Polanco de Santillana, Nicolás. Lima (Perú), 1.III.1603 ant. – 15.VII.1664. Jurista y oidor en Indias.
Hijo legítimo de Fabián Polanco Velarde de Santillana, natural de Carrión de los Condes, Palencia, originario de las montañas de Burgos, con casa solariega en el valle de Cabezón de la Sal, villa de Polanco, relator de la Audiencia de Lima, y de Luisa Cano Gutiérrez, natural de Lima, originaria de Villanueva de la Serena.
Pasó a los Reinos de España y allí asistió a la Universidad de Salamanca, en cuyas Facultades se graduó de licenciado en Cánones (1627) y de doctor (1630) e hizo oposición a la Cátedra de Instituta (1628).
Regresó a su ciudad natal nombrado como relator de la Real Audiencia de Lima, empleo del que se le libró título el 22 de marzo de 1630. En su ciudad natal fue elegido regidor del Cabildo, e incorporó sus grados en la Universidad de San Marcos de Lima regentando en ella la Cátedra de Instituta, y en el año 1639 fue nombrado por claustro como su procurador general en la Corte.
Poco antes de marchar a Madrid contrajo matrimonio en Lima (20 de mayo de 1639) con Juana de Guzmán Córdoba y Cabrera, originaria de Córdoba, nieta materna de Jerónimo de Cabrera, alcalde de Casa y Corte (1623).
En el año 1640 se hallaba en la Corte y recibía el hábito de la Orden de Santiago, dedicándose a representar ante el Consejo de Indias los intereses de la ciudad de Lima y de su Real Universidad, concretamente en defensa de los derechos de los naturales del Perú para recibir mercedes de plazas seculares y eclesiásticas.
Por Real Provisión del 24 de julio de 1642 fue provisto como fiscal futurario de la Real Audiencia de Charcas, en cuyo desempeño sirvió como juez visitador de las Cajas Reales de Potosí, Oruro y Chuquiabo.
Por despacho del virrey conde de Alba, fechado el 11 de marzo de 1643, fue depositado en la Real Audiencia de Santiago de Chile mientras se verificaba su futuro en Charcas, donde juró su plaza el 10 de mayo de 1644 y despachó en ella hasta agosto de 1659, época en que pasó a Lima, como fiscal en lo civil.
En el Reino de Chile gozó de gran prestigio por su literatura y letras. Así el Cabildo de Santiago escribía al Rey el 29 de junio de 1648, para dar cuenta de que el oidor Polanco de Santillana: “En cuatro años y medio que asiste en esta audiencia no le hemos conocido segunda diversión, y en todos ellos no ha faltado a la Audiencia, sino algunos días, y esos pocos por falta notoria de salud, y hemos reconocido en su proceder y juzgar un desinterés limpio y de ejemplo grande en su modo de vida”. Además del servicio de su plaza de oidor, que despachó en la fiscalía del tribunal por ausencia del propietario (1643-1646), asumió también como protector general de naturales, y en el año 1649 tuvo a su cargo el juicio de residencia del oidor Pedro González Güemes de la Mora y del gobernador marqués de Baides, y ocupó el decanato del tribunal desde la promoción, en 1652, de su colega Bernardino Figueroa de la Cerda.
Al vacar la fiscalía de la Real Audiencia de Charcas en 1651, y en conformidad a su título futurario, el virrey conde de Alba le nombró en ella por despacho del 10 de mayo de 1651, pero prefirió mantenerse como depositado en el tribunal santiaguino, que sólo abandonó en 1659, cuando salió rumbo a Lima para tomar posesión de la plaza de fiscal civil de la Audiencia virreinal, de la que se le había librado título el 3 de diciembre del año anterior, y desde la que fue promovido a un oficio de oidor en el mismo tribunal por título del 27 de noviembre de 1663, en el que despachó hasta su muerte.
Obras de ~: Señor, Dn. Nicolás Polanco de Santillana, cavallero del Orden de Santiago, como dotor, Catedrático, Procurador general de la Universidad de Lima que soi [...] Digo que ha venido a mi noticia, que los oficios de Corregidores y goviernos de administración de justicia [...], Madrid, 1640; Representación del Doctor don Nicolás Polanco de Santillana, Procurador General de la Universidad de la ciudad de Los Reyes en el Perú a S. M. para que se premien los Catedráticos que son y han sido y sus hijos y se ocurra al inconveniente que resulta de las jubilaciones, s. l., c. 1640; Excelentissimo Señor. El doctor don Nicolas Polanco de Santillana, dize, que V. Excelencia ha sido servido de proveer en la substitucion de su oficio de Relator de Lima al doctor don Manuel de Escalante, Lima, c. 1642; Señor. El Doctor don Nicolas Polanco de Santillana, Cavallero del Abito de Santiago, Fiscal del Audiencia de los Charcas, y en el interin que vaca Oidor de la Audiencia de Chile, juez nombrado para tomar las cuentas, y visitar las caxas Reales de Potosi, Oruro y Chuquiabo, Regidor, Fiel executor, y escrivano mayor que he sido de todo el mar del Sur, Catedratico de Instituta que fuy, y Procurador General que soy de la Real Universidad de la Ciudad de los Reyes en el Pirù. Digo [...], s. l., c. 1643; Comentarios a la Nueva Recopilación de Castilla, c. 1648 (inéd. y perdida); De obligationibus iudicum et prudentia gubernatorum exercendi leges in casibus adversis (inéd. y perdida), c. 1648; De iudicium Indiarum, c. 1648 (inéd. y perdida); El Fisco informa en el pleito con Don Melchor Malo de Molina, sobre que se de cumplimiento en todo y por todo a la Real Executoria, dimanada del Real Consejo de Indias, y se dé por nulo, o se revoque el auto proveido por esta Audiencia en todo lo que contiene, que se servira V. m. de leer, para hazerle justicia, Lima, c. 1655.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Chile, 2; Indiferente General, 762; Lima, 9, 260, 337, 790; Archivo Histórico Nacional, Inquisición, leg. 124, exp. 1; Archivo Nacional Histórico de Chile, Escribanos de Santiago, 97; Varios, 2; Real Audiencia, 487, 497, 3.136.
G. Villarroel, Govierno eclesiastico-pacifico, y union de los dos cuchillos Pontificio, y Regio, Madrid, Oficina de Antonio Marín, 1738 (reimpr.), part. II, quest. XIII, artic. III, nr. 13, fol. 123; T. Medina, Biblioteca Hispanochilena (1523-1817), vol. I, Santiago, Imprenta Elzeviriana, 1898, págs. 406-413; A. de Silva y Molina, “Oidores de la Real Audiencia de Santiago de Chile durante el siglo xvii”, en Anales de la Universidad de Chile, CXIII (1903), págs. 41-42; J. T. Medina, La Imprenta en Lima (1584-1824), vol. III, Santiago de Chile, Imprenta Elzeveriana, 1905, pág. 479; G. Lohmann Villena, Los americanos en las Órdenes Nobiliarias, vol. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Instituto de Historia de América Gonzalo Fernández de Oviedo, 1947, pág. 328; Informaciones genealógicas de peruanos ante el Santo Oficio, s. l., 1957, págs. 147 y 207; Los ministros de la Audiencia de Lima en el reinado de los Borbones (1700-1821), Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1974, págs. 186- 187; M. Luque Talaván, Un universo de opiniones. La literatura jurídica indiana, Madrid, CSIC, 2003, pág. 542.
Javier Barrientos Grandon
