Ayuda

Diego Mexía de Fernangil

Biografía

Mexía de Fernangil, Diego. Sevilla, s. t. s. XVI – ¿Potosí (Bolivia)?, 1617 post. Mercader, poeta y traductor.

Proveniente de una familia de libreros sevillanos, Diego Mexía de Fernangil pasó al Perú en 1582, probablemente enviado como corresponsal. Nada se sabe de él hasta 1593, cuando aparece consagrado al comercio y avecindado en Lima, aunque viajando extensamente por el Perú y el Alto Perú. Poco se conoce de su vida familiar, salvo que casó en algún momento con María de Villalva (nacida en 1575) y tuvo con ella una hija, María Magdalena, en 1596.

Si bien el comercio de libros parece haber sido sólo una de las actividades a las que se dedicaba, su viaje a la Nueva España ese mismo año puede haber estado motivado por el negocio familiar. El viaje es poetizado por Mexía mismo en el “Prólogo al lector” de su Primera Parte del Parnaso Antártico, al elevarlo a la calidad de factor desencadenante de su vocación literaria. En él narra cómo, habiendo naufragado en el puerto de Sonsonate (México), compró a un estudiante Las Heroidas de Ovidio y, para pasar el rato, se dedicó a traducirlas: tres meses después, al llegar a México-Tenotchtitlan, había completado catorce de las veintiuna epístolas, y acabó de traducir el resto y otra obrita del mismo autor, la Invectiva contra Ibis, durante su estadía en esa ciudad, que fue de al menos un año. La obra revela el dolor del exilio y la actitud propia del humanista en sus quejas contra la barbarie, no la de los indígenas, sino la de los propios peninsulares, que han abandonado el culto a las artes y sólo velan por su propia ganancia.

Entre 1600 y 1606 se encontraba como residente en Lima, aunque viajó con frecuencia a Potosí (Bolivia) por exigencias mercantiles. Para 1602 acabó de pulir su Parnaso Antártico y en abril de ese año extendió desde Lima poder a su padre, su hermano y su cuñado, así como a Pedro de Avendaño, para que pidieran licencia a fin de imprimir la obra, que envió a España con este último. Ya fuera para vigilar la impresión o por otros motivos, estaba listo para partir en 1606. Se carece de datos sobre su estancia allí, y en abril de 1608 se encontraba nuevamente en Lima.

Se hallaba, pues, en Los Reyes cuando ocurrió el terremoto del 19 de octubre de 1609 y al morir san Francisco de Solano el 14 de abril de 1610. Antes del 8 de noviembre emprendió con su familia la partida, definitiva, a Potosí. En la dedicatoria al príncipe de Esquilache de la Segunda Parte del Parnaso Antártico aduce haber tomado la decisión después de ocho años de graves dificultades en los negocios, en espera de que pasara la tormenta. No se dispone de noticias acerca de su suerte en la Villa Imperial, aparte de lo que él mismo cuenta en los preliminares de la obra citada, donde se muestra como hombre que se ha retirado del mundo para dedicarse al cultivo de las letras. A la práctica de la traducción, que dice continuar, se añade ahora la de la creación a secas, pues esta segunda parte reúne doscientos sonetos de Mexía sobre la vida de Cristo, compuestos para acompañar las imágenes del jesuita Jerónimo de Nadal y otras composiciones de corte religioso, entre ellas dos églogas.

El manuscrito, fechado en Potosí en 1617, revela que el Tribunal de la Inquisición le había confiado la visita y corrección de libros, y es el último rastro que se posee de Mexía.

 

Obras de ~: Primera parte del Parnaso Antártico de obras amatorias. Con las 21 Epistolas de Ovidio, i el in Ibin, en tercetos, Sevilla, Alonso Rodríguez Gamarra, 1608 (ed. facs. e introd. de T. Barrera, Roma, Bulzoni Editore, 1990); Segunda parte del Parnaso Antártico de diuinos Poemas, 1617 ant. (ms.).

 

Bibl.: G. Lohmann Villena, “Alcances biográficos...”, en Mar del Sur (Lima), VI (mayo-junio de 1951), 17, págs. 51- 52; J. de la Riva-Agüero, “Diego Mexía de Fernangil y la segunda parte de su Parnaso Antártico, en Estudios de literatura peruana. Del Inca Garcilaso a Eguren, recop. y notas de C. Pacheco Vélez y A. Varillas Montenegro, Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, 1962, págs. 107-163; A. Pociña, “El sevillano Diego Mexía de Fernangil y el humanismo en el Perú a finales del siglo XVI”, en Anuario de Estudios Americanos, XL (1983), págs. 163-184; S. V. Rose, “‘Un latinista andaluz indianizado’: Diego Mexía de Fernangil y la translación de la cultura humanística a las Indias”, en R. M. Loureiro y S. Gruzinski (eds.), Passar as fronteiras/Traverser les frontières. II Colôquio sobre mediadores culturais, Lagos, 9-11 Outubro, 1997, Lisboa, Fundación Gulbekian, 1997, págs. 395-406; T. Barrera, “Humanistas andaluces en América en el siglo XVI”, en G. Sabat de Rivers (ed.), “Esta, de nuestra América pupila: Estudios de Poesía Colonial” (número monográfico de Calíope), en Journal of the Society for Renaissance and Baroque Hispanic Poetry (Houston), IV (1998), 1-2, págs. 20-28.

 

Sonia V. Rose