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Hernando de los Ríos Coronel

Biografía

Ríos Coronel, Hernando de los. ?, ¿1559? – ¿Madrid?, c. 1621. Navegante, cosmógrafo, geógrafo e inventor.

Soldado y explorador, finalmente sacerdote, fue también un hombre de ciencia. En 1588 había pasado a Filipinas; en una carta fechada el 27 de junio de 1590, el gobernador de las islas informaba al Rey de la presencia de Ríos Coronel, “de mucha noticia de cosas importantes y muy particular inteligencia de matemática y astrología”, que a pesar de sus muchos méritos había rehusado ser oficial de la Real Hacienda para ser sacerdote; también le dice que ha construido un instrumento muy ingenioso. En 1597, animado por el gobernador, Hernando de los Ríos dirigió un memorial a Felipe II en el que explicaba que estaba escribiendo un libro sobre la construcción y usos del citado instrumento, un astrolabio con el que podía tomar la altura del polo y la latitud en todas las regiones, averiguando la hora del día y de la noche, y la longitud por medio de la declinación de la aguja acoplada al astrolabio.

A la vuelta del documento, con fecha de 1599, se ordena su entrega a Céspedes, cosmógrafo mayor del Consejo de Indias, para que dé su parecer. Un año antes, Hernando de los Ríos había hecho llegar al Rey el instrumento y la primera parte del libro, con la explicación; la segunda parte, más laboriosa, prometía enviarla más tarde. En el manuscrito Uso del astrolabio y arte de navegar recoge su trabajo.

En 1594, desde Manila, tomó parte en la expedición de Gómez Pérez das Mariñas para la frustrada toma de Terrenate, y cuatro años más tarde, en la de Luis Pérez das Mariñas en otra expedición que salió de Cabite con dirección a Camboya, aunque al encallar la nave, Hernando de los Ríos se dirigió a Cantón; en el viaje fue realizando mediciones con su instrumento, para determinar la posición correcta de las Molucas. Regresó a Manila, de donde salió el 10 de julio de 1605, siendo procurador de las islas Filipinas, hacia Nueva España, donde tuvo que esperar a la flota para venir a España, en junio de 1606. Como experto navegante y cosmógrafo, le encargaron varios trabajos, junto a los demás cosmógrafos de la Casa de la Contratación de Sevilla. En 1610 fue consultado sobre el método de las agujas fijas propuesto por el portugués Luis Fonseca para determinar la longitud; se le comisionó para hacer las correspondientes observaciones en su navegación hasta Nueva España, y desde allí a Manila, poniendo de manifiesto su falsedad. Hernando de los Ríos fue anotando sus medidas y comparando la aguja ordinaria con la de Fonseca en Los derroteros o diarios del viaje desde Manila a Nueva España en 1605, continuando en 1606 de Veracruz hasta las expresadas 110 leguas del cabo de San Vicente, y desde Acapulco a Manila en 1611, manuscrito de la colección de J. Toribio Medina. En 1618 volvió a España, como procurador de las Filipinas, y en 1621 imprimió su Memorial sobre dichas islas y las Molucas.

Hernando de los Ríos construyó también una máquina para convertir agua salada en potable. En 1610 la examinaron en la Casa de la Contratación, y se trataba de un pequeño instrumento de cobre, de bajo coste “que en media hora y con poca leña podía endulzar tres azumbres de agua de muy buen gusto” (algo más de dos litros), por lo que se proponía que los navíos de la Carrera de Indias lo llevasen en sus viajes. Como geógrafo fue autor de la primera descripción española de Camboya.

 

Obras de ~: Memorial y relación para su Magestad del Procurador General de las Filipinas, de lo que conviene remediar y de las riquezas que ay en ellas y en las Islas de Maluco, Madrid, Viuda de Fernando Correa, 1621; Uso del astrolabio y arte de navegar y de la importancia de tomar un puerto en la China, s. l., s. f. (ms. en la Biblioteca Nacional de España); Hernando de los Ríos Coronel, Procurador General de la Filipinas y estados eclesiástico y secular. Memorial dirigido a S.M. en el que solicita que salga con la brevedad posible el socorro que manda aprestar para las Filipinas, s. l., s. f. (ed. facs., Almería, Granata, 1968).

 

Bibl.: M. Fernández de Navarrete, Disertación sobre la historia de la náutica y de las ciencias matemáticas, Madrid, Viuda de Calero, 1846 (ed. facs., Valencia, Librerías París- Valencia, 1998), págs. 263-270; Biblioteca marítima española, vol. I, Madrid, Viuda de Calero, 1851, pág. 645; W. E. Petana y P. Castells, catálogo de los documentos relativos a las Islas Filipinas existentes en el Archivo de Indias, Barcelona, 1936; J. T. Medina, Bibliografía española de las Islas Filipinas (1523-1810), Santiago de Chile, Imprenta Cervantes, 1897 (reed., Amsterdam, N. Israel, 1966, págs. 126-136, 314-315); U. Lamb, en J. M.ª López Piñero, Th. F. Glick, V. Navarro Brotóns y E. Portela Marco, Diccionario Histórico de la ciencia moderna en España, vol. II, Barcelona, Península, 1983, págs. 235-236; I. Vicente Maroto, “El arte de navegar”, en J. M.ª López Piñero (dir.), Historia de la ciencia y de la técnica en la Corona de Castilla, III. Siglos XVI Y XVII, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2002, págs. 347-381.

 

Isabel Vicente Maroto