Ramos del Manzano, Francisco. Conde de Francos (I). Vitigudino (Salamanca), 25.II.1604 – Madrid, 19.II.1683. Catedrático de Prima de Leyes en la Universidad de Salamanca, maestro de Carlos II, plenipotenciario en la Paz de los Pirineos, jurista e historiador.
De familia noble y acomodada, según se desprende de una facultad para fundar mayorazgo, concedida por el rey Carlos II. Su padre fue el licenciado Francisco Ramos y su madre María Portillo, poseedora de un mayorazgo. Los primeros años de su vida trascurren en su villa natal, hasta que pasó a la Universidad de Salamanca, en 1616, cuando, con doce años, hace un examen de gramática para pasar a estudiar ciencias. Después fue recibiendo, en rápida sucesión, los siguientes grados académicos: bachiller en Cánones, el 27 de abril de 1620, y en Leyes el 11 de junio de 1624. En el Libro de Grados y Juramentos se consigna que era natural de “Alvitigudino”, pero cuando el 14 de noviembre de 1628 es nombrado catedrático de Código, se dice que el elegido fue el doctor Francisco Ramos del Manzano, natural de Salamanca; a partir de ese momento siempre se le hará natural de Salamanca. El mismo año de 1624, le fueron otorgados los grados de licenciado y doctor en Leyes; finalmente, ese mismo año, siendo ya doctor, a los dieciocho años de edad, fue inscrito en el Consejo Real de Castilla por orden de Felipe IV. A partir de aquí, su carrera académica continúa progresando rápidamente, desempeñó las Cátedras de Digesto Viejo, hasta el 19 de diciembre de 1632, en que por voto de estudiantes, pasó a la de Víspera de Leyes, y por último, también por voto de estudiantes, accedió a la de Prima de Leyes el 16 de abril de 1641, cuando tenía treinta y seis años.
En diciembre de 1644, acaba su vida académica, a los treinta y nueve años; en esa fecha fue nombrado presidente del Senado Extraordinario de Milán, que implicaba, también, los cargos de superintendente de la Justicia del Ejército y el de miembro del Consejo Secreto de aquel estado. El nombramiento le obliga a abandonar su Cátedra salmantina y trasladarse a Madrid, donde, sucesivamente será Regente del Consejo de Italia, Consejero del Real de Castilla y del de Cruzada, Junta de Millones y de Competencia, y Presidente del Consejo de Hacienda.
En 1659, Felipe IV le ordena escribir un memorial sobre “la provisión de los obispados vacantes en la corona de Portugal y derechos de su majestad a aquella corona”, informe que sería impreso y enviado a su santidad Alejandro VII. También, ese mismo año, por decreto de 20 de junio, se le ordena que asista, como plenipotenciario, al congreso de las paces de los Pirineos, que habría de firmarse con Francia. Su misión sería la de ajustar las capitulaciones matrimoniales que se ajustarían entre ambas coronas. De este acontecimiento data su escudo de armas. Por otro decreto de 24 de abril de 1661, se le nombra cronista oficial del reinado de Felipe IV, aunque nuevas ocupaciones y trabajos le impidieron escribir dicha crónica, ya que en 1662, tiene que ocupar el puesto de Presidente del Consejo de Indias, por ausencia de su titular Gaspar de Bracamonte, conde de Peñaranda; durante dos años ocupó esta presidencia, y en enero de 1665 se le ordenó volver al Consejo de Castilla.
Muerto Felipe IV, la reina regente, Mariana de Austria, en 1667, nombra a Ramos del Manzano, maestro del Rey. Como consecuencia de este nombramiento y para mejor cumplir su cometido escribirá su obra: Reinados de menor edad y de grandes Reyes, apuntamientos de Historia. Ese mismo año, se le encarga responder al Manifiesto de Francia, mediante el cual Luis XIV reclamaba algunos territorios en los Países Bajos, basándose en la ley de Devolución vigente en el Brabante. Este será su último servicio a la Monarquía, escribiendo una de sus obras capitales: Respuesta de España al tratado de Francia sobre las pretensiones de la Reyna Cristianísima.
Ramos del Manzano tomó parte en las conspiraciones tramadas para elevar al valimiento del Rey a Juan José de Austria, en sustitución de la Reina madre.
Como consecuencia del fracaso de la primera tentativa, fue desterrado de la Corte. El triunfo de la segunda significó su vuelta y el encumbramiento definitivo en la sociedad y nobleza de su tiempo, así por un Real Decreto de 1667, se le hace merced del título previo de Vizconde, dándole la jurisdicción, señorío y vasallaje sobre el lugar de Francos, y poco después, ese mismo año, un nuevo real decreto le concede el título de conde de Francos para sí y sus sucesores.
Al inicio de su carrera académica, contrajo matrimonio con María del Manzano, viuda sin hijos y prima hermana suya, con la cual tuvo cinco hijos: Juan Francisco, Francisco Antonio, Jerónimo, María Teresa y Ana Antonia. Su longevidad le hizo ser testigo de la muerte de su mujer y sus cuatro hijos mayores. Este rosario de muertes, debieron influir en su decisión de abrazar el orden sacerdotal en los últimos años de su vida. Murió el 19 de febrero de 1683, siendo trasladado a Salamanca y enterrado en la parroquia de San Julián.
Obras de ~: De Usufructo Municipibus Legato, Salamanca, 1623, en cuarto. Disertationem extemporaneam de Domiticis et Protectoribus, Salamanca, 1629, 10 libros; Consultación sobre qué es indispensable para el matrimonio del primer grado de afinidad en la línea oblicua, Salamanca, 1644; Memorial a Nuestro Santisimo Padre Alejandro VII, sobre la provisión de iglesias que están vacantes en la corona de Portugal, Madrid, 1659, en folio (2.ª ed. en italiano por Egidio Longo, Nápoles 1661); Respuesta de España al tratado de Francia sobre las pretensiones de la Reyna Cristianísima, Madrid, impreso por la viuda de Juan Valdes, 1667; 2.ª ed. en 1668; Reinados de Menor Edad y de Grandes Reyes. Apuntamientos de Historia, Madrid, 1672; Ad Leges Juliam et Papiam et quae ex libris Jurisconsultorum fragmenta ad illas inscribuntur. Comentarii et reliquationes, Madrid, Imprenta Real, 1678, incluye un grabado con el escudo de armas y retrato del autor.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico de Protocolos, Madrid. Protocolo n.º 11.536, año 1683; Archivo Universidad de Salamanca, Libro registro de Cátedras, años, 1624 y 1628.
N. Antonio, Bibliotheca Hispana Nova, t. I, Madrid, Joaquín Ibarra, 1783 (2.ª ed), págs. 464-465; E. Esperabe Arteaga, Historia pragmática e interna de la Universidad de Salamanca, t. II, Salamanca, Francisco Núñez Izquierdo, 1917, págs. 461; Duque de Maura, Vida y reinado de Carlos II, vol. II, Madrid, Espasa Calpe, 1954 (2.ª ed.), pág. 211; A. Martínez Ruiz, Francisco Ramos del Manzano, testigo de la crisis del siglo xvii, 1604-1683, tesis doctoral, Granada, Universidad, 1980; “Carlos V en la obra de don Francisco Ramos del Manzano”, “La última polémica Hispano-francesa del siglo xvii” y “Francisco Ramos del Manzano y la educación de Carlos II”, en Chronica Nova, n.os 10, 11 y 12 (1979, 1980 y 1981), págs. 249-261, págs. 246-268 y págs. 127-143, respect.
Adolfo Martínez Ruiz
