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Antonio Bernalte de Linares

Biografía

Bernalte de Linares, Antonio. Jerez de la Frontera (Cádiz), 1586 – Buenos Aires (Argentina), 27.VII.1664. Comerciante, funcionario de la Administración de Ultramar.

Era hijo legítimo de Alonso de Linares y Romero y de Sebastiana Rebolledo, naturales de Jerez de la Frontera. Pasó a Buenos Aires a finales de 1617 y se avecindó el 2 de abril de 1618 atraído por la prosperidad de su cuñado Bernardo de León. Pronto comenzó a amasar una extraordinaria fortuna, aunque prefirió mantenerse alejado de los disturbios en que se hallaba sumida la ciudad, por entonces divida en dos facciones: beneméritos y confederados. Regresó a España en 1621 pero volvió a Buenos Aires, para establecerse definitivamente en 1624.

Ocupó cargos públicos destacados: alcalde de hermandad en 1631 y mayordomo de propios de 1632 a 1635. A la muerte de su cuñado y primo, Bernardo de León, depositario general, fue nombrado su heredero universal el 4 de febrero de 1638, con calidad de regidor perpetuo, ocupando en varias oportunidades la alcaldía ordinaria y al alferazgo real.

Durante el gobierno de Lariz fue perseguido por el gobernador, que le impedía ejercer su oficio. El mandatario sucesor, Baygorri, condenó a Lariz a pagar a Bernalte de Linares cuatro mil quinientos pesos por los daños causados en 1653.

Probablemente se había casado en Cádiz con Beatriz de León o Ribera Baeza, hermana de Bernardo de León, el depositario perpetuo de la ciudad. Era hija legítima de Gonzalo Baeza y Ribera y de Catalina Ramírez, naturales de Cádiz, de quienes había recibido dos mil pesos de dote. El matrimonio tuvo seis hijas: Catalina, heredera de su hermana Sebastiana y casada con José Jil Negrete; Isabel, que falleció soltera antes que su padre; Sebastiana, nacida en Cádiz y fallecida soltera en 1675; Beatriz, fallecida soltera antes que su padre; otra Catalina, fallecida infante, y Leonor, casada con Antonio de Melo contra la voluntad de sus progenitores.

En su testamento del 11 de junio de 1664 declaraba ser dueño de siete esclavos, dos menores de edad; una suerte de tierras de quinientas varas de frente por legua de fondo; dos mercedes de estancias hechas por Hernandarias a su cuñado Bernardo de León y casas de morada en la ciudad.

 

Bibl.: R. A. Molina, Diccionario Biográfico de Buenos Aires, 1580-1720, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 2000, pág. 112.

 

Sandra Fabiana Olivero