Folch i Costa, Jaume. Barcelona, 1755 – 1821. Escultor.
Estudió Dibujo con Francesc Tramulles (1717- 1773) y Escultura con Carlos Grau (1714-1798).
En 1771 decidió marchar a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para completar su formación.
En Madrid se ganó la plaza de pensionado para ir a Roma (1778-1786). A su vuelta consiguió el título de académico de mérito e intentó ser teniente director de Escultura en la Academia de Madrid, plaza que fue otorgada a Juan Adán. Fue nombrado director de Escultura en la Escuela de Nobles Artes de Granada (1787-1805). La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando intervino para que Folch ocupara la plaza de director de la Escola Gratuïta de Dibuix de Barcelona (1804), cargo al cual renunció por no someterse a la obediencia de José Napoleón (1808) y lo recuperó con la llegada de Fernando VII (1814).
Durante su estancia en Roma, Folch cumplió con las obligaciones de pensionado de enviar a Madrid pruebas de su trabajo: Antino (1782), Meleagro y Fauno (1784), todos ellos modelos capitolinos, y una obra de invención que representa La unión del Diseño y la Pintura, además del Efebo con un pie en la roca (1780-1781) y un bajorrelieve de La muerte de Séneca (1784).
En Granada dejó su obra maestra, El sepulcro del arzobispo Moscoso, para la capilla de San Miguel de la catedral, monumento donde se aprecia el arraigamiento plateresco de la zona, muy apartado de la estética clásica aprendida en Roma. Durante este período granadino, Folch mantuvo el contacto con la capital, no sólo para ayudar en la trayectoria artística de su hermano Josep Antoni Folch i Costa, sino para obtener más honores y títulos. El 5 de febrero de 1804 Jaume Folch presentaba a la Junta de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el modelo para la Fuente de Cibeles, las esculturas de Meleor, Efebo reposando, Marte descansando y Germánico, y los bajorelieves de San Sebastián y La muerte de Séneca. Muchas de estas obras fueron copias y vaciados de modelos realizados durante su estancia en Roma, de estilo neoclásico, sencillo y sobrio, que contrasta con el de sepulcro granadino.
En Barcelona se preocupó por mejorar las condiciones de los artistas, e intervino con ellos en la realización de algunas obras, como el retablo para los carmelitas calzados (1805) en cual participaron el arquitecto Pedro Serra Bosch, el escultor Salvador Gurri y el pintor Salvador Mayol.
Obras de ~: Efebo con un pie en la roca, 1780-1781; Antino, 1782; Meleagro, 1784; Fauno, 1784; La unión del Diseño y la Pintura, 1784; La muerte de Séneca, 1784; El sepulcro del arzobispo Moscoso, Granada, c. 1795; Meleor, 1804; Efebo reposando, 1804; Marte descansando, 1804; Germánico, 1804; San Sebastián, 1804; La muerte de Séneca, 1804.
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Esther García Portugués
