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María Rosa Teresa Gay Tibau

Biografía

Gay Tibau, María Rosa Teresa. Llagostera (Gerona), 24.X.1813 – Gerona, 18.III.1884. Fundadora de las religiosas de San José de Gerona.

Nació en un ambiente socio-político perturbado por la Guerra de la Independencia. La villa de Llagostera había sido ocupada por las tropas napoleónicas.

Durante su gobierno destruyeron todo, se incautaron de las cosechas, quemaron el juzgado, parte de las masías y trataron de destruir la iglesia parroquial a cañonazos. El pueblo quedó desierto, pues los habitantes para salvar la vida tuvieron que huir por las montañas y a otros lugares. Derrotados los franceses en 1814, los habitantes huidos vuelven a sus casas, encontrándose en la miseria. Pero la familia de María Gay es aún más desafortunada, pues al año siguiente, 1815, María quedaba huérfana de padre, antes de nacer su hermano, teniendo la madre que ocuparse del sustento y de la educación de sus dos hijos: María y Pedro. En la familia se vivía una piedad sincera y profunda con los rezos propios de la familia, y además recibió las enseñanzas del catecismo de mano del cura párroco. La vida de María transcurre con sencillez y silencio al lado de su madre y de su hermano. Ya mayor se ocupó en los quehaceres domésticos de la casa y ayudando a su madre.

En el verano de 1850 la madre enferma gravemente y hubo de ser trasladada al hospital de Gerona. María la atendió con solicitud y cariño, pero pocos días después de su ingreso, el 23 de octubre de 1850, falleció en el mismo hospital. Después de esto, María se instala en Gerona y decide irse a vivir con la familia Ros Llausás, ayudando a la señora Concepción Llausás en el cuidado y educación de sus cinco hijos. En 1851 entró a formar parte de la Tercera Orden Dominicana, donde profesó como terciaria.

María alternaba su trabajo doméstico con la atención a los enfermos, recibiéndoles en la casa del doctor Amerio Ros, pues ella les recibía y escuchaba atentamente sus necesidades para pasar después al médico toda la información recibida; y prestando ayuda en el hospital de Santa Catalina. Años más tarde asistió a los enfermos de la Cofradía de la Purísima Sangre, a los que, por pertenecer a la misma, tenía obligación de asistirlos. Este trabajo duró veinte años, tiempo en el que María fue madurando en su interior lo que Dios le pedía: fundar un instituto religioso dedicado al servicio de los enfermos. Años precedentes a la fundación comenzó interesarse por visitar a los enfermos y menesterosos, prestándoles su ayuda. Obtenido el consentimiento de la familia a la que servía y amaba, decidió entregarse de lleno a Dios en el servicio a los enfermos. Pronto otras jóvenes que sentían el mismo ideal se les unieron, siendo Carmen Esteve Andoca su primera colaboradora.

En la vigilia de San Pedro de 1870, María y Carmen comenzaron en forma asociada la asistencia a los enfermos con el fin de servir a Dios dándole gloria por medio de la oración y la caridad. Y así se inició el Instituto de las Hermanas de San José, dedicado a la asistencia de los enfermos. Su abnegación y sus cualificados servicios pronto se hicieron notorios en toda Gerona y enseguida empezó a crecer el número de jóvenes que animadas por el mismo espíritu pedían ingresar en la naciente Congregación. El grupo de María y sus “veladoras” recorren de día y de noche las calles de Gerona para asistir a los enfermos, en quienes ven al propio Cristo. Comparten las horas de dolor en los hogares y alivian a los enfermos y a las familias.

María, pupila insomne, repite una de las frases que siguen moviendo a imitarla: “Ya mañana descansaré”.

Se extiende la fama de caridad y fortaleza de María.

El 12 de julio de 1872 el obispo de Gerona, Constantino Bonet, les hizo entrega de un Reglamento interno.

Eran tiempos difíciles y estaban prohibidas las asociaciones religiosas, perseguían también a los sacerdotes y algunos fueron encarcelados. María Gay y varias compañeras “para salvar la asociación” hicieron su profesión en la Tercera Orden de San Francisco. En 1876 la casa donde habitaban se hizo pequeña, trasladándose a otra casa más grande que sería y es la Casa- Madre del Instituto, y que la mayor amplitud les permitió construir el oratorio para celebrar las prácticas de piedad consignadas en el Reglamento, y se crearon otras muchas dependencias necesarias que permitieron organizar mejor la vida comunitaria, porque aumentaban las peticiones de los enfermos de Gerona que les pedían su asistencia.

En 1880, Tomás Sivilla, nuevo obispo de Gerona, les permitió inaugurar el noviciado. Allí se formarían las nuevas candidatas en la vida espiritual y apostólica de la Congregación de la que María Gay Tibau siguió siendo la madre y maestra espiritual de todas.

La comunidad inicial se iba haciendo cada vez más numerosa, y comienzan las primeras fundaciones del Instituto en otras localidades, para poder asistir a más enfermos. En 1879 se instalaba una comunidad en el pueblo de La Bisbal para velar enfermos a domicilio; y al año siguiente, el Ayuntamiento de Bañolas, sabiendo de la incuria que padecían los enfermos de su hospital, solicita hermanas para cuidar a los enfermos, fundándose así en 1880 aquella comunidad.

Éste es el primer hospital confiado a la Congregación.

En adelante, asistirán a los enfermos tanto en sus propios domicilios como en los hospitales. En 1881 otra comunidad se haría cargo del hospital de Lloret del Mar, también a petición del Ayuntamiento. Nuevas fundaciones en Torroella de Montgrí en 1882, en San Felíu de Guixols, como casa de vela, y en Blanes, ambas comunidades en 1884.

María Gay, mujer profundamente generosa, alegre, humilde y sencilla, con un gran corazón y una inmensa ternura capaz de transmitir al enfermo serenidad, alivio, esperanza y paz. Supo descubrir a Dios en el enfermo al que aliviaba su dolor, sembrando en su corazón la paz, porque mientras servía contemplaba el rostro dolorido de Cristo, como está escrito en el Reglamento n.º 5: “Porque cuando yo estaba enfermo me visitaste”. Estas palabras las hizo vida día tras día. Se preocupó de la santidad propia y la salvación de las almas, mostrando siempre el gran interés que tenía en que los enfermos recibieran los sacramentos.

Continuamente exhortaba a sus hermanas a tener mucha caridad con los enfermos y velarlos, no sólo pensando en curar el cuerpo sino sobre todo en la salvación del alma. Murió con gran paz, y en olor de santidad, anunciando a sus hijas y al médico que pasaría la fiesta de San José en el cielo. Su legado fue “aliviar el dolor y sembrar la paz en los corazones”.

El 19 de marzo de 1885, primer aniversario de la muerte de María, el obispo de Gerona, Tomás Sivilla, concedió al Instituto la aprobación diocesana y la profesión pública de los votos religiosos. Las Constituciones de 19 de marzo de 1885, que tienen como base el reglamento provisional, definen: “Esta Congregación tiene por objeto exclusivo el servicio de los enfermos tanto en las casas particulares como en los hospitales”. Las dos formas quedaron conformadas desde los orígenes. En 1911 el también obispo de Gerona, Francisco de Pol, concedía la aprobación diocesana definitiva al Instituto. Pío XI concedió la aprobación pontificia y el “Decretum Laudis” el 16 de enero de 1928. El mismo papa Pío XI concedería el 16 de junio de 1936 la aprobación definitiva. En la Guerra Civil, las hermanas Fidela Oller, Josefa Monrabal y Facunda Margenat padecieron el martirio per odium fidei, mientras otras muchas religiosas eran encarceladas y torturadas.

Después de estos episodios el Instituto continuó su expansión. En la actualidad está presente en Europa: España, Italia, Francia; en Hispanoamérica: México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina; en África: Guinea Ecuatorial, Rwanda, Camerún y Congo.

 

Bibl.: Instituto de Religiosas San José de Gerona, Centenario de las Religiosas de San José de Gerona 1874-1974, Olot, Alzamora, 1974; M. Massanas Micaló (RSJ), Obra de María Gay, Madrid, Gráficos P.G.B., 1981; E. Zaragoza Pascual, María Gay Tibau un carisma permanente, Madrid, Gráficos P.G.B., 1988; T. Fernández Mielgo (RSJ), Origen carismático de las RR. de S. José de Gerona, Roma, Gráficas Dehón, 1991; Postulación General del Instituto, María Gay Tibau sembradora de amor y de paz [varias ediciones y en diversas lenguas], Madrid-Roma, Gráficas Dehón-Tipografía La Roccia, 1996; E. Gutiérrez Rojas, Historia del Instituto Religiosas de San José de Gerona, Gerona, Palahí Arts Gráfiques de Gerona, 1998; F. Villares Fernández (RSJ), T. Fernández Mielgo (RSJ) y M.ª Massanas Micaló (RSJ), Memoria Histórica del Proceso Diocesano de Canonización. María Rosa Teresa Gay Tibau. 3 de mayo de 1998. Aliviar el dolor y sembrar la paz, Gerona, Religiosas de San José de Gerona, 1998; T. Fernández Mielgo (RSJ), Tras las huellas de la Madre María Gay Tibau, Gerona, Tallers Gràfics, 2000; R. Martín Ribas et al., Sublime itinerario. Guía inédita religiosa, hagiográfica, histórica, artística de España, Madrid, Ramiro Martín Ribas, 2004 (2.ª ed. act.,); T. Fernández Mielgo (RSJ), María Gay Tibau. Sembradora de amor y de paz. Breve biografía de la Fundadora de las Religiosas de San José de Gerona, Roma, Religiosas de San José de Gerona, 2007.

 

José Martín Brocos Fernández