Carvajal, Jacinto de. Extremadura, c. 1587 – ?, 1648 post. Religioso dominico (OP), misionero en América, explorador, geógrafo, escritor.
La escasa información biográfica de que se dispone sobre fray Jacinto de Carvajal es la aportada por él mismo en su importante Relación..., que se citará más adelante. Se denomina “extremeño” (en el mismo título de su manuscrito; cf.) y no se sabe su naturaleza local (unos dicen Cáceres; otros, Plasencia) ni tampoco la fecha exacta de su nacimiento, supuesta por diversos autores en 1567, año que puede rechazarse por la razón que más adelante se expone, debiendo situarla hacia 1587. De su familia sólo se sabe que su madre se llamaba Ana, porque él bautizó a una india con ese nombre, en recuerdo de su madre, según dice en su narración. Muy joven se trasladó a Sevilla, donde estudió Gramática, Retórica y Artes en el Colegio de San Hermenegildo de los padres jesuitas; sin embargo, ingresó en la Orden de Predicadores (dominicos), donde, terminados los estudios y ordenado sacerdote, perteneció al convento de San Pablo, de Sevilla.
De allí salió como misionero a la América española, incardinándose en la provincia dominica de San Antonio en el Nuevo Reino de Granada. En la isla de Santo Domingo desempeñó el cargo de capellán del presidio y después de las tropas de la guarnición durante el tiempo en que fueron presidentes Antonio Osorio y Diego Gómez de Rojas y Sandoval. Posteriormente pasó a capellán de la Armada de aquellos mares, mandada por el general Jerónimo de Rojas y Sandoval, hijo de Diego, y asistió a tres combates navales en que fueron apresados veintisiete bajeles de bucaneros. Siendo prior del convento de Mollidas, en Río de Hacha, fue nombrado capellán mayor de la escuadra que operaba en aguas de Cartagena de Indias al mando del general Martín de Vadillo, servicio que prestó con laudable celo. Después sirvió en Mariquita (hoy, Colombia) durante catorce años, al cabo de los cuales, al pasar por dicha ciudad el presidente de la Audiencia de Santafé de Bogotá, Martín de Saavedra y Segura, con objeto de visitar los Reales de Minas, conoció a Carvajal y lo llevó consigo, a título de confesor y consejero. Cuando cesó en esta función se trasladó a Barinas (hoy, Venezuela) y aquí empezó una segunda etapa de su vida en Sudamérica, por la que pasó a la Historia, aunque ya en la primera parte relatada puede encontrarse a este fraile, inquieto, movedizo, con variados destinos, algunos peligrosos.
Desde Barinas, en 1644, forma parte de una “entrada” a los llanos: llamábase así a las exploraciones por un inmenso territorio poco o nada conocido. El 26 de junio de 1646, el gobernador de la provincia de Mérida y La Grita, Francisco Martínez de Espinosa, firma una capitulación con Miguel de Ochogavia (nacido en Barinas en 1614) para que explore la navegación por el río Apure; éste nombra a Carvajal capellán de campo del grupo explorador. La expedición parte de Barinas el 12 de febrero de 1647 (Carvajal tendría ochenta años, en la hipótesis, rechazada, de que hubiera nacido en 1567, edad inadmisible para, en aquellos tiempos, y aun en el mismo siglo xxi, moverse en los esforzados trabajos de un viaje de exploración por desconocidas tierras y ríos tropicales).
Los detalles de la exploración se conocen por el relato manuscrito que fray Jacinto dejó a la posteridad, felizmente recuperado y publicado en el siglo xix. La expedición se dividió en dos grupos; uno viajó por vía terrestre y el otro, por vía fluvial, y cuarenta y nueve días después se concentraron en Triunfo de la Cruz de la Nueva Cantabria (hoy, Cabruta). Carvajal permanece en esta localidad mientras Ochogavia y una parte del grupo continúan hasta San Tomé de Guayana y llegan el 26 de marzo al Orinoco; la narración de fray Jacinto prosigue hasta el 14 de abril muy detallada, pues su narración es un diario. Y muy minucioso, con amplios detalles descriptivos. Este grupo expedicionario constaba de veintiséis hombres, que Carvajal nombra uno a uno, poniéndose él el primero: “El capellán del campo fray Jaçinto de Carvajal. El capitán de guerra y descubridor de Apúre Miguel de Ochogavia, que lo fue del ejército [...]”; relaciona además a dos capitanes, cuatro alféreces, un cabo de escuadra, un secretario escribano y dieciséis soldados, que totalizan los veintiséis citados (págs. 119-120 de la edición de León, 1892).
En el diario no solamente se narran los sucesos y peripecias del grupo, sino que se describe con gran detalle la geografía de toda la región atravesada, “lo cual es considerado uno de los aspectos más valiosos de la expedición; enumera y describe árboles, plantas silvestres o cultivadas: la ceiba, el jobo, la cañafístula, la damajuana, el menjú, el bálsamo, el ñame, el ají, el maíz cariaco, piña, merecure, merey, todos ellos aparecen mencionados entre una larga lista; aporta abundante información zoológica, especialmente a lo que se refiere a peces y aves; la referencia etnográfica incluye una larga lista de 105 naciones en la parte final de su narración; este aspecto ha sido considerado uno de los más valiosos, puesto que describe grupos indígenas de esta región que a mediados del siglo xvii, eran prácticamente desconocidos por los españoles y por lo tanto, podrían considerarse como ‘inconquistados’ o ‘prehispánicos’” (A. Avendaño, 1988).
Hay que hacer la salvedad, poco conocida, de que el importante manuscrito, de doscientos cincuenta y cinco folios, de su viaje fue encontrado por el erudito Pascual de Gayangos en 1833, en la Diputación de León, y que solamente es la primera parte de la narración, pues la segunda se desconoce dónde se encuentra, si es que subsiste físicamente.
Después de esta expedición, se pierde la pista de Javier de Carvajal, y se supone que murió poco después en la actual Venezuela. Obsérvese que el manuscrito está “continuado por Miguel de Ochogavia”.
Obras de ~: Jornadas nauticas, continuadas por el Capitán Miguel de Ochogavia, vezino y encommendero de la muy celebrada çiudad de Barinas, governaçion de la muy noble çiudad de Merida, en el descubrimiento que hiço de el celebrado Rio de Apúre, mediante las cappitulaciones que hiço y admitio en el real nombre el señor governador y cappitan general de el gobierno dicho por el Rey nuestro señor, que Dios guarde, que lo es el señor Francisco Martinez de Espinosa, a cuyo nobilissimo sujeto le dedica con frase humilde y estremeño estilo, con el mappa e indicación de rios que entran en el explayado como altivo rio Orinoco hasta su yngreso en el mar, que beve las aguas de todos: Fray Jaçinto de Carvajal de el Horden de predicadores este año de 1648 (ms.) [ed. R. Álvarez de la Braña y F. J. L. Castrillón con el tít. Relación del descubrimiento del río Apure hasta su ingreso en el Orinoco, por Fray Jacinto de Carvajal, del Orden de Predicadores; fielmente copiada del manuscrito autógrafo que se guarda en el Archivo Municipal de León, y por primera vez impresa a expensas de la Excma. Diputación Provincial, con las láminas que ilustran el texto, exactamente reproducidas, y algunos apéndices que harán más fácil su inteligencia, León, Tipografía de la Diputación, 1892; Caracas-Madrid, Ediciones Edime, 1956; ed. de J. Alcina con el tít. Descubrimiento del río Apure, Madrid, Historia 16, 1985 (col. Crónicas de América, 8)].
Bibl.: N. Díaz y Pérez, Diccionario histórico, biográfico crítico y bibliográfico de autores, artistas y extremeños ilustres, vol. I, Madrid, Pérez y Boix, Editores, 1884, págs. 132-134; A. Palau y Dulcet, Manual del Librero Hispanoamericano..., vol. III, Barcelona, Librería Palau, 1950, pág. 234, n.º 46.569; G. Sambrano, “¿Cómo se descubrió el río Apure?”, en Papel Literario de El Nacional (Caracas), 14 de junio de 1956, pág. 3; The National Union Catalog, Pre-1956 Imprints..., London and Wisbech, Mansell, 1970, vol. 97, pág. 338; G. Morón, Historia de Venezuela, Caracas, Italgráfica, Impresores, Editores, SRL, vol. I, 1971, págs. 94-96 y 421; vol. IV, 1971, pág. 648; VV. AA., Diccionario General de la Literatura Venezolana (Autores), Mérida (Venezuela), Centro de Investigaciones literarias, Universidad de los Andes, 1974, pág. 184; A. Mesanza y A. Ariza, Bibliografía de la Provincia Dominicana de Colombia, Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, Instituto de Investigaciones Históricas, 1981, n.º 32, págs. 56-57; L. Fierro Bustillos, Realidad e imagen de Venezuela en las ‘Jornadas Náuticas’ (1648), de fray Jacinto de Carvajal, Caracas, Ediciones de la Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela, 1983; Index Bio-Bibliographicus notorum hominum..., Osnabrück, Biblio Verlag, vol. 32, 1984, pág. 2806; A. Avendaño Vera, “Carvajal, Jacinto de”, en Manuel Pérez Vila (dir.), Diccionario de Historia de Venezuela, Caracas, Fundación Polar, vol. I, 1988, pág. 600; vol. II, pág. 1141; “Ochagavia, Miguel de”; “Carvajal, Jacinto de”, en R. J. Velásquez (dir.), Gran Enciclopedia de Venezuela, vol. X, Caracas, Editorial Globe, 1998, pág. 88.
Fernando Rodríguez de la Torre