Castro y Zea, Federico de. Cádiz, 28.II.1847 – Madrid, 5.III.1905. Coronel de Ingenieros.
Ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara el 1 de septiembre de 1862, siendo promovido a teniente el 8 de septiembre de 1868, después de terminar los estudios reglamentarios. Obtuvo el grado de capitán dos meses más tarde, como comprendido en el decreto general de gracias concedidas al Ejército.
En 1869 salió a operaciones con su compañía, perteneciente al 2.º regimiento de Ingenieros, contra levantamientos carlistas primero y luego contra los republicanos, en las provincias de Cuenca y Guadalajara y en los distritos de Andalucía y Valencia, asistiendo a la toma de esta última plaza a la cabeza de una de las columnas de ataque. Por el mérito contraído combatiendo a los republicanos en Alcira, obtuvo la cruz de 1.ª clase del Mérito Militar roja.
Las turbulencias de aquella época le llevaron posterior y sucesivamente a Albacete, Barcelona, Tarragona y Madrid, hasta que pasó con su batallón al Ejército del Norte a principios de enero de 1873 en el marco de la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), ocupándose en trabajos de defensa de diferentes puntos de Navarra. Reorganizadas las tropas de Ingenieros, fue destinado al 4.° regimiento, continuando en campaña hasta que era nombrado habilitado en julio y marchó a Madrid.
En 6 de marzo de 1873, ascendido ya a capitán del Cuerpo por antigüedad (los oficiales de Ingenieros, Artillería y Estado Mayor podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo), volvió al Ejército del Norte, asistiendo con su compañía y a las órdenes del duque de la Torre a diversas acciones, mereciendo el grado de comandante del Ejército. Posteriormente concurrió a los combates habidos en junio del año 1873 en Monte-Muro, siendo recompensados sus servicios con el empleo de comandante del ejército, gracia que se le permutó por una nueva cruz del Mérito Militar roja. Siguiendo en campaña, se halló en la acción de Oteiza (11 de agosto de 1874), destacando por su brillante comportamiento, por lo que el general Moriones lo mencionó en el parte oficial que elevó a la superioridad. Por sus servicios posteriores obtuvo el grado de teniente coronel del Ejército.
Siempre en el transcurso de la Tercera Guerra Carlista, participó más tarde en las operaciones para levantar el bloqueo de Pamplona (2 de febrero de 1775); dirigió multitud de obras de fortificación en Puente la Reina, Tafalla, Hernani, Guetaria, Zarauz y sierra del Perdón, por cuyos trabajos obtuvo dos menciones honoríficas.
Terminada la guerra estuvo con su regimiento en Guadalajara y Madrid, siendo destinado en 1877 al regimiento Montado de nueva creación (regimiento en el que se integraban las nuevas especialidades de telegrafía óptica y eléctrica y la de ferrocarriles), de guarnición en Zaragoza, donde permaneció, salvo los períodos de Escuela práctica, hasta su ascenso
a comandante de ingenieros el 31 de julio de 1883. Destinado a la Comandancia general de Ingenieros de Burgos, estuvo como secretario de la misma los años 1883 y parte de 1884.
Solicitó y obtuvo el pase al Ejército de Filipinas (5 de febrero de 1884) con el empleo de teniente coronel del Cuerpo en Ultramar (al ser destinados a Ultramar, recibían el grado inmediato superior, que perdían al volver a la Península). Una vez llegado a Manila, era destinado a la Comandancia del Cuerpo de Cavite como jefe de la misma, donde desempeñó numerosas comisiones que le acreditaron de nuevo como buen ingeniero.
Regresó a la Península en mayo de 1891, donde tras breve permanencia en situación de reemplazo, pasó a formar parte de la Comisión de Defensas del Reino, y de allí al ministerio de la Guerra.
En 1892 se le nombraba vocal de la Junta Técnica de Artillería e Ingenieros y, posteriormente, con motivo de la reorganización dada al ministerio, volvió al anterior destino.
Promovido a coronel de Ingenieros en enero de 1896, desempeñó en este empleo los cargos de jefe de la Comandancia exenta de la plaza de Ceuta, ayudante de órdenes de S.M. y director del Museo del Cuerpo.
Además de las condecoraciones ya citadas, se hallaba en posesión de las medallas de: Alfonso XII, Guerra civil, Mérito Militar blanca y San Hermenegildo.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. Personales.
Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1869-1906; “Necrologías”, en Revista del Memorial de Ingenieros (marzo de 1906); J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
