Técnico municipal de la villa de Talavera de la Reina, es, con toda probabilidad, el artífice de la mayor parte de los edificios talaveranos durante más de medio siglo (1869-1923). En 1924, el arquitecto municipal era ya Francisco Pérez del Pulgar, que sustituyó a Gómez Pulido a la muerte de éste, nonagenario ya, al caerse de un caballo.

El perfil estilístico de Gómez Pulido no permaneció estable. Al principio fue clasicista al modo francés, al modo de como se trabajaba en Madrid, para luego asimilar un talante ecléctico, más tarde modernista y, en su última época, regionalista. Pero Gómez Pulido era, ante todo, un tradicionalista que manejaba a la perfección los resortes del neomudéjar y los motivos ornamentales cerámicos, de tanto arraigo en la ciudad del Tajo. En cualquiera de sus fases creativas, siempre dejó un hueco a estas dos técnicas, a estas formas de concebir la arquitectura como un arte, que insertaba en su repertorio en el momento adecuado. [...]