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José Hernández Sierra

Biografía

Hernández Sierra, José. Salamanca, 1705 – Toledo, 6.VIII.1782. Arquitecto.

José Hernández Sierra fue una de las personalidades más interesantes de la arquitectura toledana del segundo y tercer cuarto del siglo xviii.

Nació en Salamanca en día y mes desconocido del año 1705. Llegó a Toledo en torno al año 1730 debido a su parentesco con el que entonces era aparejador de la catedral y obrero mayor del Ayuntamiento, Fabián Cabezas, de quien era primo. La viuda de éste, Francisca Quevedo, ordenó en su testamento que se entregasen a José de Sierra, primo de su difunto marido, “el estuche matemático, compases sueltos y demás instrumentos y los libros, todo del arte de Arquitectura”.

Tuvo gran prestigio en el Toledo de su época y llegó a ser, como su primo, maestro mayor de obras de la ciudad y aparejador de la catedral. La primera obra suya de que se tiene noticia es la capilla del Cristo de la cercana villa de Nambroca, que escrituró el 21 de febrero de 1732.

En 1738 hizo el diseño del desaparecido retablo de la iglesia de la finca de Alcubillete, propiedad del Cabildo de la catedral, que posteriormente fue víctima de las corrientes neoclásicas.

En 1741, por parte del Ayuntamiento, reconoció unos terrenos frente a la portería del convento dominico de San Pedro Mártir, para ver la posibilidad de levantar un pasadizo sobre ellos. Visto su informe favorable, el pasadizo se llevó a cabo, habiendo llegado hasta nuestros días. También debe ser de Hernández Sierra la hermosa capilla relicario del monasterio, cuyas obras terminaron en marzo de 1757. Se trata de una compleja estructura semejante a la de las cúpulas encamonadas. La pieza es recorrida, en sus ocho esquinas, por pilastras rematadas en originales capiteles compuestos, sobre las que se levanta el movido entablamento que soporta la cúpula, dividida en dos cuerpos, separados por una moldura de ocho arcos rematados en capiteles que quedan colgados sin verse continuados en columnas, en una muy original inventiva.

En 1748 hizo el diseño y la planta para la torre de la parroquia de la villa de Cedillo, que se contrató por diversos maestros en agosto de ese mismo año. A partir de 1752 se hizo cargo de la terminación de la iglesia de la Compañía de Jesús, en la que se encargó de la capilla mayor, la espléndida sacristía y las capillas adosadas a la cabecera del templo, entre las que se incluye la deliciosa capilla relicario. Las obras comenzaron en 1752 y se prolongaron hasta 1765.

También pertenece, con seguridad, a Hernández Sierra la nueva iglesia del toledano colegio de Doncellas Nobles, que se levantó entre 1763 y 1768. Es la más hermosa iglesia barroco-rococó de la ciudad.

Durante la década de 1750 trabajó activamente en la hermosa iglesia parroquial de la villa de Orgaz que, comenzada por Alberto Churriguera, muerto en 1750, la continuó Hernández Sierra, siendo consagrada en 1763.

En septiembre de 1768 firmó un convenio para labrar un nuevo coro, alto y bajo, en el monasterio de Santa Úrsula. Con toda probabilidad también es de Hernández Sierra la bellísima sala reglar del convento, uno de los más hermosos interiores barrocos toledanos. Dividida en nueve tramos cuadrados, recibe luz por el tramo central, a través de una original linterna de estructura semejante a la del Transparente de Narciso Tomé.

La última noticia que se conoce sobre su actividad es del mes de agosto de 1776, un año después de haber padecido una grave enfermedad. En esta fecha reconoció dos casas de la testamentaría de Vicente Díaz Benito, ubicadas una de ellas en Toledo y otra en la villa de Nambroca. Su minucioso dictamen, conservado en los protocolos notariales, va acompañado de unos hermosos planos que firmaron José Sierra y Julián González “mro. de obras de la ciudad”.

 

Obras de ~: Capilla del Cristo, Nambroca (Toledo), 1732; Diseño del retablo de la iglesia, finca de Alcubillete (Toledo), 1738; Pasadizo del convento dominico de San Pedro Mártir, Toledo, 1741; Torre de la capilla, villa de Cedillo (Toledo), 1748; Cabecera de la iglesia de la Compañía de Jesús, Toledo, 1752; Capilla del relicario del monasterio de San Pedro Mártir, Toledo, 1757; Iglesia del colegio de Doncellas Nobles, Toledo, 1763; con A. Churriguera, Iglesia parroquial, villa de Orgaz (Toledo), 1763; Coro y sala reglar del convento de Santa Úrsula, Toledo, 1768.

 

Bibl.: J. Nicolau Castro, “Notas sobre arquitectura toledana del siglo xviii: José Hernández Sierra ‘Aparejador de la Catedral’ y Tomás Talavera ‘Maestro de Albañilería y Carpintería’”, en Archivo Español de Arte, n.º 238 (1987); “La capilla de la Virgen del Rosario y otras obras del siglo xviii en el monasterio de San Pedro Mártir”, en Anales Toledanos, t. XXVI (1989).

 

Juan Nicolau Castro