Baglietto y Guierra, Santiago. Cellai, Génova (Italia), 1781 – Sevilla, 21.XI.1853. Escultor.
Su padre era armador de buques genovés, bien acomodado. Las guerras de la República Francesa, del Consulado y del Imperio lo arruinaron; murió pronto y su esposa también. Se hizo cargo de los dos huérfanos que quedaron, Santiago y Bernardo, un hermano del padre llamado también Bernardo, quien vino a establecerse definitivamente a Madrid, donde el joven Santiago se dedicó a las artes y su hermano, a la carrera de comercio.
Santiago mostró siendo un niño su afición por la escultura, matriculándose en la Academia de San Fernando, siendo discípulo del célebre escultor Manuel Álvarez. Allí era conocido entre sus compañeros como el Genovés, ganando dos premios, uno en 1796 y otro en 1805. El primero, con Medalla de Oro de tercera clase, por una copia en barro de una estatua griega El fauno de la cabra; el segundo, con Medalla de Oro de primera clase, por un modelo en barro original, que muestra el momento en “que Las hijas del Cid son ultrajadas por los Condes de Carrión”.
El 13 de marzo de 1807 contrae matrimonio con Carlota González, hija de un médico de la Casa Real, y de Magdalena Díaz, sirvienta de Su Majestad la reina María Luisa. El 2 de mayo de 1808 luchó contra los franceses y fue herido en el brazo derecho, salvándose gracias a que había reconocido como italianos a un grupo de soldados a caballo, a cuyo jefe habló en su lengua explicándole el motivo por el cual se hallaba allí. Mientras, sus suegros se encontraban en Roma con los reyes destronados. Rápidamente salió de Madrid, en 1811, en dirección a Cartagena, donde creía que le esperaba su hermano Bernardo.
Atravesó La Mancha y en Hellín un fraile franciscano le aconsejó que permaneciera en los pueblos de Mula, Cehegin y Caravaca, pues allí lograría trabajo restaurando las imágenes que los franceses habían estropeado. Santiago hizo caso al fraile, más tarde llegó a Murcia en 1813, permaneciendo en esta capital durante cuarenta años. Absorto por el arte de Francisco Salzillo, entró más tarde por oposición en la Junta del día 16 de octubre de 1816, como profesor numerario y director de las Salas de Principios y Modelos, con una dotación de 1.500 reales de vellón anuales, para ello ejecutó un bajorrelieve titulado La diosa Minerva con los genios de las Bellas Artes conduciendo a un joven al templo de la Fama.
En estos años realiza obras como Nazareno, imagen de vestir, tamaño natural, iglesia de San Pedro Apóstol de Murcia (1817), y San Juan Nepomuceno, imagen tallada en madera policromada, tamaño natural, catedral de Murcia (1825). También destaca la Fachada principal de las Salesas, cuatro estatuas que representan a San Francisco de Sales, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús y San Carlos Borromeo, ejecutadas en piedra de tamaño menor que el natural, en la iglesia-convento de las Salesas, Orihuela (Alicante). En su interior se encuentran dos imágenes de los Arcángeles San Miguel y San Rafael, talladas en madera y pintados de blanco, imitando mármol (1829-1830). De ese mismo año es el Crucifijo, barro cocido de unos cuarenta centímetros aproximadamente, Murcia, Museo de Bellas Artes, Sala VII B, 1830.
Finalmente, hay que destacar sus esculturas: Santa Juana de Aza, imagen realizada en madera policromada, dorada y estofada, tamaño natural, Murcia, iglesia-convento de las Anas (1842), y Estatua al Conde de Floridablanca, piedra martelilla de las canteras de Fuente Amarga, tamaño mayor que el natural, Paseo-Jardín de Floridablanca, Murcia (1849).
Santiago Baglietto vino a continuar en Murcia las tradiciones escultóricas de Salzillo y Roque López. Dejo discípulos notables, entre ellos sus tres hijos: Santiago, Leoncio y Joaquín; fuera de su familia, el escultor Francisco Sánchez Tapia, y el caravaqueño Rafael Tejeo, pintor de cámara de Fernando VII.
Su estilo cabalga a caballo entre lo académico y lo salzillesco.
Obras de ~: Nazareno, iglesia de San Pedro Apóstol, Murcia, 1817; San Juan Nepomuceno, catedral de Murcia, 1825; Fachada principal de las Salesas, cuatro estatuas que representan a San Francisco de Sales, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús y San Carlos Borromeo, iglesia-convento de las Salesas, Orihuela (Alicante); Imágenes de los Arcángeles San Miguel y San Rafael, iglesia-convento de las Salesas, Orihuela (Alicante), 1829-1830; Crucifijo, Museo de Bellas Artes, Murcia, 1830; Santa Juana de Aza, iglesia-convento de las Anas, Murcia, 1842; Estatua al Conde de Floridablanca, Paseo-Jardín de Floridablanca, Murcia, 1849.
Bibl.: L. Baglietto González, “Apuntes para una Monografía del Escultor don Santiago Baglietto”, en Enciclopedia, n.º 8, Imprenta de la Paz, Murcia, lunes 24 de septiembre de 1888, págs. 59 y 60; P. D íaz Cassou, Pasionaria Murciana, Madrid, Imprenta Fortanet, 1897; A. Baquero Almansa, Diccionario de Profesores de Bellas Artes Murcianos, Murcia, Nogués, 1913; J. Espín Rael, Artistas y Artífices Levantinos, Lorca, Tarde de Lorca, 1931; J. Frutos Baeza, Bosquejo Histórico de Murcia y su Concejo, Murcia. La Verdad, 1934; J. Sánchez Moreno, Vida y Obra de Francisco Salzillo (Una Escuela de Escultura en Murcia), Murcia, Nogués, 1944; E. Pardo Canalís, “Escultores italianos de los siglos XVIII y XIX en España”, en Archivo Español de Arte (AEA), t. XXVIII, n.º 110 (1955), pág. 103; G. Vidal Tur, Un Obispado Español: El de Orihuela-Alicante, t. II, Alicante, Diputación de Alicante, 1961; J. L. Melendreras Gimeno, “El escultor Santiago Baglietto y Gierra, continuador de la Escuela Salzillesca”, en AEA, n.º 251 (1990), págs. 419-433; Escultores Murcianos del Siglo XIX, Murcia, Caja-Murcia-Ayuntamiento de Murcia, 1996.
José Luis Melendreras Gimeno