Ortúñez de Calahorra, Diego. Nájera (La Rioja), p. m. s. xvi – Madrid, s. m. s. xvi. Escritor.
Se desconocen sus orígenes familiares aunque, a partir del prólogo de su única novela conocida, El Caballero del Febo, se sabe que sirvió a Martín Cortés, hijo del conquistador Hernán Cortés, probablemente como ayo, ayudante de Cámara y consejero. A Martín le dedica su obra.
El título completo de ella es Espejo de príncipes y caballeros. En el cual se cuentan los inmortales hechos del Caballero del Febo y de su hermano Rosicler hijos del grande Emperador Trebacio. Con las altas caballerías y muy extraños amores de la muy hermosa y extremada princesa Claridiana y de otros altos príncipes y caballeros y se publicó en Zaragoza, en la imprenta de Esteban de Nájera, en 1555. Para entonces el género de la novela de caballerías llevaba ya un tiempo en franca decadencia. Sin embargo, la obra de Diego Ortúñez tuvo un éxito importante y se sucedieron las ediciones, hasta seis, durante la segunda mitad del siglo xvi. Y, como prueba de su éxito, Pedro de la Sierra escribió una segunda parte en 1581 publicándose hasta una tercera, llevada a cabo esta vez por Marcos Martínez en 1587.
Esta novela sigue básicamente el modelo establecido por el Amadís de Gaula de Garci Rodríguez de Montalbo, pero con algunas importantes novedades, que el propio Cervantes valora muy positivamente en el Quijote. El juicio tan favorable de Cervantes sobre la obra se basa en la excelencia, sobriedad y seriedad de la misma. De hecho, El Caballero del Febo es una novela “ejemplar” en cuanto la obra se carga de moralidad contenida, buscando finalmente enlazar el utile dulci horaciano con la concepción cristiana del mundo que dibuja y los temas y consignas del género caballeresco que vienen del ciclo artúrico europeo.
El Caballero del Febo, en el otoño del género de las novelas de caballerías, resume y supera lo mejor de éstas, aunque, a cambio, nadie pudo seguir el camino que dicha obra empezó a trazar ya en las puertas del siglo xvii. Después de él, nadie en España continuó aquel camino y cayó finalmente en el olvido. Sólo Cervantes transitó por el género rindiendo tributo, merecido, a la obra de Diego Ortúñez de Calahorra. Fue, no obstante, la primera novela de caballerías traducida al inglés, por Margaret Tyler, en 1578, con reediciones en la misma lengua en 1580 y 1599. Fue luego traducida al francés, italiano y alemán. La profesora del Modern Language Department de la Northeastern University of Boston la señala como fuente literaria de La tempestad de William Shakespeare. Su influjo se percibe en la comedia de Calderón de la Barca El Castillo de Lindabrides y en la comedia de Pérez de Montalbán Para nosotros amantes, para con todos hermanos.
Obras de ~: Espejo de príncipes y caballeros. En el cual se cuentan los inmortales hechos del Caballero del Febo y de su hermano Rosicler hijos del grande Emperador Trebacio. Con las altas caballerías y muy extraños amores de la muy hermosa y extremada princesa Claridiana y de otros altos príncipes y caballeros, Zaragoza, Imprenta de Esteban de Nájera, 1555 (The Mirrour of Princely Deedes and Knighthood, trad. de M. Taylor, London, Thomas East, 1578; ed., introd. y notas de D. Eisenberg, Madrid, Espasa Calpe, 1975, 6 vols.).
Bibl.: P. de Gayangos, Libros de Caballerías, Madrid, M. Rivadeneyra, 1857 [col. Biblioteca de Autores Españoles (BAE), 40; Madrid, Atlas, 1963 (col. BAE, 40)]; H. Thomas, Las novelas de caballerías españolas y portuguesas, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1952; J. M. Lucía Megías, Libros de caballerías impresos, libros de caballerías manuscritos (Observaciones sobre la recepción del género editorial caballeresco), Valencia, Universidad de Sevilla-Universidad de Valencia, 1993; J. Cáseda Teresa, El Otoño caballeresco: A propósito de “El Caballero del Febo”, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 2004.
Jesús Fernando Cáseda Teresa