Linás Aznar, José. Broto (Huesca), c. 1634 – Barcelona, 15.XI.1710. General de la Orden de la Merced (OdeM), arzobispo de Tarragona, consejero de Inquisición y jurista.
Sus padres eran Lorenzo y María, infanzones e hidalgos, que, siendo José muy niño, se establecieron en Zaragoza. Con la absoluta oposición paterna, José Linás ingresó en el convento zaragozano de San Lázaro, donde vistió el hábito mercedario el 28 de junio de 1650 y profesó el 24 de octubre de 1651 ante fray Juan Molina. Estudió Filosofía en su convento y Teología en Alcalá. Enseñó luego ambas disciplinas, alcanzando los grados de presentado y de maestro.
Fue, durante seis años, comendador de Tarazona, nombrado el 19 de abril de 1670 por el Capítulo de El Olivar, y renovado el 22 de abril de 1673, por el Capítulo de Barcelona; reparó muchas partes del convento, mejoró el sustento de los religiosos, dotó el coro de primorosa sillería doble de nogal y el templo de una preciosa custodia; a la par que fungía de calificador del Santo Oficio de Aragón y llegaba a miembro de la Junta Secreta del Supremo. Por unos meses, tuvo encomendado el cenobio zaragozano, parte de 1676 y de 1677.
En el Capítulo General de Guadalajara, celebrado el 17 de octubre de 1676, intervino como definidor general, mas luego fue designado vicario general para Italia y Sicilia y procurador general ante la Curia romana (1677-1682), obteniendo de Inocencio XI el rezo obligatorio de san Ramón Nonato en la Iglesia (22 de julio de 1677), la fiesta de los difuntos de la Merced (26 de noviembre de 1678), la confirmación de las indulgencias de las cofradías mercedarias (23 de diciembre de 1678), la ratificación del patronato de san Pedro Nolasco sobre Mallorca (30 de septiembre de 1679), la prohibición de vivir mujeres seculares en los conventos de monjas de San Fernando y de Alarcón (22 de diciembre de 1679 y 15 de febrero de 1680), la extensión de la fiesta de la Virgen de la Merced a todos los dominios del rey de España (18 de enero de 1680), el rezo de san Pedro Pascual en la Orden (22 de junio de 1680) y en las diócesis de Toledo, Valencia, Granada y Jaén (23 de febrero de 1682), el elogio del Papa a la fidelidad del obispo Sebastián de Velasco, que hizo una declaración contra los espectáculos taurinos (20 de julio de1681), el equiparamiento de los terciarios enclaustrados con los religiosos (8 de agosto de 1681), la revalorización de los terciarios seculares (22 de agosto de 1681), el oficio peculiar de san Pedro Nolasco (22 de noviembre de 1681), la apertura de las causas de canonización de fray Gundisalvo Díaz de Amarante (29 de diciembre de 1981) y de fray Pedro Urraca (18 de abril de 1682). Obtuvo reliquias y obras de arte italianas para San Lázaro.
El Capítulo General de Huesca, el 17 de octubre de 1682, lo puso al frente de la comisión de reforma de las Constituciones y lo señaló socio del general. El Capítulo de Calatayud, el 11 de mayo de 1685, lo hizo provincial, además de confirmarlo redentor, que había sido nombrado en 1679; visitó las comunidades, alentó a los religiosos, favoreció la observancia, envió a muchos de sus frailes a las universidades y les instó a opositar a cátedras, obteniéndose muchas plazas de maestros, doctores y catedráticos.
Muerto el general fray Francisco Antonio de Isasi, se tuvo Capítulo electivo en Huete el 1 de junio de 1686 y, con todos los votos menos el propio, fue sufragado 53.º superior de toda la Orden, siendo confirmado por Inocencio IX el 24 de julio. Su mayor ocupación fue elaborar nuevas constituciones, para lo que reunió una comisión de los religiosos más capacitados de cada provincia, con los que trabajó en sesiones diarias de tres y cuatro horas durante tres años, siendo su texto aprobado por Inocencio XII el 7 de diciembre de 1691 e impreso, por cuenta del general, al año siguiente en Zaragoza. Igual de habilidoso en la Corte madrileña que lo había sido en la romana, obtuvo para sus frailes que nueve de ellos fueran obispos, siete predicadores reales, uno teólogo de la Real Junta; mejoró los conventos de Roma, San Lázaro, Madrid (aquí hizo un costoso archivo), Córdoba, Palma (dio una buena suma para levantar la iglesia), San Ramón (casi costeó el templo), Barcelona, Lérida, Tarazona, Huesca, la Asunción de Sevilla, las casas de estudios de Alcalá (fabricó refectorio y muchas celdas) y Zaragoza (costeó casi en totalidad claustro, refectorio y librería).
Impulsó las redenciones de cautivos (de ciento catorce y de treinta y ocho en 1690, de ochenta y dos y de quinientos sesenta en 1691); imprimió obras de mercedarios, como la Opera Theológica Póstuma, del padre Juan Prudencio; puso las imágenes de los santos mercedarios en la madrileña Puerta de Alcalá. Habilísimo entre los dicasterios vaticanos, recabó bulas y privilegios (ocho de Inocencio XI, tres de Alejandro VIII, tres de Inocencio XII y dos de Carlos II), obtuvo oficio y misa de san Pedro Armengol (3 de febrero de 1683), la declaración de culto de santa María de Cervelló (9 de febrero de 1692). Editó los procesos para las beatificaciones de fray Gonzalo Díaz de Amarante y de fray Pedro Urraca, así como para las canonizaciones de san Pedro Armengol y de santa María del Socós.
Terminado su sexenio, el 24 de mayo de 1692, se encargó de la enfermería de San Lázaro, que él había construido. En este humilde servicio le encontró la presentación real, del 19 de mayo de 1694, para arzobispo de Tarragona, siendo designado por Inocencio XII el 11 de octubre de 1694; confiriéndose el palio el 8 de noviembre de 1694; recibiendo la consagración en el monasterio de Nuestra Señora de Escarp por el obispo ilerdense Miguel Molina el 6 de marzo de 1695. Entrando enseguida en su arquidiócesis, se aplicó de inmediato al pastoreo de su grey, por medio de visitas que inauguró en Portell con la bendición de la nueva iglesia de San Ramón Nonato.
Fue celoso del bien de las almas, comprometido con los pobres, espléndido para las cosas del culto divino, singularmente devoto de la pasión del Señor, austero consigo mismo y pobrísimo en el vestir y el boato del palacio arzobispal, pródigo con los cautivos (dejándoles un censo de 1.000 escudos), mercedarísimo pero abierto a otras Órdenes religiosas (estableció fundaciones para misiones anuales en su archidiócesis, ejercicios ignacianos y vocaciones jesuitas, así como 2.000 escudos a los dominicos para una cátedra de Moral y Teología), mariano (instó el rezo del rosario en las parroquias), evangelizador (dispuso catecismos para instrucción del pueblo), tan prudente para tomar decisiones como firme para ponerlas en práctica.
Celebró sínodo el 4 de mayo de 1704.
Murió en Barcelona el 15 de noviembre de 1710, y está enterrado en una tumba bajo las losas de la catedral tarraconense. Además de su producción literaria, el monumento que mejor perpetúa su recuerdo es la capilla que levantó para custodiar las reliquias de san Pedro Armengol en la Guardia dels Prats, cerca de Montblanch, ciudad ésta en cuyo convento mercedario también quedaron obras del sabio, emprendedor y austero arzobispo mercedario.
Obras de ~: Regula et Constitutiones Regalis Ordinis Beatae Mariae de Mercede, Zaragoza, typis Gasparis Thomae Martínez, 1692; Bullarium Coelestis ac Regalis Ordinis B. Mariae Virginis de Mercede [...] Cui accesit Cathalogus Magistrorum Generalium [...], Barcelona, ex tipografía Raphaelis Figueró, 1696; Cathecismo y Explicacion de la Doctrina Cristiana, sacado de la Sagrada Escritura y Santos Padres [...] y Carta exortatoria, Advertencias, y Reparos para los Rectores y Párrocos [...], Barcelona, por Rafael Figueró, 1704; Constitutiones Synodales Archidioecesis Tarraconensis, statutae et promulgatae in Synodo Diocesana, quam in sua Matropolitana Ecclesia celebravit D. D. Fr. Josepuhs Linas [...] Anno millesimo septingentesimo quarto, die quarta Madii, Barcelona, ex Tiy Raphaelis Figueró, 1704; Carta Pastoral dirigida al clero del Arzobispo de Tarragona, Barcelona, por Rafael Figueró, 1710.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Corona de Aragón, Monacales, Hacienda, vol. 2683, “Extracto de Capítulos generales”.
J. Linás Aznar, Bullarium caelestis ac regalis ordinis de Mercede, Barcelona, ex typographia Raphaelis Figueró, 1696; F. Neyla Martínez, Gloriosa Fecundidad de María en el campo de la Católica Iglesia. Descripcion de las Excelencias, è Ilustres hijos del Real Convento de San Lázaro, Barcelona, por Rafael Figueró, 1698; J. N. Cavero Pérez, Oración fúnebre [...] a la inmortal memoria del Ilustríssimo, y Reverendíssimo Señor D. Fray Josep Linás, Arzobispo de Tarragona, Primado de las Españas, Zaragoza, por Diego de Larumbe, 1711; G. Placer López, Bibliografía Mercedaria, vol. II, Madrid, Revista Estudios, 1968.
Joaquín Millán Rubio, OdeM
