León V de Armenia. Cilicia (Armenia), 1310 – Sis (Armenia), 1341. Último Soberano de la dinastía de los Hetúmidas y gobernante del territorio de la Pequeña Armenia.
Hijo del monarca Oschin, le sucedió en el trono en marzo de 1321 a la edad de diez años. Durante su minoría de edad, el reino de Cilicia estuvo gobernado por un Consejo de Regencia, presidido por Oschin, conde de Korykos, quien forzó el casamiento de su hija Alicia con el nuevo Monarca.
El Consejo de Regencia debía hacer frente a los importantes problemas del reino que se habían agravado durante el anterior gobierno del rey Oschin. Cilicia estaba amenazada por los turcomanos y sobre todo por los mamelucos de Egipto, quienes habían invadido y ocupado algunas de sus principales plazas. La estrategia para frenar el avance militar de los mamelucos se convirtió en motivo de división y de conflictos internos en la sociedad armenia. Una parte de la nobleza laica y eclesiástica era partidaria de practicar una política latinófila que garantizase la pervivencia de las doctrinas y ritos occidentales y favoreciese una aproximación política y diplomática a Occidente. En su opinión, esta política latinófila era necesaria si se pretendía que los monarcas cristianos proporcionasen una ayuda militar en forma de cruzada que les permitiera combatir el peligro musulmán que representaban los mamelucos. En cambio, las clases bajas y el resto de representantes de la nobleza y el clero apoyaban una política orientalista que buscase un compromiso con los mamelucos, mantuviese las tradiciones y las costumbres antiguas de la iglesia nacional y evitase los contactos con los occidentales, a los que acusaban de interferir en la política armenia y de contribuir a agravar las tensiones con los musulmanes.
Oschin, conde de Korykos, impulsó una política orientalista tras una nueva campaña de los mamelucos que concluyó con la invasión de Cilicia y la destrucción de la ciudad de Ayash en 1322. Al año siguiente, se vio forzado a firmar un pacto con el sultán mameluco Al-Malik al- Nāşir, por el cual los armenios se comprometieron a no mantener relaciones con Occidente, hecho que propició una disminución importante de la presencia de los comerciantes extranjeros en su territorio, y a pagarle tributos, como garantía de un largo período de paz. El reino cilicio debía abonar a los mamelucos un impuesto anual de 1,2 millones de dírhams de plata, el 50 por ciento de los ingresos derivados de las transacciones en Ayash, y el otro 50 por ciento obtenido a partir de las exportaciones de sal. Por su parte, los mamelucos acordaron retirar sus tropas de Cilicia.
Como resultado, se redujo la presencia de los comerciantes extranjeros en el territorio armenio.
La política orientalista se mantuvo hasta 1328, fecha en que León V inició su período de mandato, alcanzada la mayoría de edad. El Monarca era partidario de una apertura a Occidente, tal y como había promovido su padre, el rey Oschin. Sin embargo, esta política encontró serias resistencias por parte de la nobleza que había ocupado los principales cargos gubernamentales durante el Consejo de la Regencia. El conde de Korykos se convirtió en el opositor más activo a León V. En 1329, intentó tomar el poder con la ayuda de su hermano, el barón Constantino, pero fracasó.
Ambos huyeron a Adana hasta que finalmente fueron capturados por las tropas de León V. El soberano armenio mandó ejecutarlos, así como a aquellos nobles que habían tomado parte en la conspiración.
Ese mismo año también murió su esposa Alicia, probablemente asesinada tras ser acusada de adulterio.
León V pudo poner en práctica la política latinófila, una vez eliminadas las disidencias internas. Confió los principales cargos del reino a sus primos Juan y Bohemundo de Lusignan, defensores de una mayor colaboración militar con la Orden de los Hospitalarios de Rodas y la dinastía de los Lusignan de Chipre que creían en la necesidad de combatir a los musulmanes con firmeza, como única garantía para la supervivencia de los territorios cristianos en el Mediterráneo Oriental.
Al mismo tiempo, León V inició un acercamiento a Occidente. Una muestra evidente fue la búsqueda de una nueva esposa fuera de las fronteras de Armenia.
Finalmente eligió a la princesa Constanza de Aragón, hija de Federico II de Sicilia, y viuda de Enrique II, rey de Chipre, con quien desposó en 1331, apenas dos años después de haber enviudado de su primera mujer. La decisión de León V de contraer matrimonio con una extranjera, con la que no tuvo hijos, fue impopular; la mayoría de las clases sociales mostró su rechazo a este casamiento.
Con ocasión de este segundo matrimonio, León V concedió una serie de ventajas comerciales a los sicilianos a petición de su suegro, Federico II. Mediante un tratado promulgado a finales de 1331, redujo las tasas que los mercaderes sujetos a Federico II debían pagar en las aduanas por la importación y exportación de bienes, equiparándolos al mismo nivel de los comercios exteriores de las naciones más favorecidas, como la República de Venecia. Fue una de las constantes de la política de León V la promulgación de privilegios que favorecieran la continua presencia de negociantes extranjeros en el reino. En 1333, proporcionó nuevas ventajas a los venecianos, mientras que dos años después era la Compañía de los Bardi de Florencia la que recibía el mismo trato fiscal que los comerciantes sicilianos. León V trataba de atraer a los mercaderes occidentales a Cilicia, aprovechando que el territorio se había convertido en lugar de tránsito de bienes procedentes de Oriente. Afluía así riqueza al reino con los ingresos que se recaudaban en las aduanas, producto de las operaciones comerciales.
León V aprovechó estos contactos con los extranjeros para enviar emisarios secretos al Papa y a los Soberanos occidentales. Las continuas llamadas a estos mandatarios en demanda de ayuda obtuvieron pronta respuesta militar de los mamelucos. Al-Malik al-Nāşir invadió Cilicia con la ayuda del emir de Alepo a finales de 1335, temiendo que el monarca armenio solicitara una cruzada a los Reyes cristianos. A lo largo de 1336, los ejércitos mamelucos llegaron a la localidad de Tarso tras destruir fortalezas y asolar pueblos.
León V tuvo que pedir la paz a cambio de importantes compensaciones. Mediante un tratado firmado en 1337, debió ceder toda la zona sudoeste del reino y el puerto estratégico de Ayas.
En los siguientes años, se alternaron fases de paz y de guerra en Cilicia. Continuaron las invasiones egipcias, pese a los esfuerzos de León V por asegurar la defensa de las principales villas. A principios de 1340, los mamelucos llegaron a Sis, no sin devastar nuevamente las tierras armenias. En una de estas incursiones acaecida en 1341, León V fue asesinado en la ciudadela de Sis por la nobleza indígena más hostil, cuando trataba de pedir ayuda a Occidente. Con su muerte concluyó el reinado de la última dinastía nativa de Armenia. A instancias de los latinófilos, la Corona pasó a Guy de Lusignan, sobrino de Hugo IV de Chipre.
Bibl.: G. Dedeyan, Histoire des Arméniens, Toulouse, Privat, 1982, págs. 310-315; Academie des Inscriptions et Belles- Lettres, Recueil des historiens des croisades. Documents arméniens, vols. I y II, Paris, 1995; S. Payaslian, The history of Armenia: From the origins to the present, Palgrave Macmillan, New York, 2007, págs. 98-99.
Luis Tudela Villalonga