Calero, Alonso. ?, f. s. xv – América, m. s. xvi. Descubridor.
No se dispone de datos precisos sobre su origen y fecha de fallecimiento. Descubridor, junto con Diego Machuca de Suazo, del río Desaguadero o San Juan, que hoy constituye la frontera entre Costa Rica y Nicaragua.
La empresa del descubrimiento de este importantísimo río, desde el lago de Nicaragua hasta su desembocadura en el Atlántico, había demostrado serias dificultades, por los fracasos que, en ese intento, habían tenido Ruiz Díaz, Hernando de Soto, Sebastián de Belalcazar y Martín Estete. Por ello, al llegar Rodrigo Contreras, yerno de Pedrarias Dávila, como gobernador de Nicaragua, los vecinos reclamaron la urgencia de lograr, de una vez por todas, el descubrimiento de aquella vía fluvial, que de lograrse, convertiría a la ciudad de Granada, ubicada a orillas del lago de Nicaragua, en un verdadero puerto en el Atlántico.
Rodrigo de Contreras, a pesar de ser un hombre de poca iniciativa, aunque sí “cruel, avaro y falso” como su suegro, decidió escuchar el clamor de la población y, después de vencer los obstáculos que había interpuesto fray Bartolomé de Las Casas en esta empresa hizo efectivo el contrato firmado con Diego de Machuca, que fracasó rotundamente en su primer intento en 1536. Pero el 9 de septiembre de dicho año, la reina Juana emitió una real cédula por la que se ordenaba la construcción de las embarcaciones necesarias y poner al frente de ellas a una persona capaz de llevar a cabo la empresa del descubrimiento.
Así, el 7 de abril de 1539, la nueva expedición zarpó de las isletas que están cerca de la ciudad de Granada, y al frente de ella, el capitán Diego Machuca, ahora asociado a Alonso Calero, personajes acaudalados, que en asocio de otras personalidades de Nicaragua, organizaron la empresa. Además de construir los barcos, los capitanes asumieron la responsabilidad de comprar suficientes provisiones; llevaron cincuenta puercos y cuarenta caballos, y lograron conseguir el apoyo de la Iglesia con la participación de varios clérigos, así como ciento veinticinco soldados españoles y suficientes indios de servicio. El 1 de mayo, luego de atravesar el lago de Nicaragua, se inició el recorrido por el río propiamente dicho, enfrentando el primer obstáculo como eran los raudales. A la altura del río Sábalos, Calero envió a Machuca a explorar hacia el norte y él continuó por el río hasta la confluencia con el Pocosal, donde esperó a Machuca. Al no llegar éste y ante la escasez de víveres, decidió continuar la expedición hasta llegar al Atlántico, al que los indígenas consideraban otro lago; no sin antes pasar serios riesgos por una sencilla razón: Calero no sabía nadar.
Después de muchas penurias, que no eran extrañas en estas expediciones, salió al Atlántico y decidió viajar al sur, hacia Nombre de Dios, en busca de comida y mejoras de condición de sus hombres. Esto lo logró a medias, pues fue perseguido por el doctor Francisco Pérez de Robles, presidente de la Audiencia de Panamá celoso de su jurisdicción. Por esto se vio obligado, junto con los pocos hombres que le quedaban, a refugiarse en un convento.
Después de varias gestiones, logró solucionar el conflicto y regresar a Nicaragua, remontando el río San Juan o Desaguadero, que él había descubierto.
En el trayecto encontró a Rodrigo de Contreras, que se dirigía a Costa Rica, quien considerando que la actuación de Calero había sido impropia lo tomó prisionero y mandó preso a Granada, donde estuvo recluso, injustamente, por espacio de tres años. Mal pago para quien, con sus propios recursos, había logrado el éxito en la empresa del Desaguadero en la que muchos habían fracasado, y que también fue perseguido por el doctor Robles, por no querer traicionar a Rodrigo de Contreras, que le encarceló tres años. Después de ser liberado, se perdió su rastro en la historia de la región.
Bibl.: L. Fernández, Colección de documentos para la Historia de Costa Rica, t. VI, Barcelona, Imprenta Viuda de Luis Tasso, 1907, págs. 212-215, 223-231 y 355; Historia de Costa Rica durante la dominación española (1502-1821), San José, Editorial Costa Rica, Biblioteca Patria, 1975, págs. 44-47; R. Fernández Guardia, El Descubrimiento y la Conquista, San José, Editorial Costa Rica, Biblioteca Patria, 1975, págs. 67-85.
Óscar Aguilar Bulgarelli