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Roberto Muñiz Rodríguez

Biografía

Muñiz Rodríguez, Roberto. Avilés (Asturias), 8.X.1739 – ?, c. 1803. Monje cisterciense (OCist.), erudito, historiador y escritor.

Quizá sea este monje asturiano el más conocido por investigadores nacionales y extranjeros que se ocupan de la historia del Císter, debido principalmente a su Biblioteca Cisterciense Española, en la cual recoge más de trescientos escritores españoles y portugueses, obra que aún no ha sido superada, y que bien pudiera haber servido de modelo a algunas otras modernas de la misma índole, que no han seguido una metodología tan certera y orientadora.

Se ignora la mayor parte de su vida, pues nadie, hasta ahora, se ha ocupado de elaborar una biografía algo completa sobre él. No debe extrañar, ya que a partir de su muerte, las continuas revoluciones en el siglo XIX, la total dispersión de los religiosos en 1835, y la pérdida de la mayor parte de los archivos monásticos impidió que nadie facilitara datos de su vida. Los últimos treinta y cinco años de la Congregación Cisterciense de Castilla son los menos estudiados y conocidos.

Sus padres se llamaron José Muñiz Álvarez y Ana Rodríguez Menéndez de los Reyes, quienes habían contraído matrimonio el 2 de mayo de 1718. Fue el menor de tres hermanos. Le pusieron el nombre de Antonio Dionisio. Ningún detalle más se conoce sobre su familia ni sobre su niñez ni los estudios que realizó; sólo consta que pronto —a los dieciséis años— manifestó deseos de abrazar la vida religiosa del Císter.

Ingresó y recibió el hábito en el Monasterio de Matallana (Valladolid) el 13 de mayo de 1755, cuando regía la abadía fray Cayetano Cabezón.

Cambió el nombre de pila por el de Roberto, en memoria del santo fundador del monasterio. Terminado el noviciado fue admitido a la profesión, que en aquellos tiempos era única, es decir, el candidato que había dado pruebas de auténtica vocación, una vez admitido por los sufragios de todos los monjes profesos, hacía sus votos solemnes, porque no se conocía entonces la profesión temporal, que se comenzó a hacer por un trienio en los primeros años del siglo XX.

Habiendo dado pruebas inequívocas de haber tomado la vida religiosa en serio, y una vez cerciorados los superiores de sus buenas disposiciones para las letras, trataron de darle una formación más completa, enviándole a los distintos colegios que tenía la Congregación a la sombra de las Universidades de Salamanca y Alcalá, de los que salió con sólidos cimientos en filosofía y teología, aunque quizá su predilecciones se dirigieron al campo histórico, en el que descollaría más tarde, sin descuidar otras materias, como lo demostró en los servicios que le confió la Orden, y que fueron de gran responsabilidad. Se supone que la primera salida para estudios debió de ser al Monasterio de Santa María de Meira, en la provincia de Lugo, donde radicaba el Colegio de Filosofía, cantera de sabios desde los comienzos de su fundación alrededor de 1600. También el novel monje echó allí profundos cimientos en filosofía, teología y cánones, a juzgar por los problemas con que tuvo que enfrentarse a favor de las monjas cistercienses.

Al finalizar los cursos de Filosofía se cree que se trasladó al Colegio de Salamanca para estudiar Teología, habiendo aprovechado bien el tiempo; y así, al finalizar su formación literaria comenzó a dar fruto en los diversos cargos de responsabilidad que se le confiaron. Puede decirse que éstos ya no le dejaron libre hasta la hora de la muerte.

No hay noticias de todos los cargos que desempeñó.

Sólo se sabe que su primer nombramiento importante fue el de abad por un cuatrienio en 1776, para el Monasterio de Rioseco, al noroeste de la provincia de Burgos. En 1784 se hallaba desempeñando el mismo cometido en el de Sacramenia, al noreste de la provincia de Segovia; y por fin poco después, en 1787, pasó a regentar la Abadía de San Martín de Castañeda, junto al lago de Sanabria (Zamora). Este monasterio, en aquellos tiempos, era colegio de distinguidos, es decir, a él solía mandar la Congregación a aquellos jóvenes más capacitados para que recibieran una formación especializada, antes de lanzarles a ocupar puestos de responsabilidad, lo que suponía en el abad una formación cultural de primer orden, por el hecho de presidir y ser responsable de la formación de esos monjes más dotados en letras. Según el tumbo de dicho monasterio, se interesó por él todo cuando le fue dado, enlosando la iglesia y mandando construir los retablos de San Roberto y San Roque, al par que mandó esculpir la imagen de Santa Bárbara.

Su excelente preparación, unida a las grandes virtudes monásticas, hizo que los períodos que le dejaba libre el régimen de las abadías, le destinara la Orden para otras misiones importantes, como fueron las capellanías de las religiosas unidas a la Congregación de Castilla, haciendo de confesor y administrador de sus haciendas. Sobre todo, consta que le confiaron monasterios de notable relieve histórico, como fueron Las Huelgas Reales de Valladolid, el desaparecido Monasterio de Belén, en la misma ciudad y el de Las Huelgas de Burgos, donde permaneció más tiempo por razón de los grandes problemas que allí debió solucionar. También desempeñó otras funciones, como fue la visita regular a algunos monasterios de monjas. Hay noticia de su paso en 1802, como visitador, por el Monasterio de Carrizo. Debió de ser el último servicio prestado a la Orden, cuando seguía de confesor en Las Huelgas de Burgos, pues al ser el monasterio filiación de Las Huelgas, cuyas abadesas hacían las visitas regulares a sus filiaciones hasta el Concilio de Trento —que impuso mayor rigidez en la clausura—, comenzando entonces las abadesas a recurrir a otros visitadores, de ordinario de sus capellanes, que solían ser monjes.

Fue Muñiz el último historiador importante que tuvo el Císter español. Los monjes actuales —al igual de todos los amantes del Císter que se ocupan de estudiar la Orden y su patrimonio cultural— son muy deudores a la gran obra escrita que legó.

Su obra escrita se compone de ocho tomos, todos con el título genérico Médula histórica cisterciense, al que sigue otro en el mismo estilo, que lleva como título Biblioteca Cisterciense española. En este último recoge todos los escritores cistercienses de España y Portugal, así como de las Órdenes Militares de ambos países.

El capítulo general de la Congregación de Castilla celebrado en Palazuelos en 1803 dice así en una de sus definiciones: “Declaró el Capitulo General por Anciano de Orden de los de Justicia al Padre Fray Roberto Muñiz hijo del Monasterio de Matallana”. Esta distinción, concedida a título póstumo, manifiesta la más alta consideración y reconocimiento de méritos para un monje de la Congregación, y que muy pocos ostentaron.

 

Obras de ~: Medula historica cisterciense: origen, progresos, meritos y elogios de la Orden de Cister: noticia sucinta de las Congregaciones, Reformas y Ordenes Militares, que siguen su instituto con las vidas de todos sus Fundadores, y Reformadores, t. I, Valladolid, Imprenta de D. Thomás de Santandér, 1781; Medula historica cisterciense, t. II, Valladolid, Imprenta de D. Tomás de Santandèr, 1782; Medula historica cisterciense, t. III, en el que se compendian las vidas de algunos Santos Apostoles Martires, Abades, y Confesores de la orden del Cister, Valladolid, Imprenta de la Viuda de D. Tomás de Santander, 1784; Medula historica cisterciense, t. IV, en el que se da una sucinta noticia del origen, progresos, congregaciones y Reformas de las monjas Cistercienses, llamadas comunmente de San Bernardo, Valladolid, Imprenta de la Viuda de D. Tomás de Santander, 1785; Médula histórica cisterciense, t. V, dividido en dos libros, en el primero se da noticia de la fundación, gracias, privilegios y preeminencias del Real Monasterio de Huelgas de Burgos, Valladolid, Imprenta de la Viuda de Don Tomás de Santander, 1786; Medula historica cisterciense, t. VI, origen, progresos, meritos y Prerrogativas de la inedita noticia de Calatrava de la orden del Cister, con un catálogo Genealogico de sus Maestres, Valladolid, Imprenta de la Viuda de Santander, 1787; Medula historica cisterciense, t. VII, origen, progresos, meritos y prerogativas de la inedita milicia de Alcántara de la orden del cister, con un catálogo genealogico de sus Maestres, Valladolid, Viuda é Hijos de Santander, 1789; Medula historica cisterciense, t. VIII, Valladolid, Viuda é Hijos de Santander, 1791; Biblioteca Cisterciense española, en la que se da noticia de los Escritores Cistercienses de todas las Congregaciones de España, y de los de las Ordenes Militares que siguen el mismo Instituto, con la expresion (en la mayor parte) del Lugar de su nacimiento, Empleos, Honores y Dignidades, igualmente que el de sus Obras tanto impresas como m. ss., Burgos, Don Joseph de Navas, 1793.

 

Bibl.: D. Yáñez Neira, “Bicentenario de la muerte del P. Muñiz (1803-2003)”, en Cistercium, LV (2003), págs. 725-747; F. R. de Pascual, “Homenaje al P. Roberto Muñiz: aportaciones a los estudios sobre cistercienses españoles y perspectivas para el futuro”, en Cistercium (2003), págs. 747-769.

 

Francisco Rafael De Pascual, Ocist.