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José de Rojas y Galiano

Biografía

Rojas y Galiano, José de. Marqués de Bosch de Arés (VIII), conde de Casa Rojas (V) y de Torrellano. Alicante, 25.X.1850 – 11.VII.1908. Diputado en Cortes y senador por derecho propio.

Hijo primogénito de José de Rojas y Canicia de Franchi, VII marqués de Bosch de Arés, IV conde de Casa Rojas y conde de Torrellano —título este último concedido por el archiduque pretendiente— (Madrid, 25.III.1819 – Valencia, 14.XII.1888), y de María del Rosario Galiano y Enríquez de Navarra (Almansa, Albacete, 6.XII.1819 – Valencia, 19.II.1895), se formó en los jesuitas de Orihuela y obtuvo la licenciatura en Derecho por la Universidad Valencia, pero no llegó a ejercer como abogado, dedicándose a la administración de los bienes de su familia. Estos comprendían en la provincia de Alicante extensas posesiones en el Bajo Segura (1300 hectáreas), Elche (292 hectáreas) y la Huerta de Alicante (534 hectáreas), a los que debían añadirse diversas propiedades en Requena (Valencia).

La trayectoria política del marqués del Bosch se inició en 1878, cuando obtuvo un acta de diputado provincial por Elche. En la institución provincial ocupó una de las dos secretarías entre 1880 y 1882, al mismo tiempo que desempeñó el cargo de fiscal municipal de Alicante en el bienio 1881-1883, siendo designado vocal del comité del Partido Conservador de Alicante en 1882. Este bagaje de Rojas, estrechamente relacionado con la solera del título que pasó a ostentar por cesión de su padre el 29 de noviembre de 1883 (a los que uniría posteriormente los de conde de Casa-Rojas y conde de Torrellano), explica su elección como diputado en Cortes por Alicante en 1884.

Un año después, el 15 de octubre de 1885, contraía matrimonio en Murcia con Mariana Moreno y Pérez de Vargas (Lorca, Murcia, 9.V.1862 – Alicante, 4.III.1928), de cuya unión nacerían tres hijos. Entre 1890 y 1898 se situó el período de mayor relevancia del noble alicantino: diputado en Cortes por la circunscripción de Alicante en 1891 y 1896, ocupando este último año, la jefatura del Partido Conservador en la circunscripción, al tiempo que fue propietario de La Monarquía, órgano del mismo. Precisamente, la proximidad a la institución de la Monarquía le permitió, al año siguiente, disfrutar de la concesión de la Grandeza de España por parte de la regente María Cristina de Habsburgo por Decreto de 21 de junio de 1897, y que le concedería también el hábito de caballero de Calatrava.

La jefatura del Partido Conservador de la circunscripción, que ostentó el marqués del Bosch, fue reflejo de la existencia de una sólida red clientelar bajo su control que le permitió a lo largo de la década conseguir dos escaños y determinar la elección de otros políticos conservadores. Sin embargo, pese a su liderazgo y a sus actas de diputado en Cortes, el marqués del Bosch presenta algunas diferencias con respecto a otros miembros de la elite política en cuanto representante de los intereses de Alicante. Frente a políticos profesionales como el republicano Eleuterio Maisonnave o el liberal Rafael Terol, el marqués del Bosch no aparece como defensor de los intereses económicos de la burguesía alicantina o de su fracción más dinámica, que estuvo vinculada en su mayor parte a los Partidos Republicano y Liberal, sino que figuró como la cabeza de una red político-clientelar más cohesionada por las convicciones conservadoras, la dependencia económica, la deferencia y el predominio del favor individual.

Su posición política y los escaños que ocupó responden más a un símbolo conservador que a una representación de intereses de grupos económicos o sociales concretos. En ello abunda su propia concepción de la política, como una muestra de lealtad al líder nacional y como un deber hacia un Partido, el Conservador, que constituía un puntal básico del sistema y, por extensión, del orden social que defendió el notable alicantino. Desde esta visión, el marqués del Bosch concibió su papel político como el de mediador y aglutinador de las distintas facciones y microclientelas de la circunscripción, proporcionando a Cánovas un instrumento útil —el Partido Conservador— para el correcto funcionamiento del régimen. Su escaso interés por la política profesional (no protagonizó ninguna intervención en el Congreso) le condujo, tras la desaparición de Cánovas, a ir paulatinamente abandonado la política activa, por lo que solicitó el ingreso como senador por derecho propio en concepto de Grande de España, al que se comunicó su admisión el 6 de mayo de 1898 y juró como tal, dos semanas después. Pero, permaneció en el cargo tan sólo una legislatura, retirándose después a su ciudad natal hasta su fallecimiento una década más tarde.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 94 n.º 3, 105 n.º 3 y 109 n.º 3; Archivo del Senado, Exp. personal, HIS-0070-09.

A. y A. García Carraffa, Diccionario Heráldico y Genealógico de Apellidos españoles y americanos, t. LXXVII, Madrid, Nueva Imprenta Radio-Litografía M. Casas, 1957, págs. 213-214; S. Forner y M. García, Cuneros y caciques, Alicante, Ayuntamiento, 1990; R. Z urita Aldeguer, “Un noble en la política de la Restauración: el Marqués de Bosch de Arés”, en Anales de la Universidad de Alicante. Historia Contemporánea (Alicante), n.os 10-11 (1993-1994), págs. 9-22; R. Z urita Aldeguer, Notables, políticos y clientes. La política conservadora en Alicante (1875- 1898), Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1996.

 

Rafael Zurita Aldeguer