Bertrán, Matías. Sierra de Engarcerán (Castellón), 1754 – Valencia, 1812. Jurista, canonista, inquisidor de Valencia y académico correspondiente de la Historia.
Fue sobrino y protegido de Felipe Bertrán, inquisidor general y obispo de Salamanca, a cuya ciudad se trasladó con varios familiares de la Serra d’en Galceran, como su hermano Luis Bertrán. Según Vicente León Navarro en su acreditada biografía del obispo, éste prestó protección a sus sobrinos: “En primer lugar son conocidos los nombres de los hermanos Matías y Luis Bertrán, que vivieron con él y gozaron de su favor para sus ascensos. El más unido a su tío fue Luis”.
En la relación de funcionarios del 21 de octubre de 1794, presentada al nuevo inquisidor general, Lorenzana, Matías tenía cuarenta años.
Estudió el curso completo de Filosofía, y obtuvo los grados de bachiller y maestro en Artes en la Universidad de Valencia.
Pasó a la Universidad de Salamanca, en la que cursó Jurisprudencia Civil, se graduó de bachiller en dicha facultad y también estudió parte de la Canónica, que continuó después en la Universidad de Valencia e, incorporando el grado salmantino de bachiller en Leyes, obtuvo a su tiempo el grado de doctor en ambas facultades. En los cursos 1776-1778 era consiliario (o representante de los estudiantes por el reino de Valencia, que se elegían en el claustro de rector y consiliarios del 10 de noviembre de cada curso) en el claustro salmantino, en compañía de consiliarios tan interesantes como el jurista Ramón de Salas y Cortés y el poeta Juan Meléndez Valdés, con quienes simpatizaba, a juzgar por las votaciones. En el claustro de consiliarios celebrado el 31 de octubre de 1778, “pasose un memorial del doctor don Manuel Blengua en que nombra por sustituto de su cátedra para ausencias y enfermedades al bachiller don Matías Bertrán. Y enterado el claustro de esta pretensión, acordó aprobar por sustituto de dicho doctor al citado don Matías Bertrán”. En el claustro de consiliarios del 10 de noviembre del mismo año, Matías fue uno de los que propuso como rector al polémico aragonés Ramón de Salas y Cortés, y se encargó de darle parte de esta elección en su posada.
Concluidos los estudios, fue nombrado secretario numerario del tribunal de la Inquisición de Corte, por título de su tío Felipe Bertrán de 7 de noviembre de 1780, de donde fue ascendido por el mismo a secretario del Consejo de la Inquisición en lo perteneciente a la Corona de Aragón, el 10 de marzo de 1781. El 4 de noviembre de 1782 su tío le concedió el título de promotor fiscal de la Inquisición de Valencia y al poco tiempo le otorgó, igualmente, el voto de inquisidor con fecha de 20 de mayo de 1783. Cuando, el 1 de diciembre de 1783, falleció el inquisidor general Felipe Bertrán, Matías perdió a su máximo valedor, continuando durante casi otros treinta años en el tribunal inquisitorial de Valencia, escalando muy lentamente los peldaños de la carrera funcionarial, hasta llegar a la cúspide de inquisidor decano o primer inquisidor en 1803, después del fallecimiento, el 27 de febrero de ese año, del inquisidor más antiguo, el licenciado Manuel de Fuentes.
Matías permaneció en el cargo de inquisidor hasta su fallecimiento y, como tal, presidió la Junta de Hacienda durante 1808, comenzada ya la Guerra de la Independencia. A lo largo de todo el año 1808 aparece como primer firmante de la correspondencia desde Valencia, pero no figura en ninguna de las cartas que emite el tribunal valenciano en la primera mitad de 1811. La correspondencia estuvo interrumpida desde el 25 de noviembre de 1808 hasta la carta del 2 de febrero de 1811, en la que el tribunal valenciano presta juramento de fidelidad a las Cortes de Cádiz y ya no aparece Matías. Sólo sabemos que, siendo inquisidor de Valencia, murió en 1812 según una escueta referencia de las Memorias de la Real Academia de la Historia (tomo V, Madrid, Imprenta de Sancha, 1817, pág. LXI), puesto que era académico correspondiente.
Su posición económica fue desahogada desde antes de la muerte de su tío Felipe, pues gozaba de la misma renta que el inquisidor decano del tribunal valenciano, es decir, 934 libras (13.286 reales anuales) y ayuda de costa ordinaria. Además, tenía una prebenda de ración entera en la catedral de Salamanca por valor de 12.000 reales de vellón. Fuera del Tribunal, fue juez subcolector de expolios y vacantes del arzobispado de Valencia por el tiempo de algo más de dos años (relación de 24 de abril de 1798).
En resumen, el moderado inquisidor Matías Bertrán dio estabilidad a la Inquisición valenciana durante los treinta años anteriores a la Guerra de la Independencia, en un tribunal importante y bastante rico, pues entre 1780 y 1797 el Santo Oficio valenciano vio mejorar notablemente sus rentas agrarias procedentes de los diezmos de las canonjías y de las hipotecas reales.
Su larga permanencia en el tribunal de Valencia, junto con la del inquisidor Rodríguez Laso, contribuyó a que fuese uno de los que se mantenía más floreciente a pesar de la dificultad de los tiempos, en un ambiente de bastante tolerancia. Así se comprende lo sucedido en mayo de 1793, cuando la Inquisición de Valencia (el licenciado Manuel Fuentes y el doctor Matías Bertrán) permitieron circular el Llibre de les Dones, escrito en “idioma valenciano”, a causa tanto de “su antigüedad [Valencia, 1561] y alta estimación que goza entre los literatos, como para conservación del idioma valenciano” (Archivo Histórico Nacional, Inquisición, leg. 4504, fol. 13).
Bibl.: Memorias de la Real Academia de la Historia, t. V, Madrid, Imprenta de Sancha, 1817, pág. LXI; A. Astorgano Abajo, “La venta de los libros prohibidos de la Biblioteca Mayansiana (1801)”, en A. Mestre (coord.), Actas del Congreso Internacional sobre Gregorio Mayans, Valencia, Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1999, págs. 625-662; “La personalidad del ilustrado Don Nicolás Rodríguez Laso (1747-1820), inquisidor de Barcelona y Valencia”, en Revista de la Inquisición de la Universidad Complutense, 8 (1999), págs. 121-187; “El Fiscal Inquisidor don Nicolás Rodríguez Laso en Barcelona (1783-1794)”, en Boletín de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, vol. XLVII (1999-2000), págs. 197-276; “La correspondencia entre tribunales de la Inquisición como fuente de información histórica de la Guerra de la Independencia: el caso de Valencia”, en F. Miranda Rubio (coord.), Fuentes documentales para el estudio de la Guerra de la Independencia, Pamplona, Eunate, 2002, págs. 371-398; N. Rodríguez Laso, Diario en el viage de Francia e Italia (1788), ed., est. prelim. y notas de A. Astorgano, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2004; A. Astorgano Abajo, “El inquisidor Rodríguez Laso y el ocaso de la Inquisición valenciana (1814-1820)”, en Cuadernos de Ilustración y Romanticismo, Cádiz, Publicaciones de la Universidad, 2006; V. León Navarro, El inquisidor general Felipe Bertrán, un servidor de la Iglesia y de la Monarquía (1704-1783), Valencia, Facultad de Teología San Vicente Ferrer, 2017.
Antonio Astorgano Abajo
