Ciga Echandi, Javier. Pamplona (Navarra), 25.XI.1877 – 13.I.1960. Pintor.
Inicia sus estudios artísticos en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona, donde recibe las enseñanzas de Enrique Zubiri, que completa simultáneamente con las clases que impartía en su taller Inocencio García Asarta. Tras la temprana muerte de sus padres se tiene que hacer cargo del negocio familiar, una funeraria, en la que instala también un estudio donde comienza a pintar. Unos parientes, los Urdampilleta, que se habían hecho ricos en América, se convierten en sus mecenas y costean su formación fuera de Navarra. En 1909 se traslada a Madrid e ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Tras obtener el título de profesor y viajar por varios países, se instala en París en pleno barrio de Montmartre, gracias a sus familiares que le asignan además una pensión para que pueda dedicarse únicamente a pintar. Su estudio se convirtió pronto en el lugar al que acudían otros muchos pintores navarros que residían también en la capital francesa. Allí prosigue su aprendizaje acudiendo a varias academias y visitando numerosos museos.
En 1914 su obra El mercado de Elizondo resulta seleccionada para ser presentada en la Exposición de Primavera de París.
Regresa a Pamplona en 1915 y, tras contraer matrimonio con Eulalia Aritzia, monta una academia de Pintura por la que durante muchos años pasarán numerosos alumnos, influyendo a través de su actividad docente en la Pintura navarra posterior. Recibe muchos encargos y se le requiere en numerosas ocasiones como miembro de diferentes jurados en concursos artísticos. Él mismo participa en varias exposiciones nacionales.
Como otros muchos artistas navarros, realizó en varias ocasiones los carteles anunciadores de las fiestas de San Fermín.
Además de pintor, Javier Ciga fue concejal del Ayuntamiento de Pamplona entre 1920 y 1923 y de 1930 a 1931. Su militancia en el Partido Nacionalista Vasco hizo que estuviera en la cárcel de 1937 a 1939 y que sufriera unos años de posguerra muy duros.
Su pintura se mantuvo siempre fiel al natural y al estilo realista, con un dibujo detallado y un interés constante por los estudios y contrastes de luz. Su fama le llegó por sus escenas costumbristas, situadas muchas veces en el valle de Baztán, en las que refleja los tipos vascos y la vida tradicional, pero también realizó numerosos retratos.
Obras de ~: El violinista Castillo, 1912-1914; Taberna y Chacolí, 1915; Retrato de los Señores Ariz Górriz, 1915; De rogar por el difunto, 1915; Un viático en el Baztán, 1917.
Bibl.: P. Manterola y C. Paredes, “Arte Navarro 1850- 1940”, en Panorama, 18 (1991), págs. 54-56; C. Alegría Goñi, El Pintor J. Ciga, Pamplona, Caja de Ahorros Municipal, 1992; M. M. Lozano Bartolozzi, “Siglos XIX y XX”, en Guía del Museo de Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1993, págs. 186, 197-200; P. Fernández Oyaregui, Javier Ciga. Pintor de esencias y verdades, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2012.
María José Cortés Sádaba
