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Diego González de Medina Barba

Biografía

González de Medina Barba, Diego. Burgos, c. 1550 – 1600. Militar y tratadista de fortificación.

Se sabe muy poco de la vida de este militar que dejó uno de los tratados de fortificación escritos en español en el siglo XVI. Según el archivo familiar (fondo condes de Castilfalé, Archivo Municipal de Burgos), fue hijo primogénito de Diego González de Medina y de María Barba, casados hacia 1549.

De familia con buena posición económica, él fue el heredero y sucesor del mayorazgo fundado por su padre. En un documento del Archivo General de Simancas del año 1583, dice llevar sirviendo al Rey desde hacía más de dieciséis años en Flandes, en las armadas de Levante y en Portugal, lo que lleva a concluir que fue hacia 1567 cuando comenzó su carrera militar. De hecho, en la dedicatoria del tratado a Felipe III —porque se esperó a publicarlo en el nuevo reinado, pese a estar acabado en abril de 1598— escribe que ha estado “en muchas ocasiones, en diferentes partes”, al servicio del Rey. Sin duda, tantos años en el ejército justifican que por “aver visto, oydo y leydo en los mejores autores desta profesión” sobre fortificación se sintiera autorizado a escribir su Examen de fortificación. Un título que tanto en la aprobación como en la licencia de impresión se alarga para ser “Examen de fortificación de príncipes”.

De hecho, es un diálogo entre un príncipe y un maestro de la profesión, que va contestando a todas sus preguntas.

En su tratado defiende la necesidad de que el Rey fortifique sus ciudades en las fronteras para defensa de vidas y bienes, recordando que la defensa es algo católicamente permitido. Para la historia del urbanismo es una buena fuente, puesto que para las ciudadelas da las medidas que han de tener la iglesia, los cuarteles —concebidos como casas de dieciséis pies cuadrados y once de alto, con “una cama para dos, y una mesa, y un arca, y un banco y una tinaja”— los almacenes, las calles —de cincuenta pies de ancho las que van a los baluartes, y de treinta las que van a las cortinas— o el largo de esas cortinas. Defiende el uso del pie castellano geométrico, que es el que se usó en la fábrica del monasterio de El Escorial. Afirma que “quien sabe no ha de estar atado a solo lo escrito, sino a imaginar, e inventar de suyo con estos principios”, que es en definitiva lo que diferenciaba al verdadero ingeniero del mero estudioso. Conoce bien, por lo tanto, los parámetros en los que se mueve la excelencia de la ingeniería en su tiempo, que unen la ciencia a una imprescindible experiencia. A diferencia de otros tratadistas, no cita los autores que ha utilizado, “pues es cierto, que ninguna cosa se puede decir que no esté ya dicha y particularmente en esta materia”. A falta de un estudio comparativo con tratadistas europeos, lo que se pone de manifiesto de inmediato es la coincidencia que hay en muchas cuestiones con el tratado de Cristóbal de Rojas publicado un año antes: el largo de las cortinas debe ser de entre trescientos y cuatrocientos pies, y Rojas da la medida de trescientos sesenta; coinciden en los cuarenta pies de alto de la fortaleza y en que la mejor forma es la pentagonal, en lo que sin duda ambos tienen presente el modelo de la ciudadela de Pamplona con sus precedentes de Turín y Amberes. En relación con el tratado de Rojas es de reseñar que González de Medina Barba incorpora, como solución frente a la artillería, el baluarte inventado por Rojas, redondo en la parte superior y en ángulo la inferior.

 

Obras de ~: Examen de fortificación, Madrid, Imprenta del Licenciado Várez de Castro, 1599.

 

Bibl.: A. Cámara Muñoz, “Tratados de arquitectura militar en España. Siglos xvi y xvii”, en Goya, n.º 156 (1980), págs. 338-345; A. I. M. Carvajal, “La ciudad militar en dos tratados de fortificación del siglo xvi”, en La ciudad hispánica durante los siglos xiii al xvi, Madrid, Universidad Complutense, 1985, págs. 55-60; A. Cámara Muñoz, “Città e difessa dei regni peninsulari nella Spagna imperiale”, en C. de Seta y J. le Goff, La città e le mura, Bari, Laterza, 1989, págs. 80-105; “La fortificación de la ciudad en los tratados del siglo xvi”, en VV. AA., Tiempo y espacio en el arte. Homenaje al profesor Antonio Bonet Correa, Madrid, Editorial Complutense, 1994, págs. 685-696; A. Bravo Nieto, “La racionalización del espacio defensivo en el Renacimiento. Dos tratados de arquitectura militar en España”, en Boletín de Arte, Universidad de Málaga (1994), págs. 69-89; A. Cámara Muñoz, Fortificación y ciudad en los reinos de Felipe II, Madrid, Nerea, 1998.

 

Alicia Cámara Muñoz