Aponte (Ponte), Pedro de. ?, c. 1475 – Olite (Navarra), 7.IV.1530 post. Pintor.
En el estado actual de nuestro conocimiento acerca de los datos proporcionados por los documentos sobre el pintor, éstos no se corresponden con la celebridad que un sector de la historiografía aragonesa del siglo XVII rememoró en relación a un pintor Pedro de Aponte, alabanzas que fueron compendiadas por el pintor y teórico Jusepe Martínez en sus Discursos, quien lo menciona como pintor de Fernando el Católico, natural de Zaragoza y con obra en Aragón, Cataluña y Valencia. La crítica contemporánea, amparándose en la fama del pintor, creó una confusión de tipo atribucionista sin fundamento, con obras que arrancan desde el gótico internacional al renacimiento italiano. Quizás fuera natural de Toro (Zamora) y llegara a tierras de Aragón hacia 1500, lo que sería un eslabón más en el movimiento de pintores de Castilla a Aragón a lo largo del reinado de los Reyes Católicos. Sin embargo, las primeras noticias documentadas seguras de Aponte corresponden a 1502 y lo sitúan viviendo en Zaragoza, encargándose de la policromía de la capilla y retablo de los señores de Calatorao en la iglesia del Pilar de esa ciudad. A principios del año siguiente los representantes del concejo de Bolea (Huesca) encargaban al pintor y a su compañero Pedro Dezpiota los siguientes trabajos destinados a la iglesia parroquial de esa localidad: retablo de San Sebastián, retablo de la capilla de San Juan —no conservado—, pintura mural “al romano” —no conservada—, puertas y policromía del retablo mayor.
Aponte no es el autor de las pinturas de esta destacada obra (1499-1503), que se deben atribuir al anónimo Maestro del retablo de Bolea.
En 1505 ya es propietario de una casa, vivienda y taller, situada en la calle Mayor de Zaragoza. En noviembre de ese año tiene como aprendiz al navarro Juan de Lumbier. Un sector de la historiografía italiana cree en la estancia de Aponte en Nápoles formando parte del séquito de Fernando el Católico (19 de octubre de 1506 a 14 de junio de 1507), cosa poco probable y no son suyas ni las miniaturas, ni otras pinturas italianas que se le atribuyen. En junio de 1507 contrata el desaparecido retablo del hospital de Nuestra Señora de la Esperanza de Huesca y le permiten poder pintarlo en Bolea. En ese mismo año pinta “al romano” en la sacristía del Pilar de Zaragoza y en diciembre toma como aprendiz al francés Bartolomé Trull. En febrero de 1508 los diputados del Reino de Aragón lo contratan para pintar las desaparecidas pinturas del retablo de la capilla del palacio de la Diputación de Zaragoza. Este año es pródigo en noticias sobre el pintor y entonces estaba pintando, junto a su compañero Antonio de Aniano, el desaparecido retablo de San Antonio de Padua para Borja (Zaragoza). En 1509 se compromete hacer el retablo mayor de la localidad de Azanuy (Huesca), no conservado. En noviembre del año siguiente fallece su primera esposa, Catalina de Camañas, cuando se consignan dos hijas menores de edad de la pareja, Isabel y Jerónima.
En 1511 le surge otro proyecto importante de pintura: terminar el retablo mayor de la parroquial de Grañén (Huesca), donde se perfilan los rasgos característicos de su estilo, formado en el lenguaje tardogótico flamenco, con incorporación posterior de modelos de Durero, conocidos a través de grabados. Es un buen año de trabajo para Aponte porque consigue acaparar la policromía del banco de alabastro del retablo mayor del Pilar de Zaragoza, además se asociaba con su colega Aniano en la previsión de poder contratar y repartirse los siguientes retablos de Zaragoza: mayor de la iglesia de la Magdalena, mayor de la iglesia de San Felipe, el de la capilla de Felipe Ortal, el de la iglesia de San Antón, el de Sancho de la Caballería, el mayor de la iglesia de San Pablo y el de la capilla del Arcediano de la Seo. En 1512 adquiere el compromiso de contraer segundas nupcias con la doncella María de Arruego y toma como aprendiz al zaragozano Juan de Calzada. Durante ese año y los tres siguientes hay noticias sobre su trabajo en las obras contratadas con anterioridad.
En 1516 tiene un pleito con su cliente Ana Salmó acerca del desaparecido retablo pintado en la iglesia de San Antón. De entonces son nuevas noticias que relacionan al pintor con la localidad de Bolea y con el fustero Juan de Pulgar, habitante en Astudillo (Palencia).
Al año siguiente cobra por su participación en el retablo mayor de la Magdalena de Zaragoza.
En 1518 debe hacer un retablo desaparecido para el Burgo (Zaragoza). Desde mayo de ese año hasta julio de 1520 debió de estar fuera de Zaragoza y en esa última fecha firma sus capitulaciones matrimoniales con su segunda esposa, María de Arruego, de cuya unión nació Pedro Jerónimo de Aponte, notario real.
Al año siguiente contrata un retablo de San Juan Bautista para la localidad de Paniza (Zaragoza), no conservado.
En 1522 participa en la policromía de las claves de la cabecera de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza y de la peana de San Braulio, trabajos que le plantearon problemas con los clientes.
En los últimos años de su vida desarrolla una intensa actividad trabajando en monumentales proyectos, algunos para fuera de Aragón. Inaugura esta etapa final el magnífico retablo mayor de la iglesia de San Miguel de Ágreda (Soria), contratado en junio de 1523 y donde se le exige “pintar todo de su mano”. En la obra priman los valores expresivos siguiendo los caracteres formales fijados en el retablo anterior de Grañén, si bien moderniza su obra al incorporar modelos italianos tomados de grabados italianos, como así sucede con la Expulsión de Adán y Eva que reproduce una estampa de Raimondi a partir de la composición de Miguel Ángel de la Sixtina. A finales de 1525 concierta el retablo mayor de San Juan Bautista de la parroquial de Cintruénigo (Navarra), que no pudo terminar. Al año siguiente entra en su taller como aprendiz el guipuzcoano Miguel Galfarsoro.
Abundantes noticias de Aponte se conocen del año 1527 y son tanto de tipo personal como de trabajo.
En el primer caso se ve envuelto en pleitos con sus hijas. En ese año su trabajo en Aragón se concreta en obras desaparecidas: un retablo de Santa Ana para Utebo (Zaragoza) y otro destinado a la iglesia de Calcena (Zaragoza), financiado por Pedro Villalón, deán de Tudela. El pintor, por los trabajos que llevaba entre manos, necesita aumentar la plantilla de su taller, admitiendo al logroñés Pedro de Burgos y es posible que también estuvieran vinculados al mismo los pintores Pedro de Vitoria y Juan de Arizmendi. Es un año proclive a percibir Aponte diversas partidas de dinero por sus obras pintadas en Aragón y Navarra y a permanecer, alternativamente, en los dos reinos.
En marzo de 1528 se halla al pintor en Olite (Navarra), donde toma como aprendiz al navarro Juan de Hinojedo y se encarga del retablo mayor de Santa María la Real, en cuya ejecución hubo participación importante del taller. Este trabajo lo simultaneó con otros desaparecidos en Aragón: vidrieras de la capilla de San Martín en la Seo de Zaragoza y posibles retablos en Tauste y Plasencia.
Ocupándose del retablo de Olite falleció en esta localidad poco después del 7 de abril de 1530.
Obras de ~: (conservada): Retablo de S. Sebastián, colegiata de Bolea (Huesca), 1503; Restos de las antiguas puertas del retablo mayor, colegiata de Bolea, 1503; Retablo mayor de Santiago, iglesia parroquial de Grañén (Huesca), 1511-1513; Virgen con el Niño, colección particular, Barcelona, c. 1511-1523; S. Pedro y S. Pablo, Museo de Zaragoza, c. 1515; Retablo mayor de S. Miguel, iglesia de S. Miguel de Ágreda (Soria), 1523-1525; Parte del retablo mayor de S. Juan Bautista, iglesia parroquial de Cintruénigo (Navarra), 1525-1530; Retablo mayor de la Virgen, iglesia de Santa María la Real de Olite (Navarra), 1528-1530; S. Martín partiendo la capa con un pobre, S. Antonio Abad y S. Miguel procedentes de la iglesia de S. Martín, Buil (Huesca), paradero desconocido; Santiago peregrino, paradero desconocido.
Bibl.: J. Martínez, Discursos practicables del nobilísimo arte de la pintura (c. 1670), edición de V. Carderera, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1866; M. Abizanda, Documentos para la historia artística y literaria de Aragón, Zaragoza, Tipografía La Editorial, 1915 y 1917; D. Angulo, Pintura del Renacimiento, vol. XII de Ars Hispaniae, Madrid, Plus Ultra, 1954; Ch. R. Post, A history of Spanish painting, vol. XIII, Cambridge, Harvard University Press, 1966; J. Camón, La pintura española del siglo XVI, vol. XXIV de Summa Artis, Madrid, Espasa Calpe, 1970; F. Bologna, Napoli e le Rotte Mediterranee della pittura. Da Alfonso il Magnanimo a Ferdinando il Cattolico, Napoli, Società Storia Patria Napoli, 1977; C. Morte, “La obra del pintor Pedro de Aponte o del Ponte en Navarra: los retablos de Santa María la Real de Olite y de San Juan Bautista de Cintruénigo”, en Homenaje a José María Lacarra, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1986, págs. 565-590; “Documentos sobre pintores y pintura del siglo XVI en Aragón. I”, en Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, XXX (1987), págs. 117-231; Aragón y la pintura del Renacimiento, Zaragoza, Instituto Camón Aznar, 1990; A. Perriccioli Saggese, “I libri di coro miniati per la abbazie di Montecassino e cava dei Tirreni”, in Miniature a Napoli dal 400’al 600’, Napoli, San Domenico Maggiore, 1991, págs. 149-176; C. Morte, “Los Maestros del retablo de San Miguel de Ágreda. El retablo”, en El retablo de San Miguel de Ágreda (Soria). Historia y restauración, Soria, Diputación Provincial, 1997, págs. 39-109.
Carmen Morte García