Llop, Luis. Villarreal de los Infantes (Castellón), 19.IV.1874 – Lisboa (Portugal), 20.II.1945. Carmelita (OCarm.), escritor y poeta.
Sus padres, muy piadosos, le pusieron en el bautismo el nombre de Pascual, muy frecuente en Villarreal, porque allí se conservaba el cuerpo de san Pascual Bailón, que fue quemado, al comenzar la Guerra Civil. Tuvo tres hermanos varones y dos hermanas. De ellos, uno profesó en la Orden de San Juan de Dios, de la que fue provincial; asesinado en la guerra, se le venera hoy como beato; una hermana, de nombre María de la Encarnación, profesó en el convento de monjas carmelitas de clausura de Utrera.
Muy joven, cuando contaba once años, ingresó en el convento de franciscanos de Villarreal (quienes ocuparon y vienen ocupando el antiguo convento de carmelitas); al parecer, por motivos de salud, abandonó el convento franciscano e ingresó posteriormente en el de carmelitas de Onda, cuando tenía aproximadamente dieciséis años. Allí hizo la profesión y en el mismo día, según costumbre de la época, predicó un sermoncito con gran asombro de todos.
Realizados los estudios eclesiásticos, fue ordenado sacerdote en 1897; con toda probabilidad se encontraba en alguno de los conventos del sur.
Muy pronto comenzó a ocupar cargos de responsabilidad. Los datos que se conocen de su biografía van en la dirección de un intenso apostolado en el púlpito, especialmente en Andalucía, y sobre todo a través de la escritura. Siendo prior del convento de Osuna el año 1904, fundó la revista mensual El Santo Escapulario del Carmen, de la que fue director ininterrumpidamente hasta 1937. Primeramente en los breves años, cuya dirección radicó en Osuna y después en la larga etapa jerezana. Escritor fecundo e inspirado poeta, fue en esta revista donde publicó numerosos artículos y narraciones breves, por entregas, muy seguidas por los lectores. Su nombre y los seudónimos de Azael y Ángel de la Guarda se hicieron célebres en la piedad popular de la época. La veterana revista palentina El promotor de la Sagrada Familia tuvo un abrevadero importante en los escritos del padre Luis Llop Gaya. Publicó también libros independientes (novelas en su mayoría) recogiendo alguno de los artículos de El Santo Escapulario.
Todas sus obras literarias tuvieron una acogida favorable por el público, y la crítica no regateó elogios, como demuestra este testimonio de La Acción: “Acabamos de recibir la última narración de Narraciones. ¿Quién es ese Azael que tan galantemente maneja la ironía, clavando su dardo en el alma, sin que luego nos quede derecho a quejarnos? Porque, lo contundente de su lógica y la delicadeza de su dicción ahogan los ayes de dolor que pudieran lanzar los vulnerados por el dardo. Más aún: después de haberos abierto el tumor con implacable lanceta, lejos de obligaros a verter lágrimas tiene el don de haceros desplegar los labios con iluminadora y regocijante sonrisa. Bien haya la pluma que azota varonilmente los vicios y deja agradecidos y confortados los espíritus”.
Fundó la biblioteca popular de las Marías de los Sagrarios Calvarios en Jerez (destruida casi totalmente por las turbas en 1931) y que llegó a contar más de dos mil volúmenes.
Se honró con la amistad de varios prelados, entre otros, con la de Manuel González, obispo de Málaga y posteriormente de Palencia y a quien hoy se venera en los altares como beato, con la de José Meseguer y Costa, arzobispo de Granada, que lo distinguía notablemente, invitándole a predicar con frecuencia, y encomendándole asuntos de gran trascendencia. Asimismo, era gran amigo del señor Thonsom, obispo de Gibraltar. Cabe consignar también, como dato de su apostolado, el hecho de que no eran pocos los protestantes de aquella población que se guiaban por sus consejos. El padre Luis oía confesiones expeditamente en francés e inglés.
Ya en los primeros tiempos de su apostolado, por el año 1905, cuando unos protestantes, aprovechando el hambre reinante a la sazón en Osuna, andaban haciendo prosélitos por medio de donativos pecuniarios, el padre Luis fundó un periódico, El Pito, en el que del modo más ameno y sencillo y con la singular maestría que le era peculiar ponía en ridículo el credo protestante.
Gran entusiasta de la Orden carmelitana, desde muy joven, sirviéndose a ese fin de sus relevantes dotes oratorias, propagó intensamente por la región del valle de los Pedroches, en la provincia de Córdoba, la devoción al Santo Escapulario de María, imponiéndole por aquella comarca a grandes masas de pueblo. Con idéntico fin, fomentaba entre la gente más culta la recitación del Oficio Parvo de la Virgen.
Fue el padre Llop el alma de la coronación canónica de la Virgen del Carmen de Jerez de la Frontera, en 1924. Se le dedicó una calle en esta ciudad en abril de 1945, poco tiempo después de su muerte. Los últimos años de su vida, a partir de 1936, los pasó el padre Llop en Lisboa, desde donde siguió escribiendo e intentó fundar una revista. Sus restos fueron trasladados desde Lisboa (cementerio de los Placeres) a instancias, entre otras entidades, de la Hermandad de Caballeros de la Virgen del Carmen, a la cripta de la iglesia del Carmen de Jerez el 27 de febrero de 1967.
Falta un estudio crítico de su vida y de su producción literaria que debería preceder a una nueva edición de sus obras completas. Al parecer dejó manuscritas algunas obras como la Vida de Santa Tais, la pecadora, más de veinte Narraciones, etc. En el archivo de los padres carmelitas de Lisboa no se encuentra este legado. Solamente se conoce, y obra en archivo particular, fotocopia de un sermón manuscrito pronunciado con motivo de la inauguración de la iglesia de los padres carmelitas de la calle de Ayala de Madrid, en 1924.
Obras de ~: Rosas del alba (poesía), Osuna, 1911; El hijo de la gracia o vida de San Franco de Sena, Jerez de la Frontera, 1911; La Tragedia divina, Jerez de la Frontera, 1919; Novelas Cortas, Jerez de la Frontera, 1920; La sangre de Él, Jerez de la Frontera, 1922; La Hija del Belisario, Jerez de la Frontera, 1923; Cuentecitos de mal humor, Jerez de la Frontera, 1923; El Hijo del divorcio, Jerez de la Frontera, 1926 [trad. it. de C. Picolini, “Juicios de la prensa italiana”, en El Santo Escapulario (ESE) (Jerez de la Frontera), 18 (1921), págs. 94 y ss.]; El ídolo del Carmelo, Jerez de la Frontera, 1928; Violetas secas (poesía), Jerez de la Frontera, 1958 (2.ª ed.).
Bibl.: VV. AA., “Mil números de Escapulario del Carmen”, en El Santo Escapulario (diciembre de 1981).
Balbino Velasco Bayón, OCarm.