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Gonzalo López de Vivero

Biografía

López de Vivero, GonzaloGonzalo de Vivero. Galicia, c. 1418– Salamanca, 29.I.1480. Obispo de Salamanca, consejero real de Juan II, deán de Lugo, benefactor.

Siguiendo al archivero de la catedral de Salamanca Florencio Marcos Rodríguez, quien recopiló información y biografió a Gonzalo de Vivero, se sabe que fue hijo de Gonzalo López Bahamonde y de Mayor Vivero, noble familia de Galicia y pariente de García Martínez de Bahamonde, obispo de Lugo. Fue canónigo de Compostela, de Ávila y de Palencia, antes de ser nombrado para la sede salmantina para la que fue nombrado, a petición de Juan II, por el papa Nicolás V el 15 de noviembre de 1447, gobernando esta diócesis hasta el año 1480, año de su muerte. Fue contador mayor de Juan II, oidor de la Audiencia real y miembro del Consejo real.

En el Archivo de la catedral de Salamanca se conservan bastantes documentos, que hablan de pleitos y acuerdos entre el obispo y el Cabildo sobre rentas, en los que se menciona al maestrescuela Alfonso de Madrigal (12 de agosto de 1448) sobre provisiones de prebendas vacantes y sobre la jurisdicción de la Valdobla (22 de febrero de 1451). Una concordia con el Cabildo sobre este famoso arciprestazgo fue confirmada por Nicolás V el 7 de noviembre de 1453. El 10 de mayo de 1451 convocó sínodo (ms. 2292, fols. 127-154, de la Biblioteca de la Universidad de Salamanca). En las constituciones promulgadas en este sínodo se trataron cuestiones como la moralidad del clero, la doctrina de la Iglesia, o el pago y reparto de los diezmos.

Consiguió bula de Sixto IV (24 de marzo de 1472), por la que se concedían ciertos préstamos para reparar la catedral, que amenazaba ruina. Vivero, por mandato del rey Juan II, custodió la torre mocha de la catedral por el año 1456, para retener mayor dominio sobre la ciudad, y en ella fueron encarcelados varios prebendados. Posteriormente apoyó a Enrique IV al producirse el levantamiento a favor del infante Alfonso, que culminaría con la “Farsa de Ávila” en 1465. Al año siguiente el obispo Gonzalo rindió pleito homenaje al monarca y le prometió fidelidad.

Merced al apoyo recibido del obispo y de la ciudad, Enrique IV concedió a Salamanca el 27 de agosto 1467 que pudiese tener una feria franca durante el mes de septiembre. Las relaciones entre el prelado y el cabildo se deterioraron sobre todo a partir de 1468, cuando tuvieron que nombrar un árbitro que mediara en los crecientes conflictos entre ambos, eligiendo para esta tarea al obispo de León y legado pontificio Antonio Jacobo de Veneris. Algunos de los motivos que en ese momento enfrentaban al obispo y al cabildo eran, entre otros, las acusaciones de intromisión del prelado en los bienes y rentas de la mesa capitular y de la fábrica catedralicia, o el conflicto entre las jurisdicciones episcopal y capitular a la hora de juzgar los delitos cometidos por los canónigos.

Amigo de san Juan de Sahagún, ambos conocieron los tiempos más enconados de los tristemente famosos “Bandos salmantinos”, durante los cuales la ciudad vivió en constante lucha y alarma. Intervino activamente en su pacificación, como lo demuestran los Libros de Claustro de la Universidad (21 de febrero de 1474). En estos Libros puede comprobarse las constantes y amistosas relaciones que mantuvo con la Universidad. Ésta le concede en 1467 un préstamo de 25.000 maravedís, bajo fianza, y en 1469 pidió el préstamo de unos libros de la biblioteca para copiarlos para su librería. Estos préstamos de dinero y de libros se los hizo la Universidad varias veces. La Universidad acudió a Gonzalo en varios de sus conflictos con el Cabildo, evitando un inminente pleito por el posible perjuicio que la edificación de la nueva Biblioteca pudiera ocasionar a la catedral y a los palacios episcopales (19 de noviembre de 1476) Por otro lado, durante el comienzo del reinado de Isabel I de Castilla y la guerra de sucesión, las tropas portuguesas de Alfonso V conquistaron la villa episcopal de Cantalapiedra, razón por la cual Gonzalo de Vivero movilizó a las milicias de Salamanca, que colaboraron en marzo de 1476 con las tropas reales y con las del obispo en la recuperación de Cantalapiedra. Asimismo, Vasco de Vivero, hermano del prelado, fue uno de los capitanes que dirigieron las tropas reales castellanas en el cerco de Toro, y uno de los primeros que logró entrar por sorpresa en la ciudad, participando también con las tropas reales en el cerco de Utrera.

Al final de su vida tuvo lugar el famoso proceso del catedrático de Prima de Teología y racionero de la catedral, Pedro de Osma, que fue condenado en Alcalá el 23 de mayo de 1479. La primera vez que se trata este asunto en el Claustro del Estudio (6 de abril de 1479) se acuerda que primero se consulte al obispo Gonzalo de Vivero en su palacio, para que se pueda contestar mejor al arzobispo Carrillo.

Otorgó testamento el 27 de enero de 1480, y falleció el 29 del mismo mes y año. Este testamento se conserva en el Archivo de la catedral de Salamanca (caj. 20, leg. 1, n.º 30: cat. n.º 1.034), y es de gran interés para conocer la personalidad de este obispo, quien poseyó una riquísima biblioteca, que donó a la catedral, así como objetos de arte de extraordinario valor.

Está enterrado en el presbiterio de la catedral Vieja, al lado del Evangelio, con figura yacente.

 

Bibl.: C. Eubel, Hierarchia Catholica Medii Aevi, Monasterii, 1914, vol. II, pág. 227; F. Cantera Burgos, “Notas para la historia de la astronomía en la España medieval”, en Revista de la Academia de Ciencias Exactas, (1931), págs. 391- 396 (donde se publica gran parte del testamento de Gonzalo de Vivero; Dl, 30, 397); F. Marcos Rodríguez, “La antigua Biblioteca de la catedral de Salamanca, en Zephirus, 14 (1961), págs. 281-319; Catálogo de documentos del Archivo catedralicio de Salamanca (siglos xii-xv), Salamanca, Universidad Pontificia, 1962; Extracto de los Libros de Claustro de la Universidad de Salamanca, León, 1964; “Algunos datos biográficos y testamento del maestro Pedro Martines de Osma”, en Salmanticensis, 2 (1965), págs. 691-706; “Vivero, Gonzalo de”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de la Historia Eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1975, págs. 2778-2779; A. García y García (dir.), Synodicon Hispanum IV. Ciudad Rodrigo, Salamanca y Zamora, Madrid, B.A.C., 1987; E. Chao Espina, “Vivero, Gonzalo de”, en R. Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega Silverio Cañada, vol. XLIV, Lugo, El Progreso-Diario de Pontevedra, 2003, pág. 128; J. L. Martín Martín, “Un prelado medieval y su corte: Gonzalo de Vivero (Salamanca, 1447-1480)”, en P. de la Cruz Díaz et al. (eds.), El historiador y la sociedad: homenaje al profesor José María Mínguez, Salamanca, Universidad, 2013, págs. 147-162.

 

César Ramos Iglesias y Jorge Díaz Ibáñez

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