Tanneville, Felipe de. Barón de Tanneville. Flandes, u. t. s. XVII – Barcelona, 5.VIII.1714. Ingeniero en segundo.
En el transcurso de la Guerra de Sucesión española, la escasez de ingenieros militares en la península Ibérica era muy preocupante. Con la pérdida de las posesiones flamencas, la Corona borbónica se vio obligada a retirar sus tropas de los Países Bajos, lo que facilitaba destinar a España a varios ingenieros que habían estado activos en las provincias flamencas. Jorge Próspero de Verboom, ingeniero militar flamenco al servicio de España, futuro fundador del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, se mostraba escéptico de que aquellos técnicos que habían estado con él en la defensa de Flandes, “tengan el ánimo de ser destinados a España”. Sin embargo, el 11 de noviembre de 1709 un despacho real ordenaba al ingeniero Alejandro de Rez su marcha hacia España “junto a los otros ingenieros que hay en este país”. La marcha fue realizada a partir del 28 de febrero de 1710, atravesando el territorio francés para alcanzar en dos semanas la ciudad de Bayona en su camino hacia Pamplona. En el despacho real citado se dice que: “yo creo que Mr. Tanneville está aún prisionero de guerra”.
A este contingente Luis XIV incorporó 12.000 fusileros bajo el mando del duque de Berwick y Sieur La Ferrière, “capitán en el regimiento de Orléans, ingeniero que ha servido mucho tiempo en España, siguiendo a nuestro ejército”. En total, los ingenieros que pasaban a España, además de Luis de Langot, Joaquín de Flandes y La Ferrière (cedidos por el Département des Fortifications francés), fueron los ingenieros en jefe Juan Díaz Pimienta, Alberto Mienson, Santiago Alberto Goffau, Alejandro de Rez y el teniente general de artillería José Gayoso; así como los ingenieros en segundo Felipe de Tanneville (al parecer liberado), Juan de Bêtefort, José Debauffe y Pedro Coysevox.
La llegada de los ingenieros procedentes de los Países Bajos alivió la precariedad de estos profesionales en España. Según el Plan General de los Ingenieros para los Ejércitos y Plazas, aprobado el 24 de abril de 1711, de los nueve ingenieros procedentes de los Países Bajos siete llegaron a Zaragoza, para participar en el sitio de Barcelona, entre los que se encontraba Felipe de Tanneville, capitán e ingeniero en segunda, destinado a los ejércitos de Aragón, que debían realizar el señalado sitio.
Con fecha de 5 de agosto de 1714 Tanneville murió de sus heridas ocurridas durante en el sitio de Barcelona.
Bibl.: H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; H. Capel et al., De Palas a Minerva: la formación científica y la estructura institucional de los ingenieros militares en el siglo XVIII, Barcelona - Madrid, Serbal - CSIC, 1988; J. M. Muñoz Corbalán, Los Ingenieros Militares de Flandes a España (1691-1718), Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. M. Muñoz Corbalán, Jorge Próspero de Veboom, Ingeniero Militar Flamenco de la Monarquía Hispánica, Madrid, Colección Juanelo Turriano de Historia de la Ingeniería, 2015.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
