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Miquel Estellés

Biografía

Estellés, Miquel. Valencia, c. 1480 – Castellón de la Plana (Castellón), 4.VII.1521. Carpintero, capitán general de la Germanía de Valencia.

Capitán del gremio de fusters (carpinteros), era además conseller de la ciudad de Valencia y, como tal, formó parte de la comisión elegida por el Consell (6 de mayo de 1521) para organizar todo lo concerniente a una guerra que se consideraba inevitable. A pesar de que el Emperador había declarado ilegal la Germanía, la Junta de los Trece seguía con su política ambigua, pues, al tiempo que permitía a los oficiales reales leer en las cofradías la condena del Monarca al movimiento agermanado, enviaba a Miquel Estellés a las poblaciones de realengo para propagar la especie de que dicha condena no era sino una falsificación hecha por el virrey. Estellés pudo conocer durante este viaje los preparativos bélicos que el virrey y los nobles disponían en el monasterio de San Jerónimo de Cotalba en el ducado de Gandía, comunicándolo a los Trece y urgiéndoles a que organizasen la defensa de la capital. A su regreso a Valencia fue nombrado capitán general de las tropas agermanadas encargadas de socorrer Morvedre (Sagunto) y Benicarló y reinstaurar la Gemanía en la zona norte del reino.

El 22 de junio de 1521 salió de Valencia Estellés con sólo trescientos infantes, ya que se consideraba la suya como una expedición de socorro. No obstante, confiaba en el paulatino reclutamiento de tropas en su avance hacia Benicarló, llegando, en efecto, a reclutar mil quinientos infantes. Estellés tomó el castillo de Morvedre —el 25 de junio— y llevó a cabo una cruel matanza entre los caballeros refugiados en la fortaleza, siguiendo la política de terror —auspiciada por los radicales— para amedrentar a los enemigos de la Germanía. Tomada la fortaleza, Estellés comunicó a los Trece que sus próximos objetivos serían Vila-real y, especialmente, Sant Mateu, donde estaba decidido a aplicar una venganza memorable sobre todos aquellos que habían colaborado con los comendadores de Montesa en la muerte de algunos síndicos agermanados.

La actuación de Estellés en Morvedre dejó estupefactos a los moderados. Los jurados elegidos por la Germanía en Valencia suplicaron a los agermanados de Morvedre que nombrasen sujetos fieles al Monarca para la guarnición de la fortaleza y que obedeciesen las órdenes del virrey. La desesperación en el sector moderado de la Germanía llegó al extremo de que éste se viese forzado a suplicar el regreso desde Benaguacil del peligroso líder agermanado Guillém Sorolla, que ocupaba el cargo de procurador de las tierras del Antiguo Patrimonio. Pensaban que al ser Sorolla natural de Sant Mateu, tendría mayores posibilidades de pacificar el maestrazgo.

Como habían previsto los radicales, la matanza de Morvedre y la proclama de Estellés de conquistar “a fuego y a sangre” el maestrazgo provocaron el pánico entre los contrarios a la Germanía, que se refugiaron en Benicarló al amparo de las tropas de los comendadores de Montesa allí concentradas. Desde Morvedre, Estellés se dirigió a Vila-real, que le abrió sus puertas.

Allí recibió la noticia de la caída de San Mateu en poder de los comendadores. Decidió recuperarla, pero, falto de gente, pidió ayuda a los capitanes de Castelló, Burriana, Vila-real, Onda e incluso a la fiel Morella, la cual se apresuró a advertirle de que sólo obedecía órdenes del Emperador. En Onda, la petición de Estellés provocó controversias. Se celebró consell general, al que acudieron numerosos caballeros que en esta población se habían congregado. Se determinó hacer frente a Estellés y solicitar el consejo del infante Enrique.

Éste pidió a su hijo Alfonso, duque de Segorbe —que se encontraba en Xérica—, que se enfrentase a Estellés, ya que peligraban las tierras del ducado.

El infante, igualmente, solicitó la participación en la campaña de Jaume Ferrer, lugarteniente de gobernador, quien, previa autorización del virrey, se reunió con el duque en la Vall d’Uixó.

De Vila-real, Estellés pasó a Cabanes y a Vilanova llegando a Les Coves de Vinromà el 29 de junio, y obligando a sus habitantes a avituallar sus tropas.

Desde allí pensaba caer sobre Benicarló y enfrentarse con las tropas realistas. Con este propósito, llegó a Alcalà de Xivert. Estellés decidió aplicar, de nuevo, el programa de los radicales, ordenando a las poblaciones que aún no habían entrado en la Germanía que lo hiciesen. Animaba a sus habitantes a agermanarse, asegurándoles que no habían de temer las represalias de los comendadores, ya que la jurisdicción sobre los vasallos les sería arrebatada a los señores —cuya clase social se extinguiría—, pasando a ser competencia de la Germanía. Otra de las consignas radicales, el bautismo de los mudéjares, fue puesta también en ejecución en la morería de Xivert. Abiertas las puertas de dicha morería por sus habitantes, que presos del pánico, habían aceptado recibir el sacramento, Estellés la saqueó, asaltó el castillo y quemó la mezquita.

Antes de que Estellés pudiese llegar a Benicarló, Alfonso de Aragón, duque de Segorbe, salió el 2 de julio de 1521 con sus tropas —mil doscientos infantes y cincuenta y seis jinetes— de la Vall d’Uixó. El mismo día sometió Vila-real y al siguiente cayó sobre Castelló de la Plana, que capituló. La estrategia militar del duque consistía en cortar la posible ayuda que Estellés podría recibir de los agermanados de la Plana y sorprenderle entre las tropas agrupadas en Benicarló y las suyas propias. Adivinando Estellés las intenciones del duque, y no confiando en una victoria agermanada, decidió regresar a Valencia y reclutar refuerzos. Pero su retirada por la costa, aun siendo la más rápida, era la más arriesgada. En efecto, el duque salió al encuentro de Estellés y el 4 de julio, en las proximidades de Oropesa, éste fue vencido, trasladado a Castellón de la Plana y ajusticiado.

 

Bibl.: M. de Viciana, Crónica de la ínclita y coronada ciudad de Valencia. Libro IV, Valencia, 1566 (ed. de J. Iborra, Valencia, Universidad, 2005); R. García Cárcel, Las Germanías de Valencia, Barcelona, Edicions 62, 1975; E. Durán, Les Germanies als Països Catalans, Barcelona, Curial, 1982; Cròniques de les Germaníes, Valencia, Eliseu Climent, 1984; V. Vallés Borràs, “Germania i senyoriu: la Baronia de Carlet”, en Al-Gezira, 3 (1987), págs. 133-157; “Relacions entre la Junta dels Tretze de la Germania de la ciutat de València i els síndics del poble de la vila d’Alcira”, en Al-Gezira, 6 (1990), págs. 275-284; Bases ideológicas y programa reivindicativo de la Germanía, Borriana, Ediciones Histórico Artísticas, 1990; R. Pinilla Pérez de Tudela, Valencia y doña Germana. Castigo de agermanados y problemas religiosos, Valencia, Generalitat Valenciana, 1994; V. Vallés Borràs, “Vida pública i mort de Joan Caro, mercader”, en L’univers dels prohoms. Perfils socials a la València baix-medieval, Valencia, Eliseu Climent, 1995, págs. 257-291; “La Germanía (1519-1522). Un movimiento social en la Valencia del Renacimiento”, en Conflictos y represiones en el Antiguo Régimen, Valencia, Universidad, Facultad de Geografía e Historia, Departamento de Historia Moderna, 2000, págs. 11-20; “Les ambaixades de la Germania davant Carles I”, en L’Avenç, 244 (2000), págs. 36-60; “Notarios y juristas al servicio de la Germania”, en Estudis, 26 (2000), págs. 203-225; La Germanía, Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 2000; “La Germanía. 1519-1522. De Milicia urbana a ejército popular”, en Fueros y Milicia en la Corona de Aragón s. XIV a XVIII, Valencia, II Jornadas Culturales Ministerio de Defensa-Universidad de Valencia, 2004, págs. 107-131.

 

Vicente J. Vallés Borràs