Ledesma, Pedro de. Salamanca, 1544 – 9.IX.1616. Dominico (OP), teólogo, filósofo, catedrático.
Abrazó la vida religiosa dominicana en el convento salmantino de San Esteban en 1562, haciendo la profesión al año siguiente. Estudió Filosofía y Teología en el Estudio General de dicho convento y en la Universidad de Salamanca, en la que estaba integrado ese Estudio. En los libros universitarios de matrículas aparece por primera en la lista del curso 1564-1565.
En las aulas salmantinas pudo oír las lecciones de los grandes maestros dominicos y agustinos, que competían en buena lid por mantener su hegemonía teológica.
Eran esos maestros Juan de la Peña, Mancio de Corpus Christi, Bartolomé de Medina y Domingo Báñez, por parte de los dominicos; Juan de Guevara, Pedro de Aragón y fray Luis de León, por parte de los agustinos, para no citar sino a los más representativos.
Todos estos maestros vibraron en las aulas ante los alumnos sobre los problemas fundamentales de las propias asignaturas, de la sociedad española y de las regiones de América. Pedro de Ledesma vivió intensamente las cuestiones americanas en Salamanca, y no debe extrañar que ofrezca tan admirable exposición doctrinal sobre ellas.
Fue ordenado de presbítero en 1570. Al terminar sus estudios, en 1577, fue nombrado maestro de estudiantes en el Estudio General del convento dominicano de Salamanca. Aquí inició su profesorado en Artes o Filosofía, y suplió algunas veces a Domingo Báñez en la cátedra de Durando o Nominales en la Universidad de la ciudad del Tormes. Fue entre 1581 y 1593 profesor en el Estudio-Universidad dominicano de Santo Tomás de Ávila y en el convento de Santa Cruz de Segovia, de su Orden. En una breve estancia en Salamanca en 1584 se graduó de bachiller en su Universidad.
Ejerció el cargo de prior del convento dominicano de San Esteban entre 1593 y 1596, siendo ya ésta su residencia hasta el final de sus días. En 1594 se presentó a oposiciones a la cátedra de Santo Tomás de la Universidad salmantina, sin poder conseguirla; la consiguió en cambio en 1596. En ese tiempo publicó su gran obra filosófico-teológica De divina perfectione y De perfectione actus essendi. Los análisis metafísicos de estos tratados le merecieron un puesto muy sobresaliente entre los grandes filósofos. En junio de 1601 incorporó a la Universidad salmantina los grados de licencia y de doctor o maestro que había obtenido en Ávila, pasando a disfrutar de los derechos y privilegios de esa Universidad. Ya en pleno siglo xvii, totalmente maduro para los más arduos problemas de la Teología y del Derecho tanto privado como público-internacional, consiguió en 1604 la cátedra de Durando de la Universidad de la ciudad del Tormes, llamada también cátedra de Nominales, porque fue creada para comentar a alguno de los maestros del nominalismo. Unos años más tarde, en 1608, se le concedió la cátedra de Vísperas de Teología, que el duque de Lerma, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, fundó para los dominicos en la Universidad de Salamanca.
Fue muy bien considerado por sus alumnos, que en las visitas oficiales que se hacían varias veces al año a la cátedra se mostraban satisfechos, como cumplidor fiel de su deber académico. Aparece siempre como hombre de estudio, y su abundante legado literario lo manifiesta.
A su muerte tenía Pedro de Ledesma setenta y dos años. Sus restos fueron sepultados en la antigua sala capitular, llamada capilla de Santo Tomás. Se utilizó para ello la misma tumba en la que cincuenta y cuatro años antes había sido inhumado el cuerpo del gran maestro Domingo de Soto. Con la exclaustración de los frailes en 1835 desaparecieron muchos de los manuscritos de Ledesma, que entonces se conservaban en el convento salmantino de San Esteban. Su erudición era muy amplia. Además de Santo Tomás de Aquino, cuyo texto comenta o tiene siempre como referente en sus exposiciones, con la Sagrada Escritura y los Derechos civil y eclesiástico, Ledesma cita a una constelación de autores antiguos, medievales, renacentistas y contemporáneos suyos, con los que ilustra o prueba sus asertos. Por su obra impresa se puede garantizar que era un eminente filósofo, que dedicó su poderoso ingenio a profundizar en el tema metafísico del ser. Como sus maestros clásicos salmantinos, supo saltar de la especulación a la práctica y ocuparse de los temas del momento.
En el problema concreto de América, su exposición es una síntesis muy bien conseguida y actualizada de la doctrina tradicional de la Escuela Dominicana de Salamanca del siglo xvi. No se contenta con aducir autoridades y testimonios, que abundan a lo largo de sus escritos, sino que hace valer con fuerza y claridad sus propios argumentos. Entre los múltiples autores que él cita, los que más han pesado en sus formulaciones sobre las Indias fueron Francisco de Vitoria, Bartolomé de Las Casas, Domingo de Soto y Domingo Báñez. Por este último sentía especial veneración, pues lo tuvo como maestro en el convento dominicano de San Esteban y en la Universidad de Salamanca.
Se podría decir que la exposición de Ledesma en esta materia es en gran parte como un doble muy bien organizado de cuanto ofrece Báñez en su tratado Sobre la fe, esperanza y caridad. Él, sin embargo, pone su sello personal, añade razones propias y alcanza a veces matices a los que no habían llegado los anteriores.
En una ocasión alabó a su maestro Domingo Báñez y comenta: “pero a mí me parece que hay que añadir un poco” (Segunda Parte de la Suma [...]: 23b).
Los títulos o razones del acercamiento de los españoles a los indios son cuatro, y por este orden: la predicación del cristianismo, los pecados contra la naturaleza, el poder del Papa y el comercio. No obstante, ninguno de esos títulos lleva consigo la violencia o el derecho a la guerra.
Obras de ~: Tractatus de magno matrimonii sacramento, Salamanca, Juan y Andrés Renaut, 1592; De esse Dei et creaturarum seu De perfectione actus essendi Dei et creaturarum, Salamanca, J. y A. Renaut, 1596; Tractatus de divinae gratiae auxiliis, Salamanca, 1611; Primera Parte de la Summa, en la qual se cifra y summa todo lo que toca y pertenece a todos los Sacramentos con todos los casos y dudas morales resueltos y determinados, Barcelona, Sebastián Matevat, 1619; De la Summa en la qual se cifra y summa toda la moral y casos de conciencia que no perteneen a los Sacramentos, Barcelona, Sebastián Matevat, 1620; Tractatus de divinae gratae auxiliis, Salamanca, Imprenta Antonia Ramírez, 1911; Segunda Parte de la Summa, en la qual se summa y cifra todo lo moral, y casos de conciencia, que no pertenecen a los Sacramentos, con todas las dudas con sus razones brevemente puestas [...], Salamanca, Imprenta Antonia Ramírez, 1621 (la Biblioteca Capitular de Palencia contiene estos tratados manuscritos: Ms. 6, Commentaria [...] super Primam Partem Divi Thomae; Ms. 7, De Sacramentis in genere, de poenitentia; Ms. 8, Tertia Pars Divi Thomae, De sacramento Poenitentiae; Ms. 9, De gratia et libero arbitrio; Ms. 15 [atrib.], De Charitate).
Bibl.: J. Cuervo, Historiadores del convento de San Esteban de Salamanca, t. I, Salamanca, Imprenta Católica Salmanticense, 1914, págs. 274-275, 290-294 y 619-620; t. II, 1914, págs. 770, 780 y 822 (fecha de su muerte); t. III, 1915, pág. 844 (acta de profesión religiosa); H. Sancho, “La Filosofía del Derecho Penal en la Summa del Maestro Fray Pedro de Ledesma, O. P.”, en Ciencia Tomista, 17 (enero-junio de 1918), págs. 302-315, 18 (julio-diciembre de 1918), págs. 156-167; V. Beltrán de Heredia (OP), El antiguo Capítulo conventual de San Esteban de Salamanca, panteón de religiosos insignes, Salamanca, Gráficas Núñez, 1951, págs. 26-27; M. Andrés, “Manuscritos de la Biblioteca Capitular de Palencia”, en Anthologica Annua, 1, n.os 6, 7, 8, 9, 19 (1953); J. Barrientos García, “El maestro Pedro de Ledesma y la Universidad de Salamanca”, en Archivo Dominicano, 5 (1984), págs. 201-269; R. Hernández (OP), “Doctrina americanista de Pedro de Ledesma”, en Ciencia Tomista, 118 (1991), págs. 75-99; J. Belda Plans, La Escuela de Salamanca [...], Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2000, págs. 811-912.
Ramón Hernández Martín, OP