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Manuel Ignacio González del Campillo

Biografía

González del Campillo, Manuel Ignacio. Veta Grande, Zacatecas (México), 1740 – Puebla (México), 6.XII.1813. Obispo de Puebla de los Ángeles.

Estudió en los seminarios de Guadalajara y de Ciudad de México. Se graduó en Filosofía y Derecho en la Real Universidad de México. Fue catedrático de Cánones y Leyes (1763). Ejerció como abogado al servicio del Cabildo eclesiástico metropolitano y del arzobispo Antonio Lorenzana. Juez de testamentos, provisor, y vicario general de Durango en 1773 y gobernador de la diócesis de Durango. En la ciudad de Puebla fue catedrático de Vísperas y de Derecho en el seminario palafoxiano. Miembro de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País a partir de 1777, cura del Sagrario de Puebla, canónigo penitenciario en 1793, chantre de la iglesia de Puebla en 1803, arcediano y tres veces gobernador del obispado de Puebla y obispo de la diócesis de Puebla de 1803 hasta su muerte. Promovió en su diócesis la vacunación contra la viruela emprendida por la expedición del doctor Francisco Xavier Balmis. En 1810, como obispo, junto con el Cabildo, ofreció 50.000 pesos para apoyar a la Monarquía contra los insurgentes. Condecorado con la Real Orden de Carlos III en 1811, fue un prolífico escritor y asiduo defensor de la Monarquía.

Entre los edictos que promulgó se encuentran los siguientes: edicto del 8 de abril de 1809, para pedir a los fieles que acudan al novenario en honor de la Virgen del Pilar y hagan rogativas por la cesación de la guerra entre España y Francia; edicto del 8 de abril de 1809, para pedir a los fieles que concurran al novenario en honor de la Virgen del Pilar y hagan rogativas por la cesación de la guerra entre España y Francia; edicto publicado el 16 de abril de 1810, disponiendo que los fieles de la diócesis se abstengan de organizar romerías a Huaquechula con motivo de la supuesta aparición de una cruz milagrosa y ordenando, además, que los feligreses entreguen a los párrocos de su demarcación las estampas, escapularios, piedras y tierra que conserven como reliquias de la figura antes señalada y que aparece pintada en una roca; edicto publicado el 26 de octubre de 1810 que condenaba la publicación y lectura de libelos y pasquines, por considerarlos contrarios a la verdad, a la justicia y a la caridad y ser elementos de perturbación social; edicto donde declara a Mariano Tapia irregular, al igual que a los curas José María Sánchez de la Vega, Pedro Mendoza, Antonio García Cano, Gabriel de Arruti, José Mariano Ortega Moro, José María Torres, Mariano de la Fuente y Alarcón, Juan Moctezuma y Cortés y el licenciado José Manuel de Herrera y en el que expresa su desconsuelo porque el presbítero Mariano Tapia se declaró insurgente en noviembre de 1811 (reimp. en la Oficina de Mariano Ontiveros, el 10 de julio de 1812); edicto del 31 de diciembre de 1811, para invitar a los fieles a un novenario de rogación y recomendarles que pidan por el fin de la guerra, porque ella es precursora del hambre y éste de la peste que podría convertir a la América en un triste páramo; edicto en que encarga a sus diocesanos que hagan oraciones a Dios por las necesidades de la Iglesia y del Estado, por el que concedía cuarenta días de indulgencia por cada una de ellas en cualquier tiempo y lugar que se hagan, impreso en la imprenta de Pedro de la Rosa; edicto publicado el 31 de diciembre de 1811 en el que hizo notar que la guerra cruel y sangrienta era precursora del hambre y ésta de la peste que convertiría a la América en un páramo, por lo que convoca a los fieles a un novenario que comenzaría el 2 de enero de 1812, para reconciliarse con Dios por medio del sacramento de la penitencia; edicto publicado el 12 de junio de 1812, por el que condenó el funcionamiento de la Junta Americana y prohibiendo la lectura de El Ilustrador Nacional, por consignar este periódico noticias que resultan calumniosas al honor de las personas.

Entre las exhortaciones que escribió se encuentran: exhortación a sus diocesanos en 1808. Exhortación pastoral, que hace a todos sus diocesanos con el importante objeto de excitarlos a dar humildes gracias al Todopoderoso por las prosperidades de esta América, y de mover su compasión y caridad a favor de la Antigua España en sus presentes aflicciones. Exhortación del 25 de enero de 1805, para solicitar se hagan rogativas a fin de que la antigua España se libre de los estragos del hambre, de los terremotos, epidemias y otras calamidades que experimentan sus habitantes. Exhortación del 12 de octubre de 1808, para recordar la fidelidad que se debe al Gobierno español y que cubran con oportunidad sus impuestos, para aliviar la situación de la España invadida por los franceses. Exhortación que hace a sus diocesanos para que se presten con docilidad a la importante práctica de la vacuna, impreso por Mariano José de Zúñiga y Ontiveros. Exhortación del 2 de agosto de 1804, para solicitar que se brinde toda colaboración al jefe de la Expedición Marítima de la Vacuna, Francisco Javier de Balmis.

Entre los manifiestos que escribió se encuentran: manifiesto del 15 de septiembre de 1811 en el que asegura que deseando contribuir a la pacificación del reino, llamaba a la razón a los insurgentes, para proponerles un plan de reconciliación. Manifiesto para desengaño de los incautos, dedicado al “Exmo. Señor D. Francisco Xavier Venegas, Virrey Gobernador y Capitán General de N.E en 1812”.

Entre sus pastorales: pastoral dada en Puebla de los Ángeles el 16 de noviembre de 1803 en la que pide a los sacerdotes y fieles de la diócesis que rueguen a Dios que lo adorne con méritos para ejercer dignamente su ministerio como obispo electo de Puebla. Carta pastoral del 3 de agosto de 1805, para suplicar ayuda económica en favor de España que sostiene cruenta guerra contra Inglaterra a causa de Portugal, y pedir consecuentemente el envío de donativos al presbítero José de Cano y Zambrano. Pastoral del “Exmo. e Illmo. señor Dr. Dignísimo Obispo de la Puebla de los Ángeles”, en 1810; pastoral que dirige a sus diocesanos expedida en Puebla de los Ángeles el 30 de septiembre de 1810, para condenar la rebelión encabezada por el cura Miguel Hidalgo y pedir a sus diocesanos que preserven la tranquilidad y guarden obediencia a las autoridades virreinales. Pastoral del 20 de mayo de 1811, para reprobar las actividades crecientes de los insurgentes y pedir con urgencia la ayuda de sus diocesanos y sacerdotes para mantener soldados en España a razón de 10.00 $ mensuales, con motivo de la guerra contra Napoleón Bonaparte.

 

Bibl.: J. M. Beristáin, Biblioteca hispanoamericana Septentrional, México, A. Valdés, 1816-1821, 3 vols.; J. T. Medina, La imprenta en México (1539-1821), México, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 1989 (ed. facs.); M. C. Torales Pacheco, Ilustrados en la Nueva España. Los socios de la Real Sociedad de los Amigos del País, México, C. Vizcaínas-RSBAP-UIA, 2001.

 

María Cristina Torales Pacheco

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