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Juan Alfonso de Benavides

Biografía

Alfonso de Benavides, Juan. El Mozo. Señor de la Casa de Benavides. ?, p. m. s. xiv – 1365. Noble, caballero.

Hijo de Juan Alfonso de Benavides, el segundo Juan Alfonso de Benavides, denominado el Mozo para distinguirlo de su padre, heredó el patrimonio y dominio señorial, y lo aumentó considerablemente con la consiguiente consolidación de la Casa.

Ocupó en los reinados de Alfonso XI y Pedro I diversos puestos destacados en los servicios de administración y gobierno, como fiel colaborador de ambos monarcas. Después de la coronación del primero de ellos, fue armado caballero en el monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, en Burgos, ingresando en la Orden de la Caballería, junto con otros miembros de la nobleza, en una ceremonia celebrada en 1332. Se crió en la corte regia, donde ejerció el cargo de portero mayor del reino de León, oficio que, entre otros contenidos, tenía asignadas funciones de carácter ejecutivo relacionadas con asuntos judiciales. El mismo Alfonso XI lo nombró mayordomo de su hijo, el futuro Pedro I.

La política reconquistadora del Rey le dio ocasión para destacarse pronto como un excelente militar. En 1339, pese a las treguas firmadas años antes con Gra nada y Marruecos, comenzó de nuevo el conflicto entre la Corona de Castilla y ambas potencias. Corría el año 1340 cuando Alfonso XI, ante el sitio de Tarifa, recurrió para la defensa de la plaza al envío de cartas a una serie de miembros de la nobleza caballeresca, para que le prestaran obediencia, entre los cuales se contaba el señor de Benavides. Su valeroso comportamiento en este episodio le valió la generosa recompensa regia, consistente, entre otras cosas, en la donación de todos los lugares, vasallos y tierras, de la Orden del Temple en Salamanca y Villalpando, y la villa y castillo de Santibáñez de la Peña, en 1341.

Durante este reinado, el patrimonio de los Benavides se incrementó también con la donación del señorío de Cheles (Badajoz), que obtuvo en 1336, por concesión real. Participó, igualmente, en los sucesos del cerco de Algeciras, en 1342, y en los preparativos que condujeron a la batalla del río Palmones, al año siguiente; y, probablemente, continuaría sus servicios militares durante todo el desarrollo de la guerra, hasta el sitio de Gibraltar.

En el siguiente reinado, Pedro I todavía recordaba estos servicios militares al justificar la donación que le hizo de Villafranca de Valcárcel, y fue también su destacada participación en Tarifa lo que le valió la obtención de diversos bienes y lugares —Turcia, Viliella de la Reina y castillo de Aguilar, entre otros—, en 1354. Colaboró en tareas de gobierno junto a este monarca, con el que lo unían fuertes lazos, desde que fue su mayordomo. En 1350 ejercía las funciones de justicia mayor de la Casa del Rey y confirmaba privilegios con este título, que conservó hasta el final de su vida. Fue también mayordomo mayor de la reina doña Blanca. En 1354 ostentaba, además, la dignidad de notario mayor de Andalucía. Las complejas relaciones políticas y las frecuentes luchas que se sucedieron durante la monarquía petrista contaron con la presencia destacada de Juan Alfonso de Benavides, siempre en calidad de consejero inmediato del monarca y de componente destacado del equipo de gobierno, además de protagonista de relevantes servicios militares.

Aparece, en algunas ocasiones, como negociador, en nombre del Rey, por ejemplo, en el conflicto con Aragón, la llamada Guerra de los dos Pedros; en otros casos, en el ámbito militar, por ejemplo, como capitán encargado de la defensa de la frontera con el reino aragonés, en Ágreda —donde, en 1358, redactó su testamento—, o en Segorbe, como alcaide, en 1363.

Con el segundo Juan Alfonso de Benavides, el linaje experimentó un fuerte despegue en cuanto a su posición sociopolítica y, no menos importante, en lo referente a las bases patrimoniales. En este sentido, más allá de los bienes recibidos en donación regia, puso en práctica una política de adquisiciones para incrementar el patrimonio del linaje, para lo cual adquirió tierras, bienes urbanos —por ejemplo, unos baños en Sevilla— y, especialmente, el señorío leonés de Palacios de Valduerna y la villa zamorana de Puebla de Sanabria, comprados a Martín Alfonso Tello.

Con todo, su vida acabó en un complejo contexto de enfrentamiento con la monarquía. Precisamente, durante su actuación en la defensa de Segorbe, en momentos difíciles por la presión aragonesa, ante la imposibilidad de sostener la plaza, el señor de Benavides dejó allí una guarnición y fue a Sevilla a explicar la situación al Rey, el cual, enojado, demostró su ira mediante la orden de apresarlo en el castillo de Almodóvar del Río, donde murió.

Había casado dos veces. La primera, con Mayor Vázquez de Minzo, y la siguiente con María Girón, hija de Gonzalo Ruiz Girón. Sin embargo, no tuvo descendencia, por lo que su sucesión planteó los naturales problemas. En su testamento, en el que ordenó ser enterrado en el monasterio zamorano de Santa María de Valparaíso, Juan Alfonso de Benavides había instituido como heredero de todos sus bienes —salvando la posibilidad de que, en el último momento, naciera un hijo—, a su primo, el giennense Men Rodríguez de Biedma, con la condición de que asumiera el apellido Benavides como signo denominador del linaje en el futuro. Sus albaceas serían los encargados de administrar los bienes durante cuatro años, pasados los cuales entregarían el patrimonio a su pariente. Así, sus circunstancias vitales y su decisión testamentaria condujeron a una sustancial modificación en la trayectoria de la Casa de Benavides, que quedó incorporada a la de Biedma, modificando poco a poco su carácter leonés, para convertirse progresivamente en una casa nobiliaria y señorial andaluza.

 

Bibl.: D. V. de Vidania, Memorial de servicios de la Casa de Benavides, Nápoles, 1696; S. de Moxó, “De la nobleza vieja a la nobleza nueva. La transformación nobiliaria castellana en la baja Edad Media”, en Cuadernos de Historia. Anexos de Hispania, 3 (1969), págs. 1-210; M.ª C. Quintanilla Raso, “Aportación al estudio de la nobleza en la Edad Media: la Casa señorial de Benavides”, en Historia, Instituciones, Documentos, 1 (1974), págs. 165-219.

 

María Concepción Quintanilla Raso