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Pedro Pineda y Gutiérrez

Biografía

Pineda y Gutiérrez, Pedro. El Puerto de Santa María (Cádiz), 2.XII.1891 – Madrid, 7.I.1983. Matemático.

Nacido al finalizar el siglo xix, pocos años antes del desastre de 1898, la vida científica de Pedro Pineda, como la de toda la ciencia española de la primera mitad del siglo xx, va a ser fruto de unos pocos hitos “creacionales” singulares. La promulgación de la Ley Moyano en 1857 permitirá el nacimiento de una nueva Facultad de Ciencias en la Universidad propia del Estado Liberal construido tras la Guerra de la Independencia. La reestructuración ministerial de 1900 hizo realidad un nuevo Ministerio de Instrucción Pública, en el que su titular, el insigne político conservador Antonio García Alix, sentó las bases para el primer acercamiento a Europa de la Universidad española. Y, sobre todo, la creación de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), en 1907 en los momentos finales del ministerio del liberal Amalio Gimeno, proporcionará nuevos centros de investigación y un programa singular de becas de estudio en el extranjero para los nuevos universitarios.

Y es en el mundo educativo, en la Universidad y desde la JAE, donde se sitúa el biografiado.

Hijo de Rafael Pineda y María Asunción Gutiérrez, tras realizar los estudios primarios en su villa natal, cursó el bachillerato en el Instituto de Jerez, donde obtuvo el grado el 16 de junio de 1908. Estudió la carrera de Ciencias (Sección de Exactas) en la Universidad Central de Madrid, entre el curso 1910-1911 y el 1913-1914. Terminada la licenciatura, verificó los ejercicios del grado el 15 de octubre de 1914. Considerado uno de los últimos discípulos de Eduardo Torroja, en 1915 se convirtió, siendo alumno del doctorado, en uno de los primeros colaboradores de Julio Rey Pastor en la sección de Trabajos de Matemáticas del Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales.

Estos “Trabajos”, organizados y financiados por la JAE a solicitud del matemático riojano, constituirán el origen del Laboratorio y Seminario Matemático (LySM) de la Junta.

Su trayectoria investigadora inicial en el LySM de Madrid, bajo la dirección de Rey Pastor, se centró en el campo de la teoría de funciones. Se completó en Zúrich (a través de la pensión concedida por la JAE en 1916), con las enseñanzas de Hurwitz (Teoría de Funciones y Funciones Elípticas), Weyl (Teoría de Grupos) y Polya (Teoría Analítica de Números y Representación Conforme) en el Instituto Politécnico Federal, y los Seminarios de Fueter (Ecuaciones Diferenciales) en la Universidad. Culminó, el 15 de junio de 1916, al obtener el grado de doctor con la tesis doctoral Representaciones conformes según el método de Bieberbach, en la que, siguiendo a su maestro Rey Pastor, Pineda precisa el método de Bieberbach, haciéndolo aplicable a multitud de recintos mediante la reducción del problema a varias integraciones mecánicas.

Sus tareas docentes comenzaron con la obtención, en octubre de 1915 y mediante oposición, de una plaza de ayudante de la Sección de Ciencias del Instituto General y Técnico de Segovia. Pronto renunció a ella, manteniéndose como investigador en el LySM hasta su incorporación como auxiliar interino en la Facultad de Ciencias de Madrid, el 30 de septiembre de 1917. En ese puesto continuó hasta el 16 de noviembre de 1918, cuando tomó posesión de la Cátedra de Geometría Descriptiva en la Facultad de Ciencias (Sección de Exactas) de la Universidad de Zaragoza. En la capital aragonesa el joven catedrático (veintiséis años), a partir de entonces ya decididamente geómetra, acumuló otras materias como la Geometría de la Posición y las Matemáticas Especiales (Sección de Químicas).

Obtenida la Cátedra, retomó la colaboración científica con Rey Pastor en la Revista Matemática Hispano- Americana (RMHA) que publicaba el LySM conjuntamente con la Sociedad Matemática Española. De hecho, a Pineda se deben numerosas contribuciones en la RMHA, tanto breves artículos originales como notas en las diferentes secciones de “Glosario Matemático”, “Bibliografía” y “Cuestiones” (publicados con su nombre, con simples iniciales e, incluso, con seudónimo). Durante su estancia en Zaragoza también colaboró eficazmente en la revista Universidad, en la que fueron apareciendo trabajos de geometría, sugeridos y dirigidos, de diferentes discípulos.

Un fruto muy especial de sus investigaciones fue la Memoria preparada para optar al concurso de premios de la Academia de Ciencias de Madrid, convocado en 1924, y que debía versar sobre el “Estudio de la colineación compleja en el plano y representación real de la misma”. El trabajo se publicó finalmente en 1930, año en el que se incorporó, como vocal delegado en Zaragoza, al comité de redacción de la RMHA. Este prestigio que fue alcanzando entre los geómetras españoles le llevó recibir el encargo de redactar las voces “Superficie” y “Volumen” para la Enciclopedia Espasa.

En 1932, al jubilarse Cecilio Jiménez Rueda, el Ministerio de Instrucción Pública cambió la denominación de la Cátedra que ocupaba aquél, de Geometría Métrica, por la de Geometría Diferencial, y convocó la vacante a turno libre. El 11 de noviembre de 1933, tras la correspondiente oposición, Pedro Pineda recibió el nombramiento de catedrático en la Universidad Central de Madrid. Unos meses después, en mayo de 1934, se completó su situación profesional en Madrid con la designación como profesor del LySM de la JAE.

La Guerra Civil le sorprendió durante sus vacaciones en El Escorial, de donde volvió a Madrid en agosto. El 4 de enero de 1937 se integró, como vocal, en la junta directiva provisional de la Sociedad Matemática Española y en los comités de redacción de la RMHA y de Matemática Elemental (ME). Todo ello por iniciativa de la personalidad que mantendrá vivo el cultivo de la matemática durante la contienda, el catedrático de Análisis Matemático José Barinaga Mata. Formalmente, la presencia de Pineda en el LySM se justificó con investigaciones sobre los Fundamentos de Geometría Diferencial, aunque en esos difíciles momentos, de hecho, sólo publicaría alguna nota divulgativa en ME.

Incorporado formalmente como catedrático a la Universidad de Valencia por Orden Ministerial del 7 de noviembre de 1937, permaneció en Madrid hasta el 24 de noviembre, fecha en la que fue evacuado a Burjasot. Completando su labor universitaria en la capital del Turia, continuó su colaboración con Barinaga en el LySM como “profesor corresponsal” en Valencia.

Finalmente, el 1 de noviembre de 1938 también comenzó a impartir clases de Matemáticas en el Instituto de Burjasot.

Terminada la contienda, solicitó el reingreso en su Cátedra de Madrid el 15 de abril de 1939. Con el aval durante el proceso de depuración de sus compañeros en la Facultad de Ciencias, José Gabriel Álvarez Ude y Sixto Cámara Tecedor, fue rehabilitado sin sanción por Orden del 4 de noviembre de 1939. Aunque su vida como investigador había terminado, la labor docente en su Cátedra de Geometría Diferencial sí se vio completada durante los años siguientes con la acumulación en diferentes períodos de la Geometría y Trigonometría, la Geometría de Primero y los Estudios Superiores de Geometría del doctorado.

Hombre amable, sencillo y modesto (según reconocen quienes le trataron), su implicación en el mundo de la política universitaria fue poco significativa. Solamente ocupó un cargo, el de secretario de la Facultad de Ciencias: en Zaragoza, del 31 de marzo de 1919 al 31 de marzo de 1923; y en Madrid, entre el 4 de febrero de 1941 y el 4 de febrero de 1942 (período especialmente complejo de redistribución de cátedras y auxiliarías vacantes tras la Guerra Civil), y del 1 de diciembre de 1945 al 9 de octubre de 1952.

El 6 de diciembre de 1950 recibió el mayor reconocimiento social que la matemática española podía conceder en esos momentos: su elección como académico de número de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, en la vacante ocurrida por el fallecimiento de Jiménez Rueda.

Sin embargo, su jubilación el 2 de diciembre de 1961, confirmó la que había venido siendo una paulatina retirada del mundo científico, hasta el punto de que el 31 de enero de 1966, fruto de su “decaimiento moral y físico”, renunció a la lectura del discurso de ingreso en la Academia, que, aunque tenía escrito, había ido aplazando durante más de quince años.

Tras una larga enfermedad, falleció en Madrid el 7 de enero de 1983.

 

Obras de ~: Representaciones conformes según el método de Bieberbach, Madrid, Publicaciones del Laboratorio y Seminario Matemático, 1917; “Sobre un lugar geométrico”, en RMHA (1919); “Sobre los valores de las funciones enteras”, en RMHA (1923); Estudio de la colineación compleja en el plano y representación real de la misma, Madrid, Memorias de la Real Academia de Ciencias, 1930; Sobre Geometría de los dobleces, ME, 1931; La afinidad en el plano como producto de un movimiento y una homología, RMHA, 1932; Sobre curvas algebraicas situadas en una cuádrica alabeada que cortan a las generatrices de un sistema en cuaternas armónicas, RMHA, 1932; “Superficie” y “Volumen”, en Enciclopedia Espasa; Nota relativa al cálculo diferencial, ME, 1933; Propiedad de los segmentos determinados por un punto y los vértices de un triángulo equilátero, ME, 1936; Dodecágono inscrito y circunscrito a un cuadrilátero, ME, 1937; Algunos problemas de Geometría Diferencial, discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias, 1950 [ms. inéd. en el Archivo de la Academia].

 

Bibl.: J. Rey Pastor, Resumen de los trabajos de investigación realizados en el LySM, Madrid, 1917; J. G. Álvarez Ude, Discurso de contestación al de ingreso de Pedro Pineda, Madrid, Real Academia de Ciencias, 1950 [ms. inéd. en el Archivo de la Real Academia de Ciencias]; J. J. Etayo, “In Memoriam: D. Pedro Pineda Gutiérrez”, en RMHA (1982); E. Ausejo y A. Millán, “La organización de la investigación matemática en España: el LySM de la JAE”, en Llull (1989); F. A. González Redondo, “La actividad del LySM de la JAE durante la Guerra Civil”, en Gaceta de la RSME (2001); F. A. González Redondo, “La Matemática en el panorama de la Ciencia española, 1852-1945”, en Gaceta de la RSME (2002).

 

Francisco A. González Redondo