Reyzu, Juan de. Asteasu (Guipúzcoa), f. s. XVI – ?, m. s. XVII. Cantero y maestro de obras.
De origen guipuzcoano, Juan de Reyzu habitaba en Isuerre (Huesca) el 27 de septiembre de 1612, cuando contrató junto a otros profesionales la ampliación de la iglesia parroquial de Berdún (Huesca) por el lado de la Epístola. Los trabajos continuarían después por el del Evangelio, y Juan de Reyzu seguía cobrando por ellos a finales de enero de 1619. Pocos días más tarde, el 2 de febrero de ese mismo año, la fábrica fue visitada por el cantero jacetano Pedro Gil, quien, a pesar de que reconoció que Reyzu se había atenido a lo acordado, le señaló la conveniencia de que realizase ciertos ajustes en los que pudo estar ocupado durante un tiempo. Juan de Reyzu ya había cobrado todo lo que se le adeudaba el 13 de junio de 1620 cuando, incluyendo los costes de la empresa entre lo que ya había recibido, contrató con el rector, el primiciero y los jurados de la localidad la realización de una “cancha o renchimiento” en torno al terreno sobre el que se elevaba el templo.
Su prolongada vinculación a esta empresa no le impidió asumir otros compromisos en la zona a lo largo de esos mismos años. Así, por ejemplo, el 30 de julio de 1618 contrató la conclusión de la iglesia parroquial de Panticosa (Huesca), un edificio trazado por Bartolomé de Hermosa en el que ya habían intervenido con anterioridad otros maestros como Juan de la Cárcoba y Diego de Latorre. A él le cupo, entre otros cometidos, el volteamiento de las bóvedas del templo y la disposición de sus cubiertas, una labor en la que contó con el concurso del fustero Juan de Platarre, con el que saldó cuentas el 20 de noviembre de 1620. Para entonces ya debía de haber ultimado todos sus trabajos en la iglesia, puesto que se consagró dos días más tarde. No obstante, su actuación no sería reconocida por Juan de Saresti y Pedro Gil hasta el 30 de octubre de 1621.
Juan de Reyzu, que también pudo participar en otras empresas como la construcción de la cabecera de la iglesia parroquial de Santa María de Longás (Zaragoza), en donde habitaba cuando cobró parte de lo que se le adeudaba por sus trabajos en la parroquial de Berdún el 29 de enero de 1619; y que incluso pudo asumir algún compromiso en Lumbierre (Navarra), dado que vivía en la localidad cuando se ajustó con los de Berdún para realizar el muro que debía rodear los terrenos sobre los que se levantaba el templo del lugar el 13 de junio de 1620, fue el responsable de la reforma operada en la iglesia parroquial de Larués (Huesca), pues cobraba por ello de la primicia de la iglesia a comienzos de marzo de 1623.
Obras de ~: ampliación de la iglesia parroquial, Berdún (Huesca), 1612-1620; conclusión de la iglesia parroquial, Panticosa (Huesca), 1618-1620; reforma de la iglesia parroquial, Larués (Huesca), c. 1623.
Bibl.: M. Gómez de Valenzuela, “La iglesia de Panticosa y sus retablos: historia documental”, en Homenaje a don Antonio Durán Gudiol, Huesca, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Instituto de Estudios Altoaragoneses-Diputación de Huesca, 1995, págs. 385-398; M. Gómez de Valenzuela, Documentos sobre artes y oficios en la diócesis de Jaca (1444-1629), Zaragoza, CSIC, Institución Fernando el Católico, 1998, págs. 31-33; J. Ibáñez Fernández, “Una aproximación a las artes en La Jacetania entre el Gótico y el Renacimiento”, en J. L. Ona González y S. Sánchez Lanaspa (coords.), Comarca de la Jacetania, Zaragoza, Diputación General de Aragón, Departamento de Presidencia y Relaciones Institucionales, 2004, págs. 151-170; J. Ibáñez Fernández, Arquitectura aragonesa del siglo XVI. Propuestas de renovación en tiempos de Hernando de Aragón, Zaragoza, CSIC, Institución Fernando el Católico-Diputación de Zaragoza, Instituto de Estudios Turolenses, 2005, págs. 47-49.
Javier Ibáñez Fernández