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Juan García de Salazar

Biografía

García de Salazar, Juan. Tuesta (Álava), 12.II.1639 – Zamora, 8.VII.1710. Maestro de capilla y compositor.

Alavés de nacimiento, Juan García de Salazar es una de las personalidades más significativas del barroco musical español. Genuino representante del estilo antiguo en la música religiosa española del siglo xvii y autor de una prolífica producción, su obra anuncia, sin embargo, rasgos típicos del estilo moderno o barroco propiamente dicho.

Las primeras noticias musicales de García de Salazar están documentadas en la catedral de Burgos como mozo de coro, junto a su hermano Simón, aunque datan de una fecha tan tardía como 1659. Su formación musical en Burgos corrió a cargo del entonces maestro de capilla de la catedral, Francisco Ruiz Samaniego.

Dado que se trataba de uno de los maestros más célebres en la España de su época, se deduce la extraordinaria preparación técnica que debió de recibir Salazar de su maestro durante los años que estuvo bajo su tutela musical. En 1661, habiendo quedado vacante el puesto de maestro de capilla en la Universidad de Vitoria debido al despido de Juan Antoñanzas, se solicitó asesoramiento al entonces maestro de capilla de la catedral de Burgos, a la sazón Francisco Ruiz Samaniego, quien recomendó a su discípulo Juan García de Salazar; sin embargo, éste no tomó posesión del cargo, sin que se conozcan las causas de este hecho. Ese mismo año se alzó con el magisterio de la colegiata de Toro, donde sólo permaneció en el cargo año y medio debido al escaso salario y a las reducidas posibilidades de la capilla musical de Toro (doce músicos entre cantores y ministriles). Tras su breve paso por Toro, se trasladó en mayo de 1663 a Burgo de Osma, donde permaneció por espacio de cinco años. Su antecesor en el magisterio había sido el zamorano, natural de Benavente, Alonso Torices, que había abandonado Burgo de Osma para trasladarse a Sigüenza, y que se convertirá asimismo en antecesor de García de Salazar en la catedral de Zamora.

Gracias a la documentación aportada por las actas capitulares de Osma se sabe que las condiciones en que vivía el compositor eran muy modestas, ya que tenía a su cargo a su madre y varios “hermanos pobres”. También se conoce el hecho de que, para la composición de villancicos de Navidad y del Corpus, Salazar recibía un salario aparte. Las actividades musicales de Salazar en Burgo de Osma son las propias de un maestro de capilla en la España del siglo xvii: ensayaba e intervenía en la liturgia al frente de la capilla compuesta por cantores y ministriles, componía nuevas obras para las festividades religiosas de la catedral, examinaba y aprobaba la entrada de nuevos cantantes o instrumentistas, recomendaba la inclusión de nuevos músicos y asimismo se encargó de la reorganización del archivo de música.

Al cabo de cinco años ininterrumpidos de magisterio al servicio de la catedral de Burgo de Osma, el 13 de junio de 1668 pidió permiso para tomar parte en las oposiciones de la catedral de Zamora, cuyo magisterio había quedado sin ocupar durante año y medio. En un principio el Cabildo zamorano renunció a cubrir la plaza sin el tradicional recurso de las oposiciones públicas y se ofreció el cargo al maestro de capilla de la catedral de Palencia, Andrés Barea, propuesta que fue rechazada por éste, lo que obligó al Cabildo a emitir edictos el 30 de abril de 1668. Como examinador actuó el maestro de Salamanca, Juan de Torres Rocha, teniendo García de Salazar como contrincantes a opositores de Madrid, Navarra y Toro. Las mismas actividades que desarrollaba en Burgo de Osma las ejerció en Zamora. Además, aconsejaba al Cabildo sobre el costo de las copias de diferentes obras musicales. Durante su mandato los villancicos desempeñaron un decisivo papel en la liturgia de la catedral zamorana, hecho que explicaría su dedicación a esta tarea, debido a la obligación de componer villancicos nuevos para las más solemnes festividades: Navidad, Corpus o la festividad del patrón de Zamora. Por la solemnidad con que se interpretaban dichos villancicos y por el hecho de que no podían repetirse los compuestos en años anteriores, el maestro de capilla solicitaba autorización al Cabildo —costumbre, por otra parte, habitual en la mayor parte de las catedrales e iglesias españolas— para no tener que hacer frente a sus obligaciones diarias (ensayos y actuaciones con la capilla, enseñanza de los mozos de coro, etc.) y poder concentrarse de esta manera en la composición de tales obras.

A finales del siglo xvii se constata la presencia del violín en la catedral de Zamora, el cual comenzó a inundar la música catedralicia española hasta el punto de que a comienzos del siglo xviii la mayor parte de las capillas musicales en nuestro país contaban con este instrumento. La presencia del violín en Zamora queda confirmada en 1699 con motivo de la admisión de un tenor, Baltasar Caballero, sobre el que Salazar destacó que también sabía tocar el violín. Por otra parte, no eran raros los conflictos entre maestro y músicos: en determinadas ocasiones se quejó Salazar de que algunos cantores no le obedecían; en otras se llegó a despedir a un tenor, Felipe Seara, “por haber perdido el respeto al maestro de capilla”. En otra ocasión el compositor denunció en 1688 que varios músicos habían actuado fuera de la catedral, algo generalmente prohibido por los Cabildos catedralicios, pero que constituía la única manera de aumentar los recursos pecuniarios de los integrantes de la capilla musical. Cuando se transgredía esta norma, no se dudaba en expulsar a los afectados o bien se les imponía una multa. Tras cuarenta y dos años de fructífero magisterio en la catedral de Zamora, Juan García de Salazar falleció el 8 de julio de 1710.

Gracias a los cuarenta y siete años de intensa dedicación a la composición vocal, repartidos entre Burgos, Toro, Burgo de Osma y Zamora, Juan García de Salazar nos ha legado un corpus musical extraordinario, que lo convirtió en uno de los más eximios maestros de nuestra historia musical. Si bien la base formal de su producción se encuadra en la prima prattica o stile antico del Renacimiento, se perciben en sus obras modificaciones estilísticas y armónicas, entre las que podemos destacar las siguientes: interválica novedosa con la introducción de intervalos disonantes que hasta entonces prácticamente habían sido suprimidos; giros melódicos no acordes con la tradición palestriniana que optaba por el cambio en la dirección melódica tras un intervalo de sexta, séptima u octava; empleo de melismas que aportan un gran enriquecimiento y quiebra de la norma clásica de evitar un salto ascendente desde una corchea acentuada; uso del floreo superior; procesos cadenciales y modulatorios claramente tonales que se distancian progresivamente de la música modal; empleo de una armonía avanzada: acordes de quinta disminuida, de séptima y de novena dominante, así como choques armónicos producto de notas de paso, floreos y apoyaturas que dan lugar a intervalos de cuarta disminuida, de segunda, quinta, y sexta aumentadas, etc.; obras compuestas íntegramente o en gran parte a base de acordes homófonos, como ocurre en varios magnificats, lo cual se traduce en la ampliación de las posibilidades expresivas y dramáticas, preludiando el barroco pleno. En definitiva, su música representa uno de los momentos más relevantes en la música española del siglo xvii.

 

Obras de ~: Himnos: Ave Maris Stella (a 4 voces); Caelestis urbs Ierusalem (a 4 voces); Christus est nobis (a 4 voces); Creator alme siderum (a 4 voces); Crudelis Herodes (a 4 voces); Custodes hominum (a 4 voces); Decora lux aeternitatis (a 4 voces); Defensor alme Hispaniae (a 4 voces); Deus, tuorun militum (a 4 voces); Exultet orbis gaudiis (a 4 voces); Fortem, virili pectore (a 4 voces); Iam sol recedit igneus (a 4 voces); Jesu, corona virginum (a 4 voces); Jesu, Redemptor omnium (a 4 voces); Pange lingua (a 4 voces); Pater superni luminis (a 4 voces); Placare, Christe, servulis (a 4 voces); Quae vulnerata lanceae (a 4 voces); Quicumque Christum quaeritis (a 4 voces); Qui pius, prudens (a 4 voces); Sanctorum meritis (a 4 voces); Salvete, flores martyrum (a 4 voces); Salutis humanae sator (a 4 voces); Sit trinitati sempiterna gloria (a 4 voces); Te Joseph celebrent (a 4 voces); Te splendor et virtus Patris (a 4 voces); Tristes erant apostoli (a 4 voces); Ut queant laxis (a 4 voces); Veni creatur Spiritus (a 4 voces).

Lamentaciones: Aleph. Quomodo sedet sola (a 8 voces); Heth.

Cogitavit Dominus (a 8 voces); Heth. Misericordiae Domini (a 8 voces).

Magnificat: Magnificat de 1º tono (a 4 voces); Magnificat de 2º tono (a 4 voces); Magnificat de 3º tono (a 4 voces); Magnificat de 4º tono (a 4 voces); Magnificat de 5º tono (a 4 voces); Magnificat de 6º tono (a 4 voces); Magnificat de 7º tono (a 4 voces); Magnificat de 8º tono (a 4 voces); Magnificat de tono irregular (a 4 voces); Magnificat con bajones (a 6 voces); Magnificat (a 7 voces); Magnificat de 1º tono (a 8 voces); Magnifica (a 8 voces); Magnificat (a 10 voces).

Misas de gloria: Misa de 1º tono (a 4 voces); Misa de 2º tono (a 4 voces); Misa de 3º tono (a 4 voces); Misa de 4º tono (a 4 voces); Misa de 5º tono (a 4 voces); Misa de 5º tono transportado (a 4 voces); Misa de 6º tono (a 4 voces); Misa de 8º tono (a 4 voces); Misa de cuaresma (a 4 voces).

Misas de réquiem: Misa de Requiem (a 4 voces); Oficio de difuntos (a 8 voces).

Motetes: Abiit Jesus trans mare (a 8 voces); Accipiens Simon puerum (a 8 voces); Amavit eum Dominus (a 4 voces); Angeles custodis nostri (a 8 voces); Assumpsit Jesus (a 4 voces); Assumpsit Jesus duodecim (a 8 voces); Assumpsit Jesus Petrum (a 8 voces); Asperges me (a 4 voces); Ave Maria (a 8 voces); Beatus Laurentius (a 8 voces); Benedicite Dominum, omnes angeli eius (a 4 voces); Cantate Domino canticum novum (a 4 voces); Christus factus est pro nobis (a 4 voces); Cum pervenisset beatus Andreas (a 8 voces); Cum turba plurima (a 8 voces); Da pacem, Domine (a 4 voces); Desponsatio tua (a 6 voces); Deus noster, refugium et virtus (a 4 voces); Dies irae dies illa (a 8 voces); Domine, ne in furore tuo arguas me (a 4 voces); Domine ostende nobis (a 8 voces); Ductus est Jesús (a 4 voces); Ductus est Jesus (a 8 voces); Duo seraphin (a 8 voces); Erat Jesus ejiciens (a 4 voces); Erat Jesus ejiciens (a 8 voces); Erunt signa in sole (a 4 voces); Erunt signa in sole (a 8 voces); Fidelis servus et prudens (a 4 voces); Franciscus, pauper et humilis (a 4 voces); Gloria et honore coronasti eum (a 4 voces); Gloria laus et honor (a 8 voces); Hei mihi, Domine (a 4 voces); Hoc est praeceptum meum (a 8 voces); In Bethlehem Judae (a 7 voces); In dedicatione templi (a 4 voces); In devotione (a 8 voces); In resurrectione (a 8 voces); Ingrediente Domino (a 6 voces); Intuemini (a 4 voces); Iste confesor (a 4 voces); Jesu dulcis memoria (a 4 voces); Joseph filio David (a 8 voces); Libera me, Domine (a 4 voces); Laudate Dominum in sanctis eius (a 8 voces); Libera me, Domine (a 7 voces); Lux vera quae iluminas hominum (a 4 voces); Mater Dei memor esto me (a 4 voces); Mater Dei memor esto mei (a 6 voces); Maria Magdalena et altera María (a 4 voces); Memento mei Deus (a 4 voces); Memoriam fecit mirabilium suorum (a 4 voces); Miserere mei, Domine, quoniam unfirmus sum (a 4 voces); Narrabo nomen tuum (a 4 voces); Nativitas tua (a 6 voces); Nunc dimitis (a 6 voces); O altitudo divitiarum (a 4 voces); O beatum apostolum (a 8 voces); O crux splendidior cunctis astris (a 8 voces); O doctor optime (a 4 voces); O gloriosa virginum (a 4 voces); O mors quam amara est (a 6 voces); O rex gloriae (a 5 voces); O rex gloriae (a 8 voces); O sacrum convivium (a 8 voces); O salutaris hostia (a 5 voces); O sapientiae (a 8 voces); Operi, Domine, caelum nubibus (a 4 voces); Pater noster ne despicias (a 4 voces); Puer qui natus est nobis (a 8 voces); Pueri hebraeorum (a 8 voces); Quae est ista (a 6 voces); Quantun potes tatum aude (a 4 voces); Qui Lazarum (a 4 voces); Quis ex vobis (a 4 voces); Qui ex vobis (a 8 voces); Regnum mundi et omnem ornatum (a 4 voces); Rorate coeli (a 4 voces); Rorate coeli (a 8 voces); Sacerdos et pontifex (a 4 voces); Salvete flores martyrum (a 5 voces); Sancta Maria, sucurre miseris (a 4 voces); Sancta Maria, sucurre miseris gloriae (a 5 voces); Sancte Michael archangele (a 8 voces); Sancti mei, qui, in carne positi (a 4 voces); Si consurrexistis cum Christo (a 4 voces); Simile est regnum coelorum (a 8 voces); Sub tuum praesidium (a 5 voces); Subvenite sancti Dei (a 4 voces); Tota pulchra es Maria (a 4 voces); Tu est pastor ovium (a 8 voces); Valde honorandus est (a 8 voces); Veni Domine et noli tardare (a 8 voces); Veni Sancte Spiritus (a 4 voces); Veni Sancte Spiritus (a 5 voces); Veni Sancte Spiritus (a 8 voces); Veni Sancte Spiritus (a 9 voces); Veni, sponsa Christi (a 4 voces); Victimae paschali laudes (a 5 voces); Victimae paschali laudes (a 9 voces); Vide, Domine, angustias animae nostrae (a 4 voces); Vidi aquam (a 4 voces); Vos amici mei estis (a 4 voces).

Salmos: Beatus vir (a 4 voces); Beatus vir qui timet Dominum (a 6 voces); Beatus vir qui timet Dominum (a 10 voces); Credidi (a 4 voces); Cum invocarem (a 6 voces); Dixit Dominus (a 4 voces); Dixit Dominus (a 6 voces); Dixit Dominus (a 7 voces); Dixit Dominus (a 8 voces); Dixit Dominus (a 8 voces); Dixit Dominus (a 8 voces); Dixit Dominus (a 10 voces); Laetatus sum (a 4 voces); Laetatus sum (a 8 voces); Lauda Ierusalem (a 4 voces); Lauda Ierusalem (a 6 voces); Lauda Ierusalem (a 8 voces); Laudate Dominum (a 8 voces); Laudate Dominum (a 10 voces); Laudate Dominum omnes gentes (a 4 voces); Qui habitat (a 6 voces); Verba mea auribus percipe (a 4 voces).

Varia en latín: Ofertorios: Domine Jesu Christe (a 4 voces).

Pasiones: Pasión de Ramos Non in die festo (a 4 voces); Pasion San Juan Iesum Nazarenum (a 4 voces). Secuencias: Lauda Sion Salvatorem (a 4 voces); Stabat Mater (a 4 voces). Versos: In manus tuas, Domine (a 4 voces); In manus tuas, Domine (a 4 voces); Benedicamus Domino (a 4 voces).

Obras en español: Salves: Reina y Madre; Salve Reina de los cielos. Villancicos: Entre cándidos velos Dios se disfraza; Heridas de amor (a 3 voces); Querubes, profetas monarcas (a 5 voces); Quien ha visto el amor zagales (a 2 voces). Tono humano recitativo.

Ediciones: Motetes: Hei mihi, Domine; Mater Dei memor esto me; Nativitas tua; O rex gloriae; Quae est ista; Sancta Maria, sucurre miseris; Vidi speciosam, en H. Eslava, Lira sacro hispana. Siglo xvii, t. 1, serie 2.ª Himno Pange Lingua, en G. de Arabaolaza, “Zamora y sus joyas sacro-musicales”, en España Sacro Musical, vol. XIII (1929). Villancicos ¡Ay, qué dulce prisión! y Amante mío, en A. L. Iglesias, “Dos Villancicos inéditos de Juan García de Salazar en la Catedral de Zamora”, en Anuario del Instituto Florián de Ocampo, 1986; Oficio y la Misa de Difuntos, en A. L. Iglesias, En torno al barroco musical español, Salamanca, Universidad, 1989; Misa de Requiem y Lauda Sion salvatorem, en P. Capdepón, “Transcripciones de la catedral de Zamora”, en Las Edades del Hombre. La música en la Iglesia de Castilla y León, Valladolid, Fundación las Edades del Hombre, 1991, págs. 501-537. Veintinueve himnos, en José López-Calo, La música en la catedral de Burgos, vol. X: Música I (Polifonía), Burgos, Caja de Ahorros del Círculo Católico, 1999. Salves Reina y madre; Salve, Reina de los cielos; Mater Dei, menor esto me, en J. López-Calo, La música en la catedral de Burgos, vol. XI: Música II (Siglo xvii), Burgos, Caja de Ahorros del Círculo Católico, 2000.

 

Bibl.: J. Álvarez Martínez, Historia general civil y eclesiástica de la provincia de Zamora, Zamora, Est. Tipográfico de “La Seña Bermeja”, 1889 (Madrid, Revista de Derecho Privado, 1965); G. de Arabaolaza, “La polifonía de los archivos catedralicios”, en España Sacro Musical, I (1930), págs. 144- 145; A. Araiz, Historia de la música religiosa en España, Barcelona, Labor, 1942; S. Clercx, Le baroque et la Musique: essai d’esthétique musicale, Bruxelles, Imprenta Liberator, 1948; J. Subirá, Historia de la música española e hispanoamericana, Barcelona, Salvat, 1953; J. López-Calo, “Les comencements de la basse continue en Espagne”, en Bericht über den 9. Internationalen Kongress Salzburg 1964, Kassel, Bärenreiter, 1966; C. Palisca, La música del Barroco, Buenos Aires, Víctor Leru, 1968; L. Hernández Ascunce, “Música y músicos de la catedral de Pamplona”, en Anuario Musical (AM), XXIII (1968); M. Querol, Los orígenes del Barroco musical español, Valencia, Piles, 1973; D. Preciado, Alonso de Tejeda, polifonista español, Madrid, Alpuerto, 1974-1977; “Juan García de Salazar, Maestro de Capilla en Toro, Burgo de Osma y Zamora († 1710)”, en AM, XXXI-XXXII (1976-1977), págs. 65-111; VV. AA., La música en el Barroco, Oviedo, Universidad, 1977; J. López- Calo, Historia de la música española. Siglo xvii, Madrid, Alianza Editorial, 1983; La música en la catedral de Zamora, I (Catálogo), Zamora, Diputación, 1985; M. Bukofzer; La música en la época barroca. De Monteverdi a Bach, Madrid, Alianza Editorial, 1986; P. Capdepón, “García de Salazar, Juan”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, vol. V, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2000.

 

Paulino Capdepón Verdú

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