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Rafael Pérez

Biografía

Pérez, Rafael. Quijorna (Madrid), 5.X.1775 – Madrid, 21.I.1832. Actor y profesor en la Escuela de Declamación.

Rafael Pérez quiso, en principio, estudiar Medicina y para ello se desplazó a Madrid, donde cursó varios años de esa especialidad. La falta de recursos económicos le obligó a abandonar los estudios y a alistarse en el Ejército en 1792, en concreto en el Regimiento de Voluntarios de Zaragoza. En este regimiento alcanzó el grado de sargento y participó en la Guerra de la Convención (1793-1795). De vuelta en Madrid, coincidió con Joaquín Caprara, napolitano que se había desempeñado también como militar, pero que buscaba ingresar en alguna de las compañías de Madrid, y se hicieron amigos. Tras girar por varias compañías de provincias, ambos figuran en las de la capital en la temporada 1799-1800. Con el tiempo, Pérez llegó a ser uno de los mejores “barbas” del teatro de su época.

Su trayectoria es, en gran medida, semejante a la de cualquier actor de la época, pero hay algunas especificidades en su carrera. Por ejemplo, y dada su mejor preparación, representó en varias ocasiones los intereses de sus compañeros; también fue director de compañía y, como tal, intervino en la polémica con el empresario Juan de Grimaldi que, en la década de 1820 usufructuó los teatros madrileños y en algunas ocasiones intentó recortar los derechos de los actores españoles en beneficio de los franceses e italianos, y de sus propias empresas.

Rafael Pérez trabajó con Isidoro Máiquez; de él aprendió y en su compañía alcanzó algunos grandes éxitos, como la representación en 1805 del Pelayo de Manuel José Quintana, pero sus desavenencias hicieron imposible la convivencia en una misma compañía, de manera que a partir de 1808 figuraron en destinos diferentes. Pérez se casó dos veces; la primera con la actriz Joaquina Navarro, en un matrimonio breve, pues falleció el 2 de julio de 1802; la segunda, con Mariana Gras, que le enviudó. Tuvo, al menos, un hijo, también actor.

Las críticas que se conocen de su trabajo como “barba” son buenas en general y, como sucedió con algún otro compañero suyo, su manera de hacer se incorporó, como ejemplo, a los tratados de declamación que se redactaron para servir de manuales a las diferentes escuelas de interpretación que surgieron tras la creación en 1831 de la Cátedra de Declamación en el Conservatorio de María Cristina, fundado en 1830.

Pérez formó parte del primer claustro de dicho establecimiento apenas durante cinco meses, entre mayo de 1831 y la fecha de su muerte. Fue maestro segundo de Declamación Española; maestro primero era su amigo Caprara. Su trayectoria, en cierto modo, ejemplifica el triunfo de la burguesía y el de la profesión de cómico, pues en sus años, y gracias al esfuerzo de Máiquez, se consiguió dignificar la profesión, así como dotarla de aquellos elementos que legitiman cualquier actividad: una escuela, unos temarios, unos manuales, unos profesores y unas pruebas, gracias a las cuales se obtenía el refrendo de la sociedad, necesario para ejercer una profesión que ya se entendía como digna y productiva.

Otra peculiaridad de Rafael Pérez, porque entonces era raro que los actores escribieran, es que dejó un texto manuscrito, recientemente publicado, titulado Madrid en 1808, en el que da cuenta de lo que sucedía no sólo en la capital, sino también en diferentes lugares del territorio, desde al Motín de Aranjuez hasta diciembre. En este texto, de indudable valor documental, relaciona hechos, rumores, temores y da cuenta del estado psicológico de incertidumbre en que se encontraba la población madrileña. Es una importante fuente de información para conocer el día a día de una ciudad tomada. Pérez pasó toda la Guerra en Madrid trabajando en el Teatro de la Cruz, que era el “antifrancés”, y después se adaptó bien al reinado de Fernando VII. Abandonó los escenarios en la temporada 1829-1830.

 

Obras de ~: Madrid en 1808. El relato de un actor, introd. de J. Álvarez Barrientos, Madrid, Ayuntamiento, 2008.

 

Bibl.: J. Álvarez Barrientos, “Introducción”, en R. Pérez, Madrid en 1808. El relato de un actor, op. cit., 2008.

 

Joaquín Álvarez Barrientos