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Jerónimo Miño Valterra y Robles

Biografía

Miño Valterra y Robles, Jerónimo. Villena (Alicante), 8.VII.1662 – Murcia, 24.VII.1720. Militar.

Aunque su carrera militar la inició como capitán de Infantería en la guerra de Cataluña y en la defensa de la plaza de Ceuta a lo largo de la década de 1690, no sería hasta el posterior conflicto sucesorio cuando sus servicios a Felipe V le condujeron a puestos más relevantes. Desde diciembre de 1705, al mando de las milicias de la ciudad de Villena, contribuyó a la defensa de Alicante, Alcira y Játiva, sitiadas por las tropas austracistas capitaneadas por el caudillo García de Ávila. Cuando en la primavera del año siguiente el avance del ejército aliado se verificó en prácticamente todo el reino de Valencia, se encargó con un nutrido cuerpo de Infantería de reforzar la guarnición de las villas del antiguo marquesado de Villena con el fin de contener las conquistas austracistas hacia el interior de La Mancha. Tras la capitulación de Cartagena a la Armada inglesa a finales de junio de 1706 y el peligro consecuente de este hecho para todo el sureste castellano, pasó a la ciudad de Murcia al lado del obispo Belluga como sargento mayor de milicias —o comandante de las tropas—, cargo que simultaneará con el ascenso al empleo de coronel de Infantería.

En la capital murciana desempeñará una intensa labor defensiva, especialmente cuando en ese verano de 1706 se vio sometida al sitio del ejército aliado.

El coronel Miño pasó a ser uno de los más activos instrumentos de movilización social de los que el obispo Belluga se valdría para sostener los derechos de Felipe V, lo que le facilitó posteriormente el reconocimiento del propio Monarca a sus servicios, que le concedió el título de caballerizo real. Este nombramiento se sumaba al que ya poseía desde 1698 de caballero de la Orden de Calatrava, además de algunos otros que iría asumiendo en coyunturas determinadas, como fue el caso, por ejemplo, en 1718, de regente de la jurisdicción militar del Reino de Murcia, en la ausencia del marqués de Mirabel, su comandante general. Jerónimo Miño, buen representante de los linajes hidalgos manchegos que habían intensificado su relación servicial con la Corona a lo largo del siglo xvii, también se convertiría en un claro exponente de la integración de esos mismos linajes (caso de los Mergelina, Enríquez de Navarra o Cano Manuel) en la nueva administración borbónica.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, secc. Estado, La ciudad a José Grimaldo, Murcia, 3 de mayo de 1707, leg. 317; Órdenes Militares, Calatrava, 1698, exp. 1656.

J. Martínez Tornel, Noticias históricas y curiosas de Murcia, 1.ª serie, Murcia, Imprenta de El Diario, 1892, págs. 55- 57; J. Frutos Baeza, Bosquejo histórico de Murcia y su concejo, Murcia, La Verdad, 1934, págs. 151-157; J. Pradells Nadal, Del foralismo al centralismo. Alicante, 1700-1725, Alicante, Universidad, 1984, págs. 70-75; F. J. Guillamón Álvarez y J. D. Muñoz Rodríguez, “Los castellanos y la Guerra de Sucesión: disciplina social y orden político en la Corona de Castilla (1680-1714)”, en Cheiron, 39-40 (2003), págs. 105-128.

 

Julio D. Muñoz Rodríguez