Ayuda

Martín de Marruecos

Biografía

Marruecos, Martín de. ¿Muel (Zaragoza)?, s. m. s. XVI – ?, p. t. s. XVII. Proveedor de cerámica y trompetista.

Martín de Marruecos aparece documentado por primera vez en Huesca en 1597, como “trompeta, natural de Muel”, al que el Ayuntamiento oscense contrató por un año con la obligación de enseñar su oficio a cinco trompetas más y de tocar personalmente dicho instrumento “en procesiones, pregones y otros actos que se le indicaran”. Debió de establecerse en la ciudad altoaragonesa, pues —en 1604— firmó otra capitulación con el Concejo para proveer a la ciudad de “vajilla de Málaga blanca y pintada” a lo largo de cuatro años. Se trataba de un tipo de acuerdo que fue bastante habitual en las poblaciones grandes, sin obradores de cerámica propios, por el que su gobierno municipal garantizaba a los ciudadanos el abastecimiento suficiente de cualquier tipo de vajilla en sus mercados, algo muy importante si se tiene en cuenta que se trataba de un producto de gran demanda y de primera necesidad. En el caso de Huesca, esta situación quedó asegurada en estos años a través de los acuerdos pactados con dos moriscos de Muel: por un lado, Lope Medina, que aseguraba con las capitulaciones firmadas en 1596-1597 y 1605 “la provisión de ollas”, es decir, de obra común (y era, además, maestro de azulejos), y, por otro, Martín de Marruecos, que abastecería, por su parte, de loza esmaltada estannífera. En su caso, la capitulación tenía dos condiciones básicas: continuar con su oficio de trompeta, tocando en todos los actos en que le reclamase la ciudad (por lo que se le pagarían 400 sueldos anuales y 2 libras cada dos años) y proveerla de toda la loza que necesitase, que él mismo vendería en exclusiva en la botiga de su propiedad (aunque otros mercaderes foráneos también podrían venderla en sus mercados). Como fue habitual, el Ayuntamiento oscense estableció también una tarifa fija de precios, que debía estar expuesta a la vista de los clientes y que, al detallarse en el documento, permite conocer cuáles eran las tipologías de piezas de mesa más corrientes y sus precios; según ésta: una docena de “platillos blancos” valía 4 sueldos; la de “platos de Malega”, 5 sueldos; la de “escudillas blancas y recias”, 2 sueldos; la de “platos recios”, 3 sueldos; la de “escudillas de Malega delgadas”, 3 sueldos; la de “escudillas azules y porcelanas”, 3 sueldos; un “plato mediano de Malega”, 10 dineros; un “plato mediano blanco”, 8 dineros; una “greala de hacer arcidon”, 1 sueldo; una “grealica azul pequeña”, 6 dineros; un “jarro de Malega para aguamanos”, 2 sueldos; y una “cantarica pequeña de Malega blanca”, 8 dineros.

Se trataba, sin duda, de loza hecha en los alfares de Muel, población de la que él procedía, pero que Martín de Marruecos no produjo, ya que tuvo únicamente el papel de intermediario o proveedor y vendedor.

La cita continuada del término “Malega” en el documento expresa que se trataba de una cerámica a la manera de los alfares de Málaga, tan imitada en todos los obradores mudéjares, es decir, de una loza esmaltada con cubierta blanca de estaño, más o menos fina en su factura (se citan varias calidades) y pintada con reflejo metálico y azul.

 

Bibl.: M.ª I. Álvaro Zamora, Cerámica aragonesa, vol. I, Zaragoza, Ibercaja, 2002, págs. 145 y 190-192.

 

María Isabel Álvaro Zamora

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía