Ruiz Samaniego, Francisco. ?, f. s. XVI-p. s. XVII – Málaga, 1666. Maestro de capilla y compositor.
Se desconoce su lugar de nacimiento así como su primera formación musical. Se especula con a posibilidad de que pudiera proceder de Segovia o de la zona cercana a Laguardia (Álava). Es posible que sea hermano de José Ruiz Samaniego aunque no se ha podido demostrar documentalmente. El primer documento referido a este compositor es una nota de las actas de la Catedral de Segovia, donde figura en 1618 un Francisco Ruiz, contralto, que abandona su ración: quizá se trate del mismo Francisco Ruiz que fue nombrado maestro de capilla de la Catedral de Huesca en noviembre de 1630, en sustitución de Urbán de Vargas. Según recogen en un artículo Luis Antonio González Marín y José López-Calo, “el 2 de agosto de 1631, año en que el Cabildo oscense se mostraba especialmente poco comprensivo con sus músicos, Ruiz fue despedido por haber intentado convencer a los infantes de que abandonaran la catedral”.
Este mismo u otro Francisco Ruiz era maestro de capilla de la colegiata de Alfaro (La Rioja) cuando, el 23 de julio de 1633, fue elegido para el mismo cargo en la Catedral de Santo Domingo de La Calzada. El 16 de febrero de 1635 se despidió del Cabildo por haber sido nombrado para el mismo puesto en Las Huelgas de Burgos. En 1642, siendo maestro de Astorga (León), aspiró al magisterio de Toledo, que no obtuvo. Desde 1646 las noticias parecen más claras, pues ya se cita al compositor como Francisco Ruiz Samaniego.
A. Llordén ha publicado toda la documentación referida a Málaga y que parece revelar la personalidad de un músico poco apegado a sus obligaciones. El 26 de septiembre de 1646 fue a Málaga a oponerse para el magisterio de la Catedral. Por enfermedad de Ruiz Samaniego los exámenes se retrasaron hasta el 2 de octubre. Resultó elegido el 22 de octubre de 1646. El 8 de octubre de 1649 el Cabildo ordenó a Ruiz Samaniego que hiciera inventario de los libros de música y que los custodiara, a lo que el compositor se negó aduciendo que no era costumbre en ningún otro sitio.
El 14 de enero de 1650 se le conminaba a que cumpliera su obligación de enseñar canto de órgano todos los días, menos los de fiesta, so pena de 4 reales por cada hora que faltare; al mismo tiempo se le concedían 100 reales por dos años que había cantado en el coro. En diciembre de 1650 fue multado por no cumplir con sus obligaciones. El 5 de mayo de 1652 se le volvió a amonestar por no enseñar a cantar a los seises y colegiales. Ruiz se justificó alegando que, por problemas de salud, había tenido que “mudar de templo y aires” durante un tiempo para su convalecencia.
El 11 de marzo de 1653 el presidente del Cabildo expuso nuevas quejas, pues el maestro “no cumplía con su obligación en cosa alguna, que las completas de los sábados se dicen tan mal que provoca a poca devoción, que los misereres que se cantan en la cuaresma los viernes no se componen con cosas de novedad, sino antigüedades que causan risa a los que las oyen”.
Por fin, el 24 de octubre comunicó que se le había llamado de la Catedral de Burgos para ocupar el magisterio vacante por la marcha de Urbán de Vargas a Zaragoza, y que debía ir “por hallarse obligado a ello”. Tras varios años de trabajo en la Catedral de Burgos, el 10 de enero de 1661 Ruiz ya había contestado afirmativamente a las peticiones que el Cabildo malagueño le había enviado solicitando su regreso. En su carta afirmaba Ruiz que antes rechazó los cargos de maestro en Valencia, Santiago y Sevilla y el de teniente de la Capilla Real, pero que aceptaba volver a Málaga por su afecto a dicha Catedral: tomó posesión, según Pedrell, el 12 de abril de 1661. El 20 de abril del mismo año el Cabildo da cuenta de las necesidades de la capilla (varios cantores e instrumentistas): en esta reforma de la capilla se ocupó hasta 1663 Ruiz. El 21 de febrero de 1665 se dio cuenta en Cabildo de la disputa que la víspera tuvieron el maestro Ruiz y el cantor racionero Andrés Cascante, que recriminó a Ruiz por escoger un miserere antiguo en vez de otro de más lucimiento. Tras unos permisos para marchar a Antequera, las actas no vuelven a nombrarlo hasta el 12 de febrero de 1666, fecha para la cual Ruiz Samaniego ya había muerto. Según González Marín y López-Calo “se ha visto cómo durante su estancia en Málaga en más de una ocasión se insistió a Francisco Ruiz en la necesidad de que renovara el repertorio, particularmente los misereres, lo que pone de manifiesto un deseo, implícito en el ambiente musical español del s. xvii (frente a las habituales calificaciones de conservadurismo que se dirigen hacia este período), de novedad, de modernidad y de lucimiento para los intérpretes. A este respecto ha de reflexionarse sobre el hecho de que en algunas composiciones de Ruiz Samaniego se encuentren pasajes de mayor dificultad vocal de lo que es frecuente encontrar en la música española conocida de su tiempo, aunque es mucho lo que queda por conocer y estudiar”.
Obras de ~: Misas: Archivo de las catedrales de Zaragoza: Misa (a 10 voces); Requiem (a 12 voces).
Cánticos: Archivo de las catedrales de Zaragoza: Magnificat (a 8 voces).
Salmos: Archivo de las catedrales de Zaragoza: Cum invocarem (a 12 voces). Archivo de la Catedral de Burgos: In te, Domine, speravi (a 10 voces); Qui habitat (a 12 voces) Salves: Archivo de las catedrales de Zaragoza: Salve (a 12 voces).
Villancicos: Villancicos a la Asunción: Archivo de las catedrales de Zaragoza: Vuela palomita (a 8 voces). Villancicos al Santísimo: Archivo de la Catedral de Burgos: Enigma compendio (a 4 voces). Archivo de las catedrales de Zaragoza: Gorjeándose los serafines (a 8 voces); Grande fiesta hay en la iglesia (a 2 voces); Pan divino (a 4 voces); Pedro Crespo el alcalde (a 11 voces), 1665; Sólo a vos, espiga del cielo (a 8 voces). Villancicos de Navidad: Archivo de las catedrales de Zaragoza: Gran fiesta hace esta noche (a 4 voces); Oh qué bien cantan (a 4 voces); Serafines que dais en el trono (a 4 voces); Va de juego y enigmas (a 6 voces); Vénganle todos a ver (a 8 voces). Villancicos a otros asuntos: Archivo de las catedrales de Zaragoza: Mirones a ver jugar (a 8 voces).
Bibl.: A. Durán Gudiol, “Los maestros de capilla de la catedral de Huesca”, en Argensola, 38 (1959), págs. 107-131; A. Llordén, “Notas históricas de los maestros de capilla en la catedral de Málaga (II)”, en Anuario Musical, 20 (1965), págs. 105-135; “Notas históricas de los maestros organistas de la catedral de Málaga (1585-1799) (Segunda parte)”, en Anuario Musical, 23 (1968), págs. 157-189; C. Caballero Fernández-Rufete, “Miguel Gómez Camargo; correspondencia inédita”, en Anuario Musical, 45 (1990), págs. 67-102; J. López-Calo, Documentario musical de la catedral de Segovia, vol. 1, Universidad de Santiago de Compostela, 1990; L. A. González Marín y J. López-Calo, “Ruiz Samaniego, Francisco”, en Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, t. IX, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2002.
Paulino Capdepón Verdú