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Vicente Bochons y Llorente

Biografía

Bochons y Llorente, Vicente. Valencia, 1845 – c. 1918. Maestro de obras.

La obra de este maestro incidía y coincidía con el momento de la renovación de gran parte de la ciudad de Valencia, que se extendía anexionando poblados periféricos y en la que se edificaba transformando viejos barrios intramuros, a la vez que se proyectaba otros en áreas del ensanche. De igual modo, conoció y aplicó muchos de los historicismos al uso de la arquitectura de la época y convivió con las vanguardias artísticas del momento, caso del movimiento modernista, introducidas a principios del siglo xx, al que contribuyó con oficio en edificaciones y portadas comerciales.

Vicente Bochons procede de una saga familiar cuyos antepasados habían gozado de la misma profesión. A los veintiún años comienza sus estudios en la Escuela Profesional de Bellas Artes de Valencia, cursando la carrera de maestro de obras entre 1866 y 1869, y revalidándola previo examen con un repente que consistió en la traza de un “Departamento destinado al servicio de caballerizas, cocheras, guadarnés y demás habitaciones y dependencias anexas al mismo correspondientes a la casa de un rico propietario”, obteniendo la calificación de aprobado por unanimidad y siéndole otorgado el correspondiente título en 1870.

Muchas fueron las edificaciones de carácter privado, algunas de gran singularidad, levantadas por Vicente Bochons en el término municipal de Valencia. Su clientela estuvo constituida por gentes que provenían de todos los estratos sociales, desde la alta burguesía, pasando por financieros y hacendados comerciantes, hasta la clase obrera. Obras suyas se hallan emplazadas en viejos barrios de la ciudad, en áreas del ensanche y en barrios periféricos, como los poblados de Benimámet, Benimaclet, Castellar y Pinedo, donde se erigieron muchas casitas para colonos.

Bochons, facultativo de acreditada formación académica, había trabajado de joven junto al arquitecto Joaquín María Tomás Calvo en la construcción de la Casa Hospicio de la Misericordia y de la iglesia aneja. Fue también un promotor ocasional de inmuebles junto a grandes rentistas como Zacarías Janini, Mustieles y Nolla, entre otros. Formó parte del patronato o cuerpo consultivo de La Protección Mutua, sociedad constructora de casas para obreros en Valencia, junto a los arquitectos Antonio Ferrer Gómez, Joaquín Arnau y José María Cortina Pérez, que fomentó la construcción de viviendas para obreros intelectuales, un tipo de viviendas de clase media a modo de casas-chalé con jardín y casa-habitación.

Entre los maestros de obras fue de los pocos artífices que evolucionaron influido por la corriente modernista. Así, incorpora elementos típicos de origen vienés en portadas de locales comerciales del centro de la ciudad y en edificios como la Casa Grau, proyectada por Peregrín Mustieles en 1905, y la casa para la marquesa de la Romana, obra suya de 1909.

Definidas etapas estilísticas y tipologías edificatorias se advierten en la arquitectura desarrollada por este maestro de obras, con manifiesto énfasis en torno a 1896 y el fin de siglo, momento en que tiene lugar si no lo más brillante, sí lo más sugestivo de su producción, con un elevado número de proyectos firmados. Una primera etapa vendría definida por su carácter ecléctico, basada en la arquitectura del “risorgimento” italiano, que toma como modelo en Valencia el palacete urbano difundido por Peregrín Mustieles (Casa Ibáñez, de 1906), evidenciado por Bochons en las residencias urbanas de clase acomodada construidas por encargo de Dolores Santisteban y Salvador Vives, ambas de 1889, con profusión de elementos decorativos de la Antigüedad clásica y del Renacimiento español, apariencia de lujo y ostentación.

Una segunda etapa queda determinada por el uso de un lenguaje historicista-romántico de fuerte raíz académica, con decoración de carácter capitalino en la que predomina el contraste entre los materiales (ladrillo barnizado, estucado, alicatado cerámico), caso de la casa para Miguel Costa, de 1896, su obra más emblemática por la rica policromía conseguida con el ladrillo, azulejo y hierro de fundición y en cuya parte interna y centro del edificio sobresale un cuerpo torreado sobre el que se sitúa un miramar; también de esta etapa son las casas para José María Codoñer, de 1898, y para Miguel Gil, de 1900, las dos de innegable atractivo estético, donde utiliza columnas de orden corintio sobre los balcones de la planta noble. El modelo que toma aquí en consideración distribuye en su alzado planta baja con zaguán en el centro, un primer piso jerarquizado con miradores en madera (de uno o tres cuerpos) y balcón de forja, segunda y tercera plantas, y ático con ventanas apaisadas. Con frecuencia los bajos son destinados a locales comerciales, la planta noble para morada de los propietarios y los pisos altos y habitaciones del ático para alquilar a dependientes y empleados de servicios.

Derivando de esa ensoñación romántica entreverada de modernidad, Bochons también desarrolla un mudéjar acaso entresacado de los libros de viajes, en los edificios construidos en Valencia, en la calle de Náquera, número 6, del año 1900, con molduras sobre los arcos resaltados de medio punto de los huecos protegidos por cubrepersianas de fundición, y en la calle del Conde de Montornés, número 6, en los que el protagonista es el ladrillo biselado rojizo.

Una tercera etapa, paralela a la anterior, está precisada por el modernismo que ningún otro maestro de obras valenciano se atrevió a acometer. Así, la decoración “sezessionista” es patente en las casas para Francisco Gimeno, de 1903; para José Vives Mora, de 1906; y para la marquesa de la Romana, de 1909; a las que cabe añadir la conclusión de la Casa Grau, en 1905, obra de Peregrín Mustieles.

Finalmente, una cuarta etapa neobarroca y neorrococó está marcada por la continuidad del pesado eclecticismo, de la que son ejemplo las casas para Domingo Gea, de 1905, y Francisco Puchol, de 1906, muy recargadas de ornamentación, con empleo de estípites y grandes alerones-artesón de madera, la segunda con columnas anilladas sobre los locales habilitados para bajos comerciales y el empleo de complejas estructuras de hierro que cierran los arcos de medio punto de sus fachadas.

Fue Vicente Bochons artífice de notable predicamento, aunque limitado —como fue característico de los maestros de obras— a la proyección de edificios de carácter privado.

 

Obras de ~: Casa para Manuel Atard, c/ Conde de Almodóvar, n.º 4, Valencia, 1881; Palacete para Dolores Santisteban, c/ Pintor Sorolla, n.º 13, Valencia, 1889; Palacete para Salvador Vives, Plaza del Correo Viejo, n.º 1, Valencia, 1889; Casa para J. B., c/ Guillén de Castro, n.º 161, 1889; Casa para Miguel Costa, c/ Quarte, n.º 163, con vuelta a Doctor Monserrat, n.os 30, 32 y 34, Valencia, 1896; Casa para José María Codoñer, c/ Editor Manuel Aguilar, n.º 7, Valencia, 1898 (derribada); Casa Juan Lluesma, c/ Náquera, n.º 6, Valencia, 1900; Casa para Miguel Gil, Paseo de Ruzafa, n.º 8, Valencia, 1900; Casa de recreo para María Blasco y Cacho (chalé de Blasco Ibáñez), c/ Isabel de Villena, n.º 159, junto a la Playa de la Malvarrosa, Valencia, 1902; Casa para Antonio López Mateu, c/ Ruzafa, n.º 22, Valencia, 1903; edificio de viviendas para Domingo Gea, c/ Pintor Domingo, n.º 29, Valencia, 1905; Casa para Francisco Puchol y Carbonell, c/ Guillén de Castro, n.º 31, Valencia, 1906; edificio de viviendas para Cristín Vicente Gascó Bochons, c/ Hospital, n.os 12 y 14, Valencia, 1909-1913; otros edificios en las poblaciones de Benicassim y Navajas (Castellón).

 

Bibl.: D. Benito Goerlich, La arquitectura del Eclecticismo en Valencia. Vertientes de la arquitectura valenciana entre 1875 y 1925, Valencia, Ayuntamiento, 1983, págs. 136, 251, 323 y 358-359; F. J. Delicado Martínez, “El maestro de obras Vicente Bochons (Valencia, 1845-c. 1918)”, en Archivo de Arte Valenciano (Valencia, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos), n.º 74 (1993), págs. 118-141.

 

Francisco Javier Delicado Martínez