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Luis Campo Fernández

Biografía

Campo Fernández, Luis. Chantada (Lugo), 1907 – 1985. Abogado, alcalde de Chantada, fiscal de la Audiencia de Orense, historiador-genealogista.

Nacido en un hogar de profunda fe cristiana, allí mismo recibió la primera formación, completada después en los colegios, y por fin en la Universidad de Santiago de Compostela, donde cursó la carrera de Leyes.

Su excelente preparación, unida a la honradez de católico practicante que le distinguió, le hicieron acreedor a que las primeras autoridades del nuevo Estado creado por Franco pensaran en él para ponerle al frente de la alcaldía de su villa natal, en unos tiempos en que los alcaldes tenían que costearse de su bolsillo hasta la gasolina que gastaban en viajes, aunque fueran oficiales, que no siempre los tenían. Aparte de este servicio prestado a su villa natal, al cesar en el cargo le nombraron fiscal de la Audiencia Territorial de Orense, donde pasó gran parte de su vida hasta el momento de la jubilación en que su ocupación favorita se centró a estudiar el tema genealógico, concretamente en las comarcas próximas a su villa natal. Para ello recogió gran cantidad de documentación relacionada con las casas grandes de Galicia y elaboró una obra que siempre se mirará con respeto y obligará a los investigadores a tomarla como referencia obligada. Para llevar a cabo esta labor estimable, logró reunir un archivo particular de notable riqueza. En él se pasaba los días y las horas ahondando en el tema genealógico y el enlace de las distintas casas, por lo general comprendidas en la comarca chantadina, sin que esto quiera decir que no abarcara las de otras regiones más distantes, cuando llegaba la ocasión. “Realizó diversos trabajos sobre varias casas hidalgas de su tierra natal, recogidos en 14 capítulos que se publicaron en El Progreso de Lugo bajo el título genérico de ‘Alrededores de una Vieja Casa de Chantada’. Entre otras estudia la casa de Eriz, después de Lemos, la de los Moures, la de los títulos de vizconde de Meira y marqueses de Valladares.” Lo más destacado de sus investigaciones son los capítulos relacionados con el trágico suceso de la muerte violenta de Benito Alonso Enríquez y Sarmiento de Valladares, el 21 de junio de 1757, cuyo cadáver apareció un año después. Se sospechó injustamente de su mujer, Isabel Sanjurjo Montenegro.

Gracias a los trabajos de Campo Fernández quedan en muy buen lugar la honra y el honor de esta mujer y de la familia, según demostró profundizando en los documentos encontrados por él. Un segundo campo fue objeto de sus preferencias investigadoras, el relacionado con el monasterio de San Salvador de Chanta, priorato benedictino que existió durante siglos en la otra parte del río Asma —muy próximo a la villa— perteneciente a la congregación de San Benito el Real de Valladolid. Entre la documentación que llegó a sus manos, se cuenta el precioso tumbo del monasterio, en el cual consta multitud de noticias que Campo extractó o le sirvieron para completar sus trabajos, según puede advertirse en la cantidad enorme de palabras que subrayó con lápiz de color. Al tiempo de su muerte, tuvo un gesto magnífico.

Deseoso de que aquellos fondos documentales no sirvieran sólo para archivarlos en un armario sin que se enterara nadie de tal riqueza, lo legó todo generosamente a la comunidad de Oseira, donde tan buenos ratos había pasado meditando y admirando la labor callada de los monjes. Allí se halla también el precioso tumbo de San Salvador de Asma y la demás documentación que conservaba en su archivo.

Esta cesión a los monjes ha prestado señalados favores a los pueblos de la zona, que no pocas veces se enzarzan en polémicas en razón de los terrenos propios de los pueblos, disputándose entre ellos y sin la menor pista a la que recurrir.

Al lado de su labor investigadora, de gran mérito en un hombre cuya especialidad no era esa, prevalecía una ferviente fe católica. Lo delata el hecho de que entre la documentación ofrecida al monasterio de Oseira se encuentre multitud de folletos y escritos de los últimos pontífices, en los cuales se advierten pasajes subrayados y acotados por él, sin duda para hacerlos objeto de sus meditaciones y ajustar su vida a las enseñanzas de la Iglesia.

 

Obras de ~: Casas Hidalgas de Saviñao, Chantada y de otras tierras, La Coruña, Gráficas Venus, 1979, págs. 217, más índices; “Alrededor de una vieja casa de Chantada”, 14 artículos, en El Progreso de Lugo, 1971-1972; Genealogía y heráldica de la casa de Basan Grande y del Pazo de la Penacha, Lugo, Editorial Albarellos, 1973; “El Señorío de los Marqueses de Astorga y el Escudo heráldico de Chantada”, en El Progreso, agosto de 1975.

 

Fuentes: Archivo del Monasterio de Oseira (Orense).

 

Damián Yáñez Neira, OCSO