Paz, Alvaro de. Salamanca, c. 1424 – Salamanca (sup.), XI.1502. Consejero Real de los Reyes Católicos, Consejero Real de Alfonso de Ávila (el doceno) y deán de la Catedral de Salamanca.
Segundo hijo del Dr. Luis Álvarez de Paz, figura notable del linaje de los Paz, señores de Corrales, de Salamanca. El Dr. Luis Álvarez de Paz fue regidor de Salamanca, Dr. en Decretos por esta universidad, consejero del rey Juan II de Castilla y su embajador ante la curia papal en 1431 y en el período entre 1434 y 1437. Esa cercanía al papa Eugenio IV durante el intenso concilio de Basilea de comienzos del siglo XV, le permitió lograr para su hijo Álvaro la inclusión directa en la carrera eclesiástica sin la edad ni la formación adecuadas. Esto era lo habitual, en estos casos, en las oligarquías urbanas de este momento; de hecho, Álvaro de Paz se ordenaría como diácono precisando de un capellán para oficiar íntegramente las misas a él encomendadas.
Esta intercesión de su padre le permitió disfrutar, entre 1435 y 1440, de una serie de beneficios eclesiásticos, fundamentalmente en la archidiócesis de Toledo, en donde llegó a ocupar el arcedianato de la catedral. Esto requería una dispensa de edad que su padre, el Dr. Luis Álvarez de Paz, se ocupó de obtener del papa Eugenio IV en 1437. En 1440 aparece Álvaro de Paz, en la documentación editada por Vicente Beltrán de Heredia, como deán de la catedral de Salamanca y es la fecha extrema inferior conocida en la que ya figura como deán de esta catedral. En 1440 tendría unos dieciséis años.
Lo más destacado de Álvaro de Paz trasciende el ámbito local del cabildo de la catedral y de la ciudad de Salamanca. Las crónicas del reinado de Enrique IV nos cuentan cómo, en 1464, forma parte de una delegación que parte hacia Roma; él acude en representación del arzobispo de Toledo, don Alfonso Carrillo Acuña, uno de los dos cabecillas de la liga de nobles y clérigos sublevados contra el rey Enrique IV. En esa delegación está también su tío Antón de Paz, que tiene el poder del conde de Plasencia, y el cronista Alonso de Palencia que actúa de portavoz de la legación. El objetivo era trasladar al papa Paulo II …la áspera y dura gobernaçión del rey Enrique IV…
Álvaro de Paz asumía los posicionamientos de su linaje y del bando de San Benito de la ciudad de Salamanca, al que estaba adscrito. Los Paz, señores de Corrales, apoyaron los planteamientos sucesorios de los alfonsinos. Una vez muere el rey niño Alfonso, en 1468, trasladaron esos apoyos a Isabel, su hermana, que seguía arropada en Salamanca por los Paz, señores de los Corrales.
Esta acción tuvo sus consecuencias en Álvaro de Paz, y así en 1466 y a través de un albalá de merced, es nombrado, miembro del Consejo Real del rey niño Alfonso, con una quitación de 30.000 mrs. y, ya reinando los Reyes Católicos, en 1475 es nombrado también del mismo consejo de Isabel y Fernando, con otra quitación de 30.000 mrs. Asimismo, y en agradecimiento por su compromiso y como solía actuar la reina Isabel, en 1476 resultó beneficiado junto a su tío Antón de Paz, de una merced que se asentaba en el patronato real de su cámara y fisco, en la que se les asignaban las tercias reales de Ciudad Rodrigo y las alcabalas sobre el vino, la carne y el pan del Campo de Camaces por valor de 40.000 mrs. anuales.
Álvaro de Paz tuvo al menos tres hijos: Antonio, Isabel y Luis. El primero, Antonio de Paz, es incluido por su padre en la carrera eclesiástica y de él tenemos noticias en actas capitulares de la catedral ya en 1487. A Isabel de Paz la casa con el Dr. Ambrosio de Luna, dotándola con 450.000 mrs., tal como era costumbre en la época y evitando así su exclusión social como hija de clérigo que era. Asimismo concertó el matrimonio de la madre de sus hijos -de la que sólo sabemos por su testamento que se llamaba Aldonça- con un hijo de Nuño López de Saldaña, contador mayor de Castilla, dotándola con 200.000 mrs.
En el año 1500 el obispo de Salamanca, Juan de Castilla, enfrentado con Álvaro de Paz a causa de disputas por competencias en la catedral, le desterró de la misma. En 1502, próxima la muerte de Álvaro de Paz, las tensiones del deán y el cabildo con el obispo alcanzaron su punto álgido. Se aprecia claramente cuán importante era la posición que estaba a punto de dejar vacante y que codiciaba el obispo para un sobrino suyo. Este puesto era controlado por el bando de San Benito, de esa ciudad, y se solía cubrir desde el arcedianato de Salamanca que, en aquel año de 1502 ostentaba Juan Pereyra, del linaje de los Anaya. La provisión de esta vacante produce un enfrentamiento entre el obispo que era apoyado por los Reyes Católicos, por un lado, y Álvaro de Paz con el soporte de la curia papal, por otro. Álvaro de Paz, a través de la fórmula de la resignación simple, decidió designar como sucesor a Juan Pereyra, oponiéndose a Alonso de Castilla, candidato del obispo Juan de Castilla.
Finalmente, Álvaro de Paz falleció en noviembre de 1502 después de sesenta y dos años al frente del cabildo de Salamanca, y el deanato quedó cubierto, según era uso y costumbre, por Juan Pereyra, el sustituto propuesto por el finado. Pese a que la normativa en materia de provisión de vacantes de beneficios eclesiásticos en ese momento ya caía prácticamente bajo el control de la corona, el obispo Juan de Castilla, apoyado por los Reyes Católicos, no logró su objetivo de enseñorearse en la catedral. Fueron los linajes dominantes de la ciudad con Álvaro de Paz al frente que, en este asunto, lograron su objetivo y situaron al arcediano de Salamanca, Juan Pereyra, de un linaje afín a la familia Paz y al bando de San Benito como nuevo deán.
Fuentes y bibl.: ASV (Archivo Secreto Vaticano), Reg. Vat. 365, ff.: 55r (1435), 77r, 79v, 155r-156 (1437); ASV, Reg. Suppl. 367, f. 85v (1440); AGS (Archivo General de Simancas), QC, leg. 2, f. 235r (1466); AGS, RGS, leg. 147504, Doc. 439 (1475); AGS, PTR, leg. 59, Doc. 24 (1476); ACS (Archivo Catedral de Salamanca), Cajón 70, leg. AC 10, f. 82 (1487); ACS, Cajón 20, leg. 2, Doc. 28 (1500); ACS, Cajón 35, leg. 2, Doc. 78 (octubre 1502); ACS, Cajón 79, leg. 1, nº 17 (septiembre 1502); AGS, CCa, Ced. 6, f. 145r-145v (1502); ACS, Cajón 70, AC 21, f. 41v. (diciembre 1502).
A. de Solís, Memorial de la Calidad i Servicios de Don Cristóbal Alfonso de Solís i Enríquez, Madrid, 1670, pág. 48; M. D. de Valera, Memorial de diversas hazañas. Crónica de Enrique IV, cap. XXV, Madrid, Espasa Calpe, 1941, pág. 90; V. Beltrán de Heredia, Vicente, Bulario de la Universidad de Salamanca 1218-1549, t. I., Salamanca, Universidad de Salamanca, 1966, doc. nº: 981; C. López Benito, “La oligarquía salmantina en los inicios de la Edad Moderna: actitudes ante la muerte”, en IH 12, Salamanca, Universidad de Salamanca, 1991, pág. 35; J. Sánchez Vaquero, Linajes de Salamanca, Salamanca, Universidad Pontifica de Salamanca, 2001, págs. 39-41.
Luis Peláez Boismorand