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Tomás Pascual Sanz

Biografía

Pascual Sanz, Tomás. Fuentemizarra (Segovia), 20.XII.1926 – Madrid, 16.II.2006. Empresario.

Fue el vástago más pequeño de una familia de nueve hermanos, hijo del segundo matrimonio, con Lucía Sanz (1920), de su padre, Pedro Pascual Mateo, un vendedor ambulante de telas que operaba en las provincias de Burgos y Segovia, y que acabó estabilizando su actividad con una tienda en Fuentemizarra (donde nació Tomás), y luego con otro establecimiento en su pueblo natal (Fuentelcesped, Burgos). En 1928, el pequeño Tomás se trasladó con el resto de la familia a Linares del Arroyo (Segovia), donde su progenitor abrió una fonda y tienda de ultramarinos aprovechando la gran efervescencia que vivía la localidad gracias a los trabajos del ferrocarril de Madrid-Burgos y la construcción de un pantano.

En plena Guerra Civil (1938), la familia se desplazó a Aranda de Duero al tomar en traspaso el patriarca una cantina-tienda próxima a la estación. Con sólo doce años, Tomás ya alternaba con la escuela el trabajo de vender bocadillos y gaseosas en la estación de Aranda a los pasajeros de la línea ferroviaria Valladolid- Ariza. Al acabar la guerra, Pedro Pascual, con ayuda de sus hijos, se inició en el negocio de coloniales al por mayor. En aquellos tiempos de la autarquía, Tomás, a sus dieciocho años, recorría, primero en bicicleta y luego en moto, los pueblos de la zona visitando a minoristas a los que él mismo repartía más tarde los pedidos en un camión alquilado. De aquí probablemente naciera su atención a la venta y la distribución.

En 1950, su padre abrió un moderno almacén en Aranda, al que siguieron otros en Burgos y Segovia, formándose la Sociedad Pascual Hermanos S.L., de la que Tomás, a los veinticuatro años, fue nombrado presidente. A partir de este momento y secundado por sus hermanos, el joven Tomás tuvo la oportunidad de desarrollar las cualidades que, como promotor de empresas, le convertirían en un líder de los negocios agroalimentarios. Primero, con su modesta fábrica de piensos compuestos a partir de un molino alquilado (1959) y luego con la Sociedad Pascual de Aranda, S.A. (1966), para la cría de aves, porcino y bovinos. Como colofón de ese proceso de integración en la cadena agroalimentaria, creó la sociedad Leche Pascual S.A. (1969), aprovechando el ofrecimiento de la Caja de Ahorros Municipal de Burgos para hacerse cargo de una antigua instalación propiedad de una cooperativa de ganaderos dedicada al tratamiento y envasado de leche pasteurizada.

Desde finales de la década de 1960, en el contexto del nuevo Reglamento de Centrales Lecheras (1966), que daba cobertura a la fuerte expansión del consumo de leche nacional en los años del desarrollismo, Tomás Pascual pensó en hacer de este pequeño negocio una industria puntera, en lo que fue una decidida apuesta por la innovación (la otra constante de su función empresarial).

Para ello, estudió personalmente las técnicas más avanzadas con el fin de modernizar el proceso de producción en el campo y el tratamiento de la leche en fábrica y no olvidó su experiencia directa para cuidar al máximo la distribución del producto terminado.

En la década de 1970 adoptó pioneramente la tecnología del tetra-brick y lanzó un nuevo sistema de tratamiento térmico para garantizar la máxima calidad de la leche de consumo (la uperisación). Pascual fue también la primera firma (1980) en lanzar las leches desnatada y semidesnatada y, más tarde, en la fabricación de leches funcionales y productos “bio”.

Por su parte, para optimizar su red de distribución en un momento de altos costes de transporte, Pascual emprendió a partir de 1975 un importante proceso de diversificación. Fue entonces cuando compró Agua Mineral Bezoya (1975), que completaría más tarde con Manantiales Cardó (1990) y Aguas de Nacimiento de Zambra, S.A. (1998), su tercera envasadora.

En 1987 salió al mercado de zumos envasados con la marca Zumosol, a la que añadió una segunda marca propia (PMI, Pascual Milk International), con fábrica en Aranda. En 1991, paralelamente a la apertura de la segunda planta de leche en Otero del Rey (Lugo), empezó la fabricación de cereales de desayuno con la adquisición de Cereales Expandidos, S.A., de Valladolid. En 1992 principió la fabricación de postres lácteos, lo que dio lugar a otra planta en Aranda y a un importante litigio con la Administración y el sector por la denominación de “yogur” aplicada a dichos productos, que finalmente consiguió imponer (2005). La diversificación continuó después con la creación de Pasaranda (1995), para la producción de huevo líquido ultrapasteurizado en una nueva fábrica propia, a la que se sumó otra factoría también en Aranda (1997) para la elaboración de tortilla refrigerada y congelada.

En el proceso de expansión del grupo, impulsado por la estrategia de reinversión de los beneficios (incluidos los atípicos procedentes de inversiones inmobiliarias en Marbella y Fuerteventura), la diversificación se completó con una creciente presencia internacional (compra, en 1994, de la fábrica francesa Eurouniasa) y la decidida vocación de liderazgo en el mercado nacional. El grupo Pascual llegó a ser la primera empresa nacional de la alimentación de carácter familiar y capital español. Su última adquisición fue la marca Frixia de Lácteos Moráis (La Serna de Iguña, Cantabria) en 1999. Ese año la continuidad del grupo quedó asegurada, al nombrar a su hijo, Tomás Pascual Gómez-Cuétara, consejero delegado.

Modelo de empresario “schumpeteriano”, Tomás Pascual fue un líder carismático, esencialmente autodidacta (aunque en posesión de una diplomatura en Alta Dirección de Empresas por el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa, IESE), y creador de riqueza y empleo: de los 291 puestos de trabajo en las primeras actividades en 1969 de Leche Pascual S.A., en 2005 el grupo empleaba en sus veintidós plantas a más de 4500 trabajadores y generaba unos siete mil empleos indirectos (transportistas, distribuidores y repartidores).

Estos méritos obtuvieron reconocimiento en vida de Pascual Sanz, con la concesión en 1997 de la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.

 

Bibl.: V. Calcedo ordóñez y R. Domínguez Martín, “Tomás Pascual Sanz”, en E. Torres Villanueva (dir.), Los 100 empresarios españoles del siglo XX, Madrid, LID, 2000, págs. 524-528.

 

Rafael Domínguez Martín

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