Sánchez-Albornoz Hurtado, Nicolás. Ávila, 21.X.1862 – 20.X.1941. Abogado y político.
La familia Sánchez-Albornoz figura entre las más ligadas a Ávila, siempre presente en sus instituciones. De menor fortuna que los Aboín, como ellos, representa el ascenso por las compras en la desamortización, matrimonios y su entrada en la política local desde el abuelo, Miguel Sánchez Albornoz, regidor en 1843. Nicolás era hijo de Claudio Sánchez-Albornoz Rodríguez y de la madrileña Teresa Hurtado Campomanes Verdugo, de familia con importantes propiedades en Ávila, Toledo y Madrid. Huérfano a los dos años, Nicolás cursó Derecho y figura como abogado colegiado en Ávila (1885) y Madrid; poseía sesenta y dos fincas en Cenicientos (Madrid), otras rústicas y urbanas en Ávila y parte de una dehesa en Riofrío. Emparentó con importantes familias, casadas sus hermanas Ignacia y Dolores con Pedro Muñoz Morera y Bonifacio Paz, propietarios y políticos conservadores. Nicolás contrajo matrimonio con Teresa Menduiña Jove y tuvieron cinco hijos: José, Luis, Mariano —teniente de intendencia—, María y Claudio, el conocido historiador que contraerá matrimonio con Concepción Aboín Pintó, enlazando con esta poderosa familia abulense.
Su tío Lucio fue diputado provincial (1871) y su padre pasó por el Ayuntamiento y la Diputación entre las décadas de 1870 y 1880, fue alcalde (1874) y presidió la Diputación (1887), pero Nicolás fue el político abulense de más larga vida parlamentaria de la Restauración. Contó con el apoyo de El Liberal de Ávila y, tras dos legislaturas, en 1893 renunció a diputado provincial, elegido diputado liberal a Cortes en 1893, 1896 y 1898; en octubre, firmó el manifiesto de adhesión a Gamazo y le siguió en su ruptura con los liberales y unión a los mauristas. Salió senador conservador por Ávila en 1901, 1903, 1905, 1907 y 1910; diputado datista por Ávila en 1914; en 1918, perdió el acta de diputado frente al liberal Nicasio Velayos, pero ganó la de senador, fue reelegido en 1919 y nombrado senador vitalicio a primeros de enero de 1921. En esta fecha se dirigió “A mis amigos y electores” desde El Diario de Ávila: “Después de treinta años de vida política son éstas las primeras elecciones generales en que no he presentado mi candidatura... Empecé a actuar en la política continuando una tradición honrosa, siguiendo los pasos de mi padre y de mis mayores que siempre habían intervenido en el gobierno de la ciudad que me vio nacer”.
Su fama de orador elocuente y apreciado en su partido concuerda con su laboriosa actividad en las Cortes. Pasó por todas las secciones del Senado, fue su secretario (1907-1909); participó en setenta y seis comisiones de carreteras, algunas abulenses, en más de una docena de ferrocarriles, presidió la del Ávila- Salamanca, y en las más de sesenta restantes referidas a Ejército y su administración, Hacienda, Biblioteca del Senado, funcionarios, enseñanza, presupuestos, justicia, descanso dominical, mendicidad, monumentos, depósitos francos, protocolo, creación de un teatro español y otros. Intervino con un centenar de enmiendas, ruegos y discursos sobre los anteriores y, entre otros, las Leyes electoral, hipotecaria, de amnistía, Código Penal, alcoholes, administración local, ferrocarriles y carreteras, cajas de retiro, sanidad, trigos y harinas, el Reglamento del Senado y defendió los intereses abulenses. La dictadura de Primo de Rivera rompió su trayectoria y no volvió a la política.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 107 n.º 5, 109 n.º 5, 111 n.º 5 y 125 n.º 5; Archivo del Senado, Expedientes personales, HIS-0417-02.
V. Alberche, El bloque y los bloquistas en Piedrahíta-Barco, Ávila, Sucesores de A. Jiménez, 1910, págs. 42-43; I. Castillo, El parlamento español en 1910, Madrid, Redacción y Administración don Felipe, 1910; I. Ruiz-Ayúcar Zurdo, El proceso desamortizador en la provincia de Ávila (1836-1883), vol. I, Ávila, Institución Gran Duque de Alba-Diputación, 1990-1991, págs. 128-129 y 355; P. Carasa Soto (dir.), Elites políticas castellanas de la Restauración. Diccionario biográfico de parlamentarios castellanos y leoneses (1876-1923), vol. I, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1997, pág. 508; E. Cabezas Ávila, Los de siempre. Poder, familia y ciudad (Ávila, 1875- 1923), Madrid, Centro Investigaciones Sociológicas, 2000, págs. 75, 109, 118, 201, 205 y 236.
Pilar Calvo Caballero
