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María de la Cueva y Toledo

Biografía

Cueva y Toledo, María de la. Condesa consorte de Urueña (IV). Cuéllar (Segovia), c. 1515 – Madrid, 19.IV.1566. Noble, dama.

Perteneciente a dos de los principales linajes nobiliarios de Castilla, los De la Cueva y los Álvarez de Toledo, María de la Cueva fue definida por el médico Jerónimo Gudiel, que la conoció, como “una de las mas señaladas señoras deste reyno, por el gran juyzio y entendiento de que Dios quiso dotarla, aliende de una estremada honestidad y religión”. Fue el último de los vástagos habido del matrimonio entre Francisco Fernández de la Cueva, II duque de Alburquerque, y Francisca de Toledo, hija de los I duques de Alba. Fueron sus hermanos Beltrán de la Cueva, III duque de Alburquerque; Luis de la Cueva, capitán de la guardia española; el cardenal Bartolomé de la Cueva, Diego, Mencía, marquesa de los Vélez; Teresa, condesa de Chinchón; Pedro y Fadrique, muerto niño.

En 1528 María de la Cueva entró al servicio de las casas reales como dama de la emperatriz Isabel de Portugal, a raíz de la reforma de su casa que dio entrada a representantes de los grandes linajes nobiliarios castellanos como forma de integración de las élites regnícolas. En 1532 se dispuso su matrimonio con Juan Téllez Girón el Santo, IV conde de Urueña desde 1531, enlace que contó con el beneplácito de los emperadores y que venía a reforzar la unión de las casas de Urueña y Alburquerque, pues en 1508 se habían desposado el III duque de Alburquerque con Isabel Girón, hermana del conde de Urueña. No obstante, el matrimonio sólo se llevaría a cabo en 1535 tras un fuerte pleito a tres bandas entre el conde de Urueña, el duque de Alburquerque y el almirante de Castilla, este último defendiendo la candidatura matrimonial de su sobrina María Enríquez. Estos hechos provocaron un alejamiento temporal de María de la Cueva de la corte de la emperatriz. Así, por ejemplo, hubo de quedar en Castilla durante la jornada a Barcelona de 1533 para recibir al emperador.

Como condesa de Urueña vivió siempre al lado de su marido y alejada de la corte, consagrada a la gestión de su casa y a las numerosas e importantes fundaciones religiosas que el matrimonio condal llevó a cabo en sus señoríos, muy en especial en la dotación de Santa Clara de Osuna y en el convento de monjas mínimas de Archidona.

Tras enviudar en mayo de 1558 y valorando su experiencia como dama de la emperatriz Isabel, Felipe II eligió en 1559 a la condesa de Urueña como camarera mayor de la nueva reina Isabel de Valois. Para ello la condesa se desplazó a recibir a la reina en Pamplona en enero de 1560. Su influencia en el entorno de la casa de la reina le permitió que dos de sus hijas, Magdalena y Leonor Girón, además de una sobrina, Isabel de la Cueva, fueran damas de la reina. Este poder ayudó, asimismo a la carrera de su primogénito, el V conde de Urueña, que en 1562 recibió el título de duque de Osuna y que en 1565 fue uno de los pocos grandes señores que acompañó a la reina Isabel de Valois a las vistas de Bayona con la regente de Francia, Catalina de Médici. A su muerte le sucedió en el oficio de camarera mayor la duquesa de Alba.

Dictó testamento en Madrid el 12 de mayo de 1563. Falleció la condesa de Urueña en la corte en 1566, siendo sepultada en el panteón ducal de Osuna.

De su matrimonio con el IV conde de Urueña tuvo cinco hijos: Pedro Girón, I duque de Osuna; Leonor Girón, casada con el III marqués de los Vélez; Magdalena Girón, desposada con el II duque de Aveiro, uno de los principales señores de Portugal; María Girón, mujer del IV duque de Nájera, además de otras dos niñas.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas (AGS), Cámara de Castilla, leg. 39, docs. 59, 62-66, 68; AGS, Estado, Diversos, leg. 37, doc. 27; Archivo Histórico de la Nobleza (AHNOB), Osuna, c. 5, doc. 12-13; AHNOB, Osuna, c. 9, doc. 4; AHNOB, Osuna, c. 419, doc. 428.

J. Gudiel, Compendio de algunas historias de España (...) y especialmente se da noticia de la antigua familia de los Girones…, Alcalá de Henares, en casa de Juan Íñiguez de Lequerica, 1577, fol. 120r; L. Paris, Négociations, letrres et pièces relatives au règne de François II tirées du portefeuille de Sébastien de l’Aubespine, évêque de Limoges, París, Imprimerie Royale, 1841, págs. 170-192; G. Fernández de Oviedo, Batallas y quincuagenas, t. 1, Madrid, Real Academia de la Historia, 1983, págs. 108-109; F. J. Aguado González, El ascenso de un linaje castellano en la segunda mitad del siglo XV: los Téllez Girón, condes de Urueña. El origen del señorío Osuna, Madrid, Universidad Complutense de Madrid (UCM), 1991; F. Fernández de Béthencourt, Historia genealógica y heráldica de la Monarquía española, Casa Real y Grandes de España, t. X, Sevilla, Fabiola de Publicaciones Hispalenses, 2003, págs. 236-248; Mª. J. Rodríguez Salgado, “‘Una perfecta princesa’. Casa y vida de la reina Isabel de Valois (1559-1568). Primera Parte”, en Cuadernos de Historia Moderna (2003), págs. 39-96; J. Martínez Millán y S. Fernández Conti (dirs.), La monarquía de Felipe II: la Casa del Rey, vol. II, Madrid, Fundación MAPFRE, 2005, pág. 686; Á. Atienza López, Tiempos de conventos. Una historia social de las fundaciones en la España moderna, Madrid, Marcial Pons, 2008; F. Labrador Arroyo, “La Emperatriz Isabel de Portugal, mujer de Carlos V: Casa Real y facciones cortesanas (1526-1539)”, en Portugueses Studies Review, 13, 1 (2005), págs. 1-38; S. Edouard, Le corps d’une reine. Histoire singulière d’Elisabeth de Valois (1546-1568), Rennes, PUR, 2009; S. Bravo Sánchez, “Ausencias y presencias nobiliarias en la corte de la Emperatriz Isabel. El espacio en la cultura política de la Corona de Castilla (1520-1540)”, en A. J. Cruz, A. Franganillo Álvarez y C. Sanz Ayán, La nobleza española y sus espacios de poder (1480-1715), Madrid, Sanz y Torres, 2021, págs. 49-62.

 

Sergio Bravo Sánchez