús Martínez Ocio